El Partido Popular ha vuelto a demostrar esta semana la doble moral que guía sus actos, los hechos por los que los vamos conociendo, y no dejaremos de denunciarlo cada vez que antepongan sus intereses de partido al interés de nuestra provincia y de todos los almerienses. En esta ocasión, los populares han retorcido la realidad de tal manera que cuesta entender cómo pueden presentarse ante la sociedad almeriense sin caérseles la cara de vergüenza. El tema en cuestión ha sido la petición que han hecho en el Parlamento de Andalucía al Gobierno andaluz para que asuma la solución definitiva que esperan los vecinos de la Cañada de las Norias en El Ejido – la construcción del túnel de desagüe de la Balsa del Sapo- y otras actuaciones complementarias en las cuencas del poniente, haciendo un ejercicio de malabarismo político indecente.
Resulta absolutamente insólita la postura del Partido Popular y su negativa a pedirle al Gobierno de Rajoy unas obras que son de su estricta competencia. Ya lo han hecho con el soterramiento, con la llegada del Ave y ahora lo hacen con la Balsa del Sapo. Estas actuaciones, para reducir la lámina de agua y acabar con los graves problemas en la zona, fueron declaradas de Interés General por el Gobierno de Aznar en 1998 y están encomendadas a Acuamed por encargo del anterior Gobierno socialista en España, lo que demuestra que la desfachatez del PP a la hora de afrontar la solución definitiva al problema existente en la Cañada de las Norias y de no asumir sus responsabilidades no conoce límites y, lo que es peor, confirma que la voluntad política del Gobierno de España, con Rajoy al frente, para resolver de forma definitiva el problema de la Balsa del Sapo es nula.
En el Parlamento andaluz, que fue donde se vio este asunto, le ofrecimos al partido popular la posibilidad de rectificar y dirigir su petición al Gobierno de España pero su negativa puso de manifiesto que no tienen intención alguna de pedirle al Gobierno de Rajoy lo que si le pedían al de Zapatero.
Y me explico. En el año 2010 en el Senado, su portavoz, Pio García Escudero, pedía al Gobierno de España lo que el PP pide ahora al Gobierno de Andalucía y en el Congreso de los Diputados la Diputada por Almería, la Sra. Navarro, pedía lo mismo al Gobierno de Zapatero. Un poquito de coherencia no les vendría mal.
Con esta actitud, descarada y carente de cualquier resquicio moral, el Partido Popular escenifica una descomunal traición a los intereses generales de los vecinos del Poniente, perdiendo la coherencia por intereses de partido, al dirigir su iniciativa al Parlamento andaluz en lugar de tramitarla allí donde le pueden dar respuesta o solución, en las Cortes Generales y en el Gobierno de España. No se preocupen nosotros sí lo haremos.
Todos los grupos políticos estamos de acuerdo en que es un problema grave que afecta a muchas viviendas, que afecta a invernaderos que se encuentran abandonados por encontrarse inundados o que obligan a realizar una explotación de los mismos en condiciones de gran sacrificio y dificultad, luchando a diario contra la altura de la lamina de agua.
Todos compartimos también que en caso de importantes lluvias durante el año, se podrían producir daños de extraordinaria importancia en la zona pero no es serio ni coherente pedir una cosa al Gobierno de España cuando es de otro color político y negarte a pedir lo mismo cuando los que gobiernan son de tu propio partido. No es serio ni coherente, ni es lo que esperan del Partido Popular todos los almerienses. Estas son las “peleítas” a las que el defensor del pueblo se refería estos días y que no nos dejan a los políticos nada bien ante los ciudadanos, al menos así lo creo yo.
Resulta absolutamente insólita la postura del Partido Popular y su negativa a pedirle al Gobierno de Rajoy unas obras que son de su estricta competencia. Ya lo han hecho con el soterramiento, con la llegada del Ave y ahora lo hacen con la Balsa del Sapo. Estas actuaciones, para reducir la lámina de agua y acabar con los graves problemas en la zona, fueron declaradas de Interés General por el Gobierno de Aznar en 1998 y están encomendadas a Acuamed por encargo del anterior Gobierno socialista en España, lo que demuestra que la desfachatez del PP a la hora de afrontar la solución definitiva al problema existente en la Cañada de las Norias y de no asumir sus responsabilidades no conoce límites y, lo que es peor, confirma que la voluntad política del Gobierno de España, con Rajoy al frente, para resolver de forma definitiva el problema de la Balsa del Sapo es nula.
En el Parlamento andaluz, que fue donde se vio este asunto, le ofrecimos al partido popular la posibilidad de rectificar y dirigir su petición al Gobierno de España pero su negativa puso de manifiesto que no tienen intención alguna de pedirle al Gobierno de Rajoy lo que si le pedían al de Zapatero.
Y me explico. En el año 2010 en el Senado, su portavoz, Pio García Escudero, pedía al Gobierno de España lo que el PP pide ahora al Gobierno de Andalucía y en el Congreso de los Diputados la Diputada por Almería, la Sra. Navarro, pedía lo mismo al Gobierno de Zapatero. Un poquito de coherencia no les vendría mal.
Con esta actitud, descarada y carente de cualquier resquicio moral, el Partido Popular escenifica una descomunal traición a los intereses generales de los vecinos del Poniente, perdiendo la coherencia por intereses de partido, al dirigir su iniciativa al Parlamento andaluz en lugar de tramitarla allí donde le pueden dar respuesta o solución, en las Cortes Generales y en el Gobierno de España. No se preocupen nosotros sí lo haremos.
Todos los grupos políticos estamos de acuerdo en que es un problema grave que afecta a muchas viviendas, que afecta a invernaderos que se encuentran abandonados por encontrarse inundados o que obligan a realizar una explotación de los mismos en condiciones de gran sacrificio y dificultad, luchando a diario contra la altura de la lamina de agua.
Todos compartimos también que en caso de importantes lluvias durante el año, se podrían producir daños de extraordinaria importancia en la zona pero no es serio ni coherente pedir una cosa al Gobierno de España cuando es de otro color político y negarte a pedir lo mismo cuando los que gobiernan son de tu propio partido. No es serio ni coherente, ni es lo que esperan del Partido Popular todos los almerienses. Estas son las “peleítas” a las que el defensor del pueblo se refería estos días y que no nos dejan a los políticos nada bien ante los ciudadanos, al menos así lo creo yo.
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