lunes, 5 de diciembre de 2011

Día mundial del SIDA


El pasado jueves celebramos en Día mundial del SIDA, instaurado en 1998. Para los socialistas, la fecha ha servido para reiterar nuestro compromiso con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, uno de los cuales pretende que para 2015 toda la población mundial tenga acceso a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo en relación con el VIH y el SIDA.
Quisiera expresar mi preocupación respecto a si ese objetivo, que ya está conseguido en España, puede verse en riesgo de retroceso. El próximo gobierno del PP prepara en secreto una serie de medidas de recorte de gasto en aras a reducir el déficit público. Me preocupo cuando personas próximas a Rajoy anuncian que habrá menos dinero para “lo superfluo”, sin entrar en más detalles.

Y esos detalles podrían ser, ni más ni menos, que la calidad asistencial y de vida de las personas enfermas o portadoras y de aquellas otras susceptibles de contagio. Por eso, desde el PSOE manifestamos nuestra firme voluntad de trabajar para que no haya retroceso alguno en los avances que en esta materia se han realizado durante los últimos años, especialmente en el ámbito de los recursos destinados a financiar programas de prevención del VIH que se han cuadruplicado durante estos años, o el impulso de campañas de prevención destinadas a sectores especialmente vulnerables a la infección por VIH.


Esta preocupación que manifiesto no es gratuita porque, desgraciadamente, ya hay motivos concretos. Un claro ejemplo es la supresión de los Programas Autonómicos de Prevención del VIH o los recortes, cuando no eliminación, de los presupuestos para los programas de prevención desarrollados en diversas Comunidades Autónomas gobernadas desde hace años por el PP.


Por eso es imprescindible que desde las Administraciones públicas sanitarias se siga impulsando el diagnóstico precoz, se facilite al máximo el acceso a las pruebas de detección y se garantice el acceso gratuito, anónimo y confidencial a las mismas. Son políticas con una visión y actuación integradora y global, y que contemplan las conexiones entre el estigma, la prevención y el diagnóstico precoz.


Desde que existen registros de esta enfermedad, se han certificado treinta millones de víctimas mortales en el mundo. Actualmente 34 millones de personas viven con el VIH y cada día se producen 7.000 nuevas infecciones, lo que supone que sólo en 2010 se produjeron 2,7 millones de nuevos casos, y fallecieron por esta causa 1,8 millones de personas en todo el mundo. En España, fueron cerca de 3.000 nuevos diagnósticos sólo el año pasado.


Son cifras impresionantes que exigen una respuesta permanente de los poderes públicos. Como la que los gobiernos del PSOE han estado dando durante años.

Quiero transmitir desde estas líneas mi aliento y apoyo a quienes desde las organizaciones sociales o desde sus tareas profesionales, trabajan y dedican sus vidas y sus conocimientos a dar una respuesta que reduzca o elimine el impacto de esta epidemia. Su trabajo, al amparo del compromiso del gobierno, garantiza los derechos humanos, el apoyo y la atención de las personas seropositivas.

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