Una presidenta valiente

Hoy toma posesión de su cargo la que se ha convertido en la primera presidenta de la Junta de Andalucía, una mujer comprometida con este tiempo, con la realidad de Andalucía y los andaluces. Susana Díaz toma el relevo de José Antonio Griñán, abriendo una nueva etapa de esperanza y optimismo, redefiniendo nuestro modelo productivo para que nuestra economía pueda crecer y generar empleo, salvaguardando el estado del bienestar que el Partido Popular está liquidando sin miramientos.

Los andaluces y andaluzas no quieren renunciar a sus derechos, no quieren que nadie les toque los avances que hemos conseguido con mucho esfuerzo en los últimos años, de ahí que el nuevo Gobierno andaluz vaya a dedicar la mayor parte de los presupuestos del próximo año precisamente a eso, a garantizar una sanidad, unos servicios sociales y una educación que responda al principio de igualdad de oportunidades que los socialistas llevamos incrustado en los genes.

Con el cambio de Gobierno, con Susana Díaz como presidenta, asistimos a un momento histórico en Andalucía al concurrir dos circunstancias muy especiales. Por primera vez una mujer va a representar a todos los hombres y todas las mujeres de nuestra Comunidad, pero también supone un cambio generacional que supondrá avance y progreso para nuestra tierra.

Compromiso firme, fortaleza de ideas, transparencia para una ciudadanía activa que reclama mayores cuotas de participación, de democracia. Esto es lo que nos propone la presidenta andaluza, un Gobierno a pie de calle que camine junto a los ciudadanos y un espejo en el que se pueda mirar el resto de España.

La generosidad y la entrega de José Antonio Griñán han permitido que los andaluces asistamos a este cambio, al dar un paso atrás para que Andalucía de un paso adelante. Un ejemplo que confronta con la actitud del Partido Popular que cada vez que da un paso adelante es para que Andalucía, los andaluces, los almerienses, demos un paso atrás.

Andalucía es hoy un referente en el mantenimiento de los servicios públicos gracias a Pepe Griñán. Si la sanidad, la educación y la dependencia siguen siendo un derecho para todos los andaluces es gracias a Griñán, que ha levantado un muro en Andalucía frente a la demoledora maquinaria que ha puesto en marcha la derecha contra los ciudadanos y, especialmente, contra los colectivos más desfavorecidos, en una estrategia indigna y humillante.

Esa herencia es la que recoge Susana Díaz para asentar estos derechos y propiciar un cambio, valiente y audaz que promueva los avances necesarios para mejorar el funcionamiento de las instituciones públicas, para luchar con todos los instrumentos a nuestro alcance contra la corrupción y posibilitar que los ciudadanos se acerquen a la política y se vean reflejados en ella.

El mensaje de la presidenta del Gobierno andaluz destila valentía, esperanza e ilusión, compromiso y humildad, trabajo, esfuerzo y una voluntad enorme por sacar a esta tierra de la crisis sin que nadie se quede atrás. Estoy convencido de que con esas premisas, nos encontramos en el camino correcto para ganar el presente y el futuro.