Hace casi un año desde que se celebraron las elecciones municipales y desde entonces, ya nada es igual que antes. En este año tan convulso, en el que ha comenzado la ruinosa era Rajoy, la gestión de los gobiernos municipales del PP ha pasado tan desapercibida que lo más reconocible de este primer cuarto de mandato son las palabras del alcalde de Almería sobre Vladivostok y los “paseíllos” del Presidente de la Diputación, junto a su séquito, por la provincia. No sé si al resto de los ciudadanos les pasa lo mismo pero haciendo memoria solo consigo acordarme de Luis Rogelio hablando de esa ciudad rusa y a Amat visitando pueblos de quince en quince minutos.
El balance de estos 365 días no puede ser más desolador. Qué tiempos aquellos donde los Ayuntamientos gobernados por el Partido Popular vivían de los planes impulsados por el anterior Gobierno de Zapatero y por la Junta de Andalucía, esa a la que tanto atacan. Ahora, estos Ayuntamientos, con tanto poder en Madrid como tienen y viajando tantos, como ahora viajan a la capital del reino, se han quedado en “stand by”, o lo que es lo mismo, con la lucecita encendida pero sin funcionar, como cuando apagas la tele de tu casa para ir a acostarte.
En Almería, por ejemplo, encontramos a un equipo de gobierno sin ideas, sin proyecto de ciudad – el PGOU duerme el sueño de los justos y lo que te rondare morena – sin imaginación para impulsar la cultura, convertida en la actualidad en una mera agencia de contratación de espectáculos; sin planes para la juventud; sin mejoras en los barrios, en los parques, en las playas; sin plan de movilidad, con un transporte público Kafkiano organizado para ahuyentar a los usuarios, o con el disparate en la gestión de la ciudad digital, que nos va a costar a todos los almerienses cuatro millones de euros más.
El bagaje, a pesar de lo que " les gusta Almería" y de todos los libros y videos que nos quiera presentar el alcalde de Almería y sus compañeros de partido, es tremendamente pobre para todos los almerienses, que han pasado a pagar más por todo ( agua, alcantarillado, autobuses, basura, tasa de cementerios, por aparcar,...) sin recibir a cambio mejores servicios. Y para rematar este año de desidia municipal, el Alcalde de Almería pone en el mapa a Vladivostok.
Pero va a ser que sí, que ni aquí ni en Vladivostok los ciudadanos van a aprobar la gestión del alcalde de Almería ni la de sus compañeros en la provincia y el año de “tumbona” que han pasado. Va a ser que sí, que los ciudadanos se merecen otra forma de gobernar, que atienda de verdad, las necesidades de sus pueblos y sus gentes, que quieren, que aquí o en Vladivostok, sus gobernantes peleen, luchen, trabajen por las cosas, y no se pasen un año en blanco.
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