Tan sólo un día después de recoger mi acta como diputado autonómico y a 19 días de que se constituya el Parlamento de Andalucía, atendiendo al resultado de las urnas, me siento obligado a dar de nuevo las gracias a todas las personas que han confiado en el Partido Socialista, en la fortaleza de esta gran organización.
Desde las últimas elecciones autonómicas, la crisis económica, el crecimiento del paro, la caída de muchas empresas y los problemas para acceder al crédito, entre otros, han removido los cimientos que creímos más seguros en nuestra sociedad, lo que inevitablemente ha tenido repercusión en todos los procesos electorales que hemos celebrado.
El crecimiento del voto de la derecha, avalado por las encuestas, dibujaba un panorama complicado contra el que hemos trabajado incansablemente, desde el convencimiento de que un gobierno del PP supondría un claro retroceso en los derechos consolidados. Con la seguridad de que el Estado de Bienestar que conocemos se transformaría en muy poco tiempo en el “Estado del Malestar” y que muchos ciudadanos sufrirían sus consecuencias.
Y así se ha entendido. La tendencia alcista de la derecha ha sido frenada en seco por los andaluces y las andaluzas el pasado 25 M. Los 9 puntos de ventaja que el PP obtuvo sobre el PSOE en Andalucía en las generales de noviembre ha quedado reducido a 1 sólo punto. La lectura, por lo tanto, que podemos hacer del resultado de estas elecciones es que las urnas dieron su primer serio varapalo a Rajoy y uno más, y ya van cuatro, al eterno secundario Arenas.
El PSOE está en la senda de recuperar la confianza de la mayoría. La ha tenido muchas veces y durante mucho tiempo y va a trabajar a fondo para volver a ganársela. El pasado domingo dimos un paso adelante en ese camino, pero detrás vendrán muchos más. Y lo vamos a conseguir a fuerza de trabajo e ilusión para no defraudar a nadie, con un objetivo prioritario: el empleo. Nuestro compromiso es claro en este sentido. Que todas las políticas, que todo el gasto público sea un gasto productivo en términos de generación de empleo.
De los resultados de las andaluzas también sacamos otra conclusión: los ciudadanos nos han transmitido un claro mensaje con su voto para que cambiemos lo que no funcione bien, pero que sigamos por el camino seguro de una economía productiva, que apuesta por sectores de futuro, frente a la economía de la especulación, del ladrillo, que nos metió en esta crisis.
El apoyo que el PSOE ha recibido de los almerienses, que han confiado en el camino seguro para avanzar en Andalucía y en Almería, nos hace sentirnos en deuda con ellos, comprometidos a representarles entendiendo bien el mensaje que nos han dado en las urnas, cumpliendo nuestras promesas electorales, con humildad y con una gran compromiso con su futuro, que es el de esta tierra.
Desde las últimas elecciones autonómicas, la crisis económica, el crecimiento del paro, la caída de muchas empresas y los problemas para acceder al crédito, entre otros, han removido los cimientos que creímos más seguros en nuestra sociedad, lo que inevitablemente ha tenido repercusión en todos los procesos electorales que hemos celebrado.
El crecimiento del voto de la derecha, avalado por las encuestas, dibujaba un panorama complicado contra el que hemos trabajado incansablemente, desde el convencimiento de que un gobierno del PP supondría un claro retroceso en los derechos consolidados. Con la seguridad de que el Estado de Bienestar que conocemos se transformaría en muy poco tiempo en el “Estado del Malestar” y que muchos ciudadanos sufrirían sus consecuencias.
Y así se ha entendido. La tendencia alcista de la derecha ha sido frenada en seco por los andaluces y las andaluzas el pasado 25 M. Los 9 puntos de ventaja que el PP obtuvo sobre el PSOE en Andalucía en las generales de noviembre ha quedado reducido a 1 sólo punto. La lectura, por lo tanto, que podemos hacer del resultado de estas elecciones es que las urnas dieron su primer serio varapalo a Rajoy y uno más, y ya van cuatro, al eterno secundario Arenas.
El PSOE está en la senda de recuperar la confianza de la mayoría. La ha tenido muchas veces y durante mucho tiempo y va a trabajar a fondo para volver a ganársela. El pasado domingo dimos un paso adelante en ese camino, pero detrás vendrán muchos más. Y lo vamos a conseguir a fuerza de trabajo e ilusión para no defraudar a nadie, con un objetivo prioritario: el empleo. Nuestro compromiso es claro en este sentido. Que todas las políticas, que todo el gasto público sea un gasto productivo en términos de generación de empleo.
De los resultados de las andaluzas también sacamos otra conclusión: los ciudadanos nos han transmitido un claro mensaje con su voto para que cambiemos lo que no funcione bien, pero que sigamos por el camino seguro de una economía productiva, que apuesta por sectores de futuro, frente a la economía de la especulación, del ladrillo, que nos metió en esta crisis.
El apoyo que el PSOE ha recibido de los almerienses, que han confiado en el camino seguro para avanzar en Andalucía y en Almería, nos hace sentirnos en deuda con ellos, comprometidos a representarles entendiendo bien el mensaje que nos han dado en las urnas, cumpliendo nuestras promesas electorales, con humildad y con una gran compromiso con su futuro, que es el de esta tierra.
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