lunes, 1 de octubre de 2012
Tomadura de pelo
El pasado jueves, en una comparecencia que sembró más dudas que certezas, la vicepresidenta del Gobierno junto a los ministros De Guindos y Montoro, se presentaron ante los ciudadanos con las cuentas del Estado para el próximo año sin que se concretara la letra pequeña de los Presupuestos Generales del Estado. Sí se habló en esa rueda de prensa de grandes cifras macroeconómicas, de previsiones y del cumplimiento estricto de las exigencias de la Comisión Europea. Incluso el ministro De Guindos aseguró que las cuentas españolas van más allá de lo que se nos pide, sin que hasta ahora nadie se haya dignado a explicar a los ciudadanos qué es realmente lo que se nos pide. Rajoy se gana las felicitaciones de Bruselas cada dos semanas y sin embargo cada día nos acercamos un poco más al abismo. Algo no cuadra.
“La austeridad permanente nos lleva a la recesión permanente”. No sólo lo digo yo, que también. Esta frase se la he escuchado estos días al que fuese ministro de Aznar, Josep Piqué, al valorar los Presupuestos para 2013. El PP ya no engaña ni a los suyos y mucho menos al común de los ciudadanos que ven que el Gobierno español está repitiendo los mismos errores que los de Portugal o Grecia. ¿Quién cree a estas alturas que lo que en esos países no ha dado resultado lo vaya a dar en el nuestro?
Lo que quedó meridianamente claro es que los Presupuestos se llevarán casi 40.000 millones en intereses de deuda, una auténtica sangría económica que el Ejecutivo de Rajoy no ha sido capaz de frenar en los meses que lleva gobernando este país y a sus ciudadanos. Las cuentas contemplan más ingresos por las subidas del IRPF y el IVA, algo absolutamente contradictorio teniendo en cuenta que se sigue destruyendo empleo y que la recesión sigue en escalada. Esto significa ni más ni menos que las cifras que se han presentado son absolutamente irreales y se fían a las reformas estructurales anunciadas por el Ejecutivo. 43 leyes en las que, mucho nos tememos, se incluirán las verdaderas intenciones de este Gobierno.
Como decía, desconocemos absolutamente la letra pequeña de las cifras para 2013 y solo se nos ha dicho que más o menos es seguro las pensiones subirán el 1% para consumar, y esto es irrefutable, un nuevo engaño a todos nuestros mayores. Ya sabemos dónde se fue el uno por ciento de este año y les pongo un sencillo ejemplo: para una pensión de 600 euros, el 1% supone una subida de 6 euros. Sólo con el pago de las medicinas y el techo de 8 euros por pago de medicamentos para las rentas más bajas, el saldo ya es negativo. Añádanle a esto las subidas del IBI, IRPF, luz, gas, teléfono… y verán dónde termina también esta nueva y pírrica subida. Rajoy también “vende” que se mantiene la compensación por la desviación del IPC – faltaría más –puesto que aunque su deseo fuese otro, así está establecido por Ley con el consenso de todos los grupos políticos. Estamos, por lo tanto, ante una nueva tomadura de pelo en toda regla se mire como se mire.
A Rajoy le duraron los presupuestos anteriores diez días. ¿Cuánto van a durar estos? No lo sabemos, no sabemos si la estrategia será la misma que la de entonces, presentar unas cuentas del Estado con unas cifras que luego se ven drásticamente reducidas a través de Decretos Ley. Así ocurrió en Abril con el recorte de 10.000 millones en sanidad y educación o unos meses más tarde con la subida de impuestos y el recorte de los sueldos a los funcionarios. Muchos nos preguntamos si lo que realmente está haciendo el Gobierno del Partido Popular es ganar tiempo para sortear con un poco de aire las elecciones autonómicas en el País Vasco y en Galicia. El tiempo, como se suele decir, dará y quitará razones pero recuerden que en nuestra Comunidad ya sucedió algo similar en marzo de este mismo año. Desde Andalucía no nos cansaremos en reclamar al Ejecutivo central que la comunidad autónoma reciba el 17,8 por ciento de la inversión total en los Presupuestos para cumplir con la Disposición Adicional Tercera del Estatuto de Autonomía, que establece que la inversión estatal sea equivalente al peso poblacional de Andalucía en el conjunto del Estado. No queremos ni más ni menos, solo lo que nos corresponde. Esperemos que el Gobierno central no haga lo que ya hizo en los Presupuestos de abril cuando no tuvo en cuenta esta obligación estatutaria y Andalucía recibió 1800 millones de euros menos. Confío en que el PP de Andalucía y de Almería, esta vez sí, se pongan de lado de los andaluces y almerienses. Los ciudadanos no entenderían otra cosa.
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