Creadores de riqueza

Junto a las grandes fortunas, que no debemos consentir que vivan más tiempo ajenas a las consecuencias de la crisis, sin  comprometerse con la sociedad de la que forman parte, y más allá de las superempresas, que pueden operar en cualquier punto del planeta, existe una legión de personas que es responsable de la mayor parte de la actividad económica que existe en cada uno de los pueblos y ciudades de nuestro país. Son los emprendedores, personas que generalmente carecen de mucho dinero pero tienen grandes ideas y el valor suficiente como para arriesgarlo todo montando su propia empresa, generando empleo para sí y para personas de su entorno.

En una coyuntura como la actual, la labor que realizan estos emprendedores resulta vital, es un servicio de urgencias para nuestra sociedad, que garantiza el mantenimiento del empleo para muchas familias y la generación de nuevos puestos de trabajo. La valentía de quienes se deciden a montar su propia empresa, destinando gran parte de lo que tienen a crear nuevos puestos de trabajo, merece no sólo el reconocimiento de la sociedad, sino el compromiso decidido de todos para facilitar su labor.

Por eso debemos apostar por los emprendedores que comienzan a abrirse camino, para que cuestiones como tener que enfrentarse al papeleo propio de la puesta en marcha de una actividad empresarial, o afrontar los primeros pagos o las inversiones mínimas para poner en funcionamiento la empresa no sean un problema que merme sus fuerzas.

Ahora más que nunca debemos  apoyar a quien emprende, asumiendo con ellos un compromiso ético para hacer, desde los Ayuntamientos y demás administraciones, todo lo preciso y más, de manera rápida y sencilla, para facilitar la creación o el funcionamiento de  las  empresas; y especialmente para que llegue a las pequeñas y medianas empresas, a los autónomos, el crédito, el dinero, la liquidez imprescindible para poder funcionar.

Conscientes del papel tan importante que están llamados a desempeñar los emprendedores de cara a conseguir los empleos que nos permitan salir de la crisis en la que vivimos inmersos, debemos impulsar medidas para simplificar la creación y el funcionamiento de las empresas y  que les ayuden a tener liquidez. Una persona que tiene una buena idea de negocio debe poder llevarla a cabo cuanto antes, para convertirla en riqueza y  acceder a un crédito si lo necesita. Y si no lo consigue, el Estado tendrá que poner los medios para facilitarle el acceso, porque de los creadores de riqueza depende la creación de empleo, que es la prioridad que tenemos como sociedad.