Todos los medios de comunicación, no solo los provinciales sino también los de tirada regional o nacional, han recogido en sus páginas el insufrible viaje que tienen que padecer los almerienses para ir en tren a Sevilla. El viaje reivindicativo organizado por la Mesa del Ferrocarril ha tenido, en ese sentido, el efecto deseado: que se conozca la realidad por la que pasa la provincia de Almería, que ya es algo. El impacto del esperpéntico viaje ha sido recogido por la prensa escrita, las radios y la televisión, y ha tenido también una gran repercusión en las redes sociales, en las que muchos usuarios se sumaron a la protesta.
Para los que a estas alturas no conozcan el detalle de lo que está ocurriendo, debo explicarles que el viaje a Sevilla comenzó a las seis y cuarto de la mañana en la Estación de Almería. A esa hora los integrantes de la Mesa del Ferrocarril, entre los que se encontraban un numeroso grupo de cargos públicos del PSOE, subieron en un tren que les llevó hasta Granada. Allí, tuvieron que bajar de ese tren y coger un autobús hasta Antequera para, a continuación, descender del mismo y subirse a otro tren que, finalmente, les llevaría hasta su destino. Tras seis horas de viaje y dos transbordos, los participantes en este viaje reivindicativo llegaron a Sevilla sumidos en una enorme frustración. Y eso que aún quedaba el viaje de vuelta, que duraría el mismo tiempo y en el que realizarían los mismos transbordos. Un disparate, una broma de mal gusto, se mire por donde se mire.
Una vez conseguido el objetivo de llegar a la capital hispalense, me parece importante resaltar la sensibilidad demostrada por la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, con este grave problema que sufre la provincia. Mientras que el Gobierno de Rajoy, que es quien tiene las competencias para subsanar esta incalificable situación, sigue sin recibir a la Mesa del Ferrocarril o se niega a comparecer en las Cortes - para explicar, por ejemplo, el parón que sufren las obras del Ave entre Almería y Murcia - Susana Díaz recibió en el Parlamento andaluz a la delegación almeriense que, armada de una infinita dosis de paciencia, se había plantado en Sevilla.
La presidenta del Gobierno andaluz trasladó, de esta forma, a los integrantes de la Mesa, poco antes de que tuvieran la oportunidad de reunirse con la Comisión de Fomento del Parlamento, su voluntad de mediar para que se avance en la mejora de las infraestructuras ferroviarias de Almería. El compromiso de Susana Díaz, contrasta, como decía, con lo que ocurre en Madrid, hasta dónde la Mesa llegará en las próximas semanas tras otro tedioso viaje en tren, éste de casi siete horas. Veremos entonces si el Gobierno de Rajoy se retrata con Almería o sigue mirando hacia otro lado, tal y como lo ha hecho durante cuatro años o durante estos meses en los que se encuentra en funciones.
Los socialistas hemos sido muy reivindicativos durante la pasada legislatura en todas estas cuestiones y nos hemos mantenido firmes en las necesidades de la provincia. Por eso, también le hemos trasladado a la Mesa del Ferrocarril que suscribimos una por una todas las medidas que se reclaman. Este compromiso va más allá de quien gobierne en España en los próximos años. Entendemos que Almería no puede esperar más, que tenemos que impulsar todos juntos, sin medias tintas, sin matices, las mejoras por ferrocarril y por avión que necesitamos para salir cuanto antes de este atolladero en el que nos encontramos. En ese sentido, desde el PSOE tendemos la mano al conjunto de la sociedad para tocar las puertas que sean necesarias y seguir reclamando lo que consideramos que es de justicia para Almería.
Para los que a estas alturas no conozcan el detalle de lo que está ocurriendo, debo explicarles que el viaje a Sevilla comenzó a las seis y cuarto de la mañana en la Estación de Almería. A esa hora los integrantes de la Mesa del Ferrocarril, entre los que se encontraban un numeroso grupo de cargos públicos del PSOE, subieron en un tren que les llevó hasta Granada. Allí, tuvieron que bajar de ese tren y coger un autobús hasta Antequera para, a continuación, descender del mismo y subirse a otro tren que, finalmente, les llevaría hasta su destino. Tras seis horas de viaje y dos transbordos, los participantes en este viaje reivindicativo llegaron a Sevilla sumidos en una enorme frustración. Y eso que aún quedaba el viaje de vuelta, que duraría el mismo tiempo y en el que realizarían los mismos transbordos. Un disparate, una broma de mal gusto, se mire por donde se mire.
Una vez conseguido el objetivo de llegar a la capital hispalense, me parece importante resaltar la sensibilidad demostrada por la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, con este grave problema que sufre la provincia. Mientras que el Gobierno de Rajoy, que es quien tiene las competencias para subsanar esta incalificable situación, sigue sin recibir a la Mesa del Ferrocarril o se niega a comparecer en las Cortes - para explicar, por ejemplo, el parón que sufren las obras del Ave entre Almería y Murcia - Susana Díaz recibió en el Parlamento andaluz a la delegación almeriense que, armada de una infinita dosis de paciencia, se había plantado en Sevilla.
La presidenta del Gobierno andaluz trasladó, de esta forma, a los integrantes de la Mesa, poco antes de que tuvieran la oportunidad de reunirse con la Comisión de Fomento del Parlamento, su voluntad de mediar para que se avance en la mejora de las infraestructuras ferroviarias de Almería. El compromiso de Susana Díaz, contrasta, como decía, con lo que ocurre en Madrid, hasta dónde la Mesa llegará en las próximas semanas tras otro tedioso viaje en tren, éste de casi siete horas. Veremos entonces si el Gobierno de Rajoy se retrata con Almería o sigue mirando hacia otro lado, tal y como lo ha hecho durante cuatro años o durante estos meses en los que se encuentra en funciones.
Los socialistas hemos sido muy reivindicativos durante la pasada legislatura en todas estas cuestiones y nos hemos mantenido firmes en las necesidades de la provincia. Por eso, también le hemos trasladado a la Mesa del Ferrocarril que suscribimos una por una todas las medidas que se reclaman. Este compromiso va más allá de quien gobierne en España en los próximos años. Entendemos que Almería no puede esperar más, que tenemos que impulsar todos juntos, sin medias tintas, sin matices, las mejoras por ferrocarril y por avión que necesitamos para salir cuanto antes de este atolladero en el que nos encontramos. En ese sentido, desde el PSOE tendemos la mano al conjunto de la sociedad para tocar las puertas que sean necesarias y seguir reclamando lo que consideramos que es de justicia para Almería.
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