La semana que acaba ha dejado a los andaluces un compromiso por parte del Gobierno andaluz que para sí lo quisieran millones de ciudadanos que viven en otras comunidades: La preservación del modelo social público en la comunidad -el de la sanidad gratuita y universal para todos y una educación que garantiza la igualdad de oportunidades- por mucho que el PP lo amenace desde Madrid con sus políticas de austeridad mal entendidas y de control del déficit público. Esa promesa, realizada por el presidente de la Junta, Pepe Griñán, contribuirá sin duda a dar algo de confianza a muchas familias que lo están pasando más que mal y que poco optimistas pueden ser con tanto desempleo y con tanta desigualdad promovidas por el PP.
A ayudarlos a ellos a salir de una crisis que se ve alimentada por las continuas decisiones erróneas del Gobierno de España, a ayudar a esas 15.000 familias que en Almería subsisten sin ningún ingreso y a las 41.400 que tienen a todos sus miembros en paro, van dirigidos todos los esfuerzos del Ejecutivo andaluz. Los socialistas trabajamos con tres claves, muy diferentes a las de la derecha de este país, centradas en la igualdad de oportunidades; en promover estímulos desde la Administración para colaborar en el crecimiento económico y en la recuperación de la confianza en la política y las instituciones, logrando la participación activa de los ciudadanos.
Esas ideas se traducen en ejemplos muy sencillos de entender y que vivimos en nuestro día a día: Donde otros aplican el repago sanitario, nosotros lo evitamos, lo limitamos o introducimos mecanismos que hacen innecesario adelantar el dinero; donde otros privatizan hospitales, nosotros garantizamos su carácter público, gratuito y universal ya que, no lo olvidemos tampoco, donde otros excluyen a los inmigrantes, nosotros los atendemos sin discriminación. La misma que evitamos cuando desde el Gobierno de Andalucía se anuncia la decisión, ante los planes del Ministerio de Educación de endurecer los criterios de nota media para poder acceder a becas compensatorias, garantizar a los alumnos no universitarios que cumplan con todos los requisitos en cuanto a asignaturas aprobadas y situación económica pero no el de superar el aprobado ayudas de hasta 1.500 euros para evitar que se le exija más esfuerzo a los que menos tienen.
Esa misma acción justa y solidaria lleva al Gobierno de Griñán a realizar un esfuerzo titánico para mantener los derechos adquiridos por miles de andaluces a través de la Ley de Dependencia, asumiendo buena parte de la financiación que corresponde al Estado –en estos momentos la Junta soporta el 75% de su coste pese a ser una norma estatal- y aguantando que, para colmo, nos quiten de un plumazo 250 millones que deberían de ir destinados a esas personas especialmente vulnerables y necesitadas de ayuda.
“Todo sea por ajustar las cuentas del Estado -debieron de pensar los ministros andaluces del PP cuando se quedaron con esa cantidad-, que luego vienen los bancos y Merkel y no nos cuadra la caja”. Y así seguimos, con los españoles poniendo a disposición de las entidades financieras mucho dinero para solucionar sus errores y, a pesar de ello, sin que el Gobierno del PP encuentre respuesta a los problemas de los ciudadanos que han sido víctimas de esos errores. Ni en la dación en pago, ni para las preferentes ni en los desahucios donde, otra vez la Junta, ha dado un paso al frente y haciendo uso de sus competencias ha puesto en marcha un procedimiento por el que se expropia temporalmente a bancos y cajas de las viviendas de las que pretenden desalojar a familias en riesgo de exclusión social.
Pero volviendo al Debate de la Comunidad y las medidas desgranadas por Griñán, me van a permitir antes de terminar esta reflexión compartida que resalte una por su carácter positivo y por convertirse en la esperanza de miles de desempleados de cara a encontrar un empleo temporal: La dotación de otros 200 millones para un Plan de Choque de Empleo que se sumará al ya puesto en marcha y que comienza a dar sus frutos a través de las acciones propias de rehabilitación de centros educativos y trabajos en materia agrícola como con la contratación iniciada por los ayuntamientos, pero pagada por la Junta de Andalucía, para llevar a cabo diferentes obras municipales.
Esa lucha contra el desempleo junto con la apuesta por un nuevo modelo que prime los factores productivos, el conocimiento, la investigación y la transferencia de la ciencia a la empresa será, precisamente, lo que nos podrá llevar a garantizar el modelo social público de la comunidad. Y en ese ambicioso camino marcado por el presidente de la Junta no está solo, ya que la elaboración de esa estrategia se está consensuando con el conjunto de la sociedad a través del Pacto por Andalucía. Y por supuesto, estamos a su lado todos los socialistas almerienses que también en estos días, como no podía ser de otra manera, hemos respaldado su decisión de no volver a presentarse como candidato a la Junta en las próximas elecciones en una clara y sabia elección sobre la necesaria renovación de la clase política.
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