Cada mes asistimos a la publicación de las cifras del paro y a su valoración. En Almería hay varios fenómenos muy llamativos detrás de esos datos. Si baja el paro fuera de Almería, aquí sube o si baja el desempleo en unos determinados meses de cada año, sube en otros meses de ese mismo año, de manera que siempre estamos en el mismo sitio, en los 7.000 parados más que tiene Almería desde que gobierna el PP.
Durante los dos años y medio de Rajoy al frente del Ejecutivo, el paro en Almería roza mes tras mes los 80.000 parados sin que se vislumbre un cambio de tendencia positivo que nos haga pensar que a corto o a medio plazo se verá esa luz al final del túnel que vaticinan los dirigentes del Partido Popular.
Si analizamos dónde está cebándose el desempleo en estos años en Almería, los datos arrojan una situación realmente preocupante en el sector servicios. La pequeña y mediana empresa, los autónomos que son la principal fuente de empleo de Almería, son la cara, con nombres y apellidos, de los que están detrás de la mayor bolsa de desempleo en nuestra provincia.
Esta semana he coincidido con varias personas de ese ámbito profesional que me han trasladado su realidad, que es justo la que se ve en los datos del paro, o en el pesimismo que detalla la última encuesta del CIS, y que reflejan una situación muy diferente a la felicidad que la vicepresidenta del Gobierno de España, Soraya Sáenz de Santamaría, ve por las calles.
Un taxista me decía hace unos días que el pasado mes de mayo había sido el peor en muchos años. El propietario de un comercio de una de las calles más céntricas de Almería me reconocía que no había vendido prácticamente nada y un profesional se lamentaba de hacer facturado 700 euros durante el pasado mes.
La falta de consumo, la asfixia de las familias o el empobrecimiento de los pensionistas, ha provocado un verdadero problema en nuestra provincia que golpea duramente al sector servicios. Ponerle freno a esta situación es una emergencia en nuestra provincia y para eso todos tenemos que poner de nuestra parte. Planes de empleo, planes de financiación para pequeñas y medianas empresas, como los que la presidenta Susana Díaz está aprobando o ha negociado con la banca en estos meses, marcan el camino a seguir.
Es necesario que esas medidas se acompañen con el esfuerzo de todos, desde lo público y desde el ámbito privado. Esta es la reflexión y la pregunta que vengo haciéndoles en los últimos meses al presidente del PP y de la Diputación de Almería, Gabriel Amat, o a alcaldes como el de la capital, Luis Rogelio Rodríguez: ¿Van a seguir de brazos cruzados?
Durante los dos años y medio de Rajoy al frente del Ejecutivo, el paro en Almería roza mes tras mes los 80.000 parados sin que se vislumbre un cambio de tendencia positivo que nos haga pensar que a corto o a medio plazo se verá esa luz al final del túnel que vaticinan los dirigentes del Partido Popular.
Si analizamos dónde está cebándose el desempleo en estos años en Almería, los datos arrojan una situación realmente preocupante en el sector servicios. La pequeña y mediana empresa, los autónomos que son la principal fuente de empleo de Almería, son la cara, con nombres y apellidos, de los que están detrás de la mayor bolsa de desempleo en nuestra provincia.
Esta semana he coincidido con varias personas de ese ámbito profesional que me han trasladado su realidad, que es justo la que se ve en los datos del paro, o en el pesimismo que detalla la última encuesta del CIS, y que reflejan una situación muy diferente a la felicidad que la vicepresidenta del Gobierno de España, Soraya Sáenz de Santamaría, ve por las calles.
Un taxista me decía hace unos días que el pasado mes de mayo había sido el peor en muchos años. El propietario de un comercio de una de las calles más céntricas de Almería me reconocía que no había vendido prácticamente nada y un profesional se lamentaba de hacer facturado 700 euros durante el pasado mes.
La falta de consumo, la asfixia de las familias o el empobrecimiento de los pensionistas, ha provocado un verdadero problema en nuestra provincia que golpea duramente al sector servicios. Ponerle freno a esta situación es una emergencia en nuestra provincia y para eso todos tenemos que poner de nuestra parte. Planes de empleo, planes de financiación para pequeñas y medianas empresas, como los que la presidenta Susana Díaz está aprobando o ha negociado con la banca en estos meses, marcan el camino a seguir.
Es necesario que esas medidas se acompañen con el esfuerzo de todos, desde lo público y desde el ámbito privado. Esta es la reflexión y la pregunta que vengo haciéndoles en los últimos meses al presidente del PP y de la Diputación de Almería, Gabriel Amat, o a alcaldes como el de la capital, Luis Rogelio Rodríguez: ¿Van a seguir de brazos cruzados?
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