La fuerte apuesta del Gobierno de España por la provincia de Almería ha dado sus frutos, al conseguir que la UE incluya el Corredor Mediterráneo como actuación prioritaria dentro de la Red Transeuropea de Transportes, lo que a efectos prácticos supondrá que el AVE, que ya avanza por el territorio provincial, disponga de financiación europea para su culminación.
Pero además, el compromiso y la firmeza con que nuestro Gobierno de España ha defendido el Corredor Mediterráneo ha llegado hasta el punto de que, de cara al futuro, los próximos gobiernos, como consecuencia de la recepción de esta financiación europea para esta infraestructura, asumen ante la UE la obligación de poner en los PGE de cada año, el dinero necesario para terminar esta obra, en los plazos fijados. A día de hoy cumplimos, las obras avanzan a un ritmo imparable, proporcionando empleo a más 1.800 trabajadores.
El hecho de que en tiempos de crisis el Gobierno de España haya apostado por la movilización de fondos para reactivar la obra pública obedece a una estrategia económica, pero también social: la de preparar el país para afrontar con éxito los retos de futuro, dotándolo de las herramientas necesarias para hacerlo con garantías de éxito y evitando que ningún territorio quede descolgado del tren del progreso.
Además, el trazado elegido, recorriendo la costa desde Francia hasta Almería y atravesando Andalucía por el interior hasta Sevilla, beneficiará especialmente a nuestra provincia, ya que no sólo se avanzará en la conexión de Almería con el levante español, sino que también supondrá un impulso crucial para adelantar en el tiempo la conexión de alta velocidad con Granada y Sevilla, y garantizará la conexión con el puerto de Almería. La construcción del Corredor Mediterráneo tendrá una fuerte repercusión en el empleo y, una vez que esté finalizado, también supondrá un gran impulso para la economía provincial, al mejorar las posibilidades de transporte de nuestros productos. De hecho, las conexiones ferroviarias se están convirtiendo en las arterias de la economía europea porque el tren supone un medio de transporte rápido, limpio y asequible.
Debemos sentirnos orgullosos los almerienses y no olvidar que por primera vez en nuestra historia alguien ha defendido en Europa la conveniencia de declarar esta infraestructura prioritaria, pues no todos pueden decir lo mismo. Los ciudadanos tienen que saber que en 2003, cuando se configuró el actual mapa de la Red Transeuropea, el PP, con Rajoy y Arenas mandando en Madrid, dejó el Corredor Mediterráneo de lado y apostó por el Corredor Central. De manera inexplicable, en los últimos meses, el PP cambió de estrategia y optó por enfrentar a unas provincias con otras, haciéndolas elegir entre el Corredor Mediterráneo o el Central, pese a que ya se ha demostrado que ambos corredores eran perfectamente compatibles y que era posible defender los intereses de todos ante la Unión Europea.
A la luz de los resultados obtenidos, coincidirán conmigo en que habría sido mejor que el PP se hubiera colocado al lado del Gobierno y no enfrente, sembrando dudas sobre las gestiones en Europa y gastando dinero y tiempo en reunir a sus alcaldes, vehículos oficiales y sequito asociado, para hacerse fotos, antes o después de un buen almuerzo. Por suerte, los flashes de esa improvisada “Caravana de Amigos Populares” no han distraído ni a los responsables españoles, ni a los europeos sobre lo importante. Almería se sitúa ya en el corazón de Europa con una línea de Alta Velocidad que generará grandes oportunidades de negocio a nuestros emprendedores. El Gobierno de España ha hecho un gran trabajo, que los almerienses vamos a disfrutar en los próximos años. Estamos de enhorabuena y tenemos dos retos, los políticos, ejecutar las obras cuanto antes, y los empresarios, estar preparados para sacarle partido al tren, generando empleo, produciendo bienes y servicios.
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