Se nos va 2016 y con él otro año, y ya van cinco, sin que se haya ejecutado ni un solo euro de lo presupuestado por el Gobierno de Rajoy para la provincia de Almería, que acumula ya una deuda cercana a los 500 millones de euros en partidas comprometidas en los Presupuestos Generales del Estado de los últimos cinco años. Gran parte de este dinero, como todo el mundo sabe, estaba destinado a continuar con las obras del AVE entre Almería y Murcia que comenzó el anterior gobierno socialista. Sin embargo, esas obras, lejos de proseguir, se paralizaron y el dinero destinado a ellas voló de Almería hacia otras provincias.
Con todo, lo peor es la cara de tontos que se nos ha quedado a los almerienses, año tras año, al comprobar que el Partido Popular no ha tenido ningún reparo en engañarnos al incluir en la ley de Presupuestos lo que nunca estuvo dispuesto a hacer, tal y como ha venido demostrando. Todas las excusas, las declaraciones huecas, las promesas incumplidas…, han quedado retratadas como el mayor fraude que se le ha hecho a esta provincia.
En ese saco sin fondo en el que se ha convertido la reiteración del engaño, también podemos meter las últimas declaraciones del nuevo ministro de Fomento que, siguiendo la senda de su antecesora, se atreve a hacer bromas del tipo “soy razonablemente optimista con que se recuperen los trabajos del AVE en Almería”. Efectivamente, solo se puede calificar de chiste una declaración de este tipo en una tierra que lleva esperando desde 2012 a que el PP ponga un mísero raíl nuevo en la todavía imaginaria vía de Alta Velocidad.
Como decía, estamos muy cerca de terminar el año y la realidad es desoladora también en otras materias muy importantes para la provincia, como es el caso de las infraestructuras hídricas o eléctricas, que de la misma manera estaban proyectadas y que igualmente duermen el sueño de los justos. Me estoy refiriendo a la desaladora del Bajo Almanzora, que contaba este año con una partida de más de 22 millones de euros para su reparación, y a la línea eléctrica Vera-Baza, que el Gobierno de Rajoy dejó fuera de de la Planificación del Sistema Eléctrico nacional para el periodo 2014-2020, provocando la pérdida de decenas de millones de euros en inversiones y de cuantiosos puestos de trabajo.
Este año que se acaba, los socialistas hemos vuelto a plantear en las Cortes, a través de distintas iniciativas, que el Gobierno ponga en marcha las medidas necesarias para recuperar ambos proyectos en el menor plazo de tiempo posible, porque es imposible que Almería pueda perder más tiempo. Sencillamente, no disponemos de más margen para subirnos al mismo tren de desarrollo y progreso con el que compiten otras provincias.
En lo referente a los servicios públicos, es evidente que no podemos afrontar un año más la infrafinanciación que sufre la dependencia por parte del Estado, una ley que cumple en estos días diez años y que es todo un orgullo para este país. El Gobierno de Rajoy tiene que volver a destinar el 50% de la inversión a este derecho, tal y como se estipuló en su día, para que en el conjunto de Andalucía y de Almería puedan ser atendidas todas las personas que lo necesiten.
2017, por lo tanto, tiene que ser el año en el que se recuperen derechos y todo aquello en lo que no se ha invertido, a pesar de estar comprometido. Con ese ánimo vamos a trabajar los socialistas para que, en febrero, cuando se presenten los Presupuestos Generales del Estado, el Gobierno dé respuestas a una provincia que ha mantenido olvidada, arrinconada y castigada durante demasiado tiempo. Debemos hacerle saber al PP que Almería no va a permitir este nuevo año ni un solo desplante más. Ni uno más.
Con todo, lo peor es la cara de tontos que se nos ha quedado a los almerienses, año tras año, al comprobar que el Partido Popular no ha tenido ningún reparo en engañarnos al incluir en la ley de Presupuestos lo que nunca estuvo dispuesto a hacer, tal y como ha venido demostrando. Todas las excusas, las declaraciones huecas, las promesas incumplidas…, han quedado retratadas como el mayor fraude que se le ha hecho a esta provincia.
En ese saco sin fondo en el que se ha convertido la reiteración del engaño, también podemos meter las últimas declaraciones del nuevo ministro de Fomento que, siguiendo la senda de su antecesora, se atreve a hacer bromas del tipo “soy razonablemente optimista con que se recuperen los trabajos del AVE en Almería”. Efectivamente, solo se puede calificar de chiste una declaración de este tipo en una tierra que lleva esperando desde 2012 a que el PP ponga un mísero raíl nuevo en la todavía imaginaria vía de Alta Velocidad.
Como decía, estamos muy cerca de terminar el año y la realidad es desoladora también en otras materias muy importantes para la provincia, como es el caso de las infraestructuras hídricas o eléctricas, que de la misma manera estaban proyectadas y que igualmente duermen el sueño de los justos. Me estoy refiriendo a la desaladora del Bajo Almanzora, que contaba este año con una partida de más de 22 millones de euros para su reparación, y a la línea eléctrica Vera-Baza, que el Gobierno de Rajoy dejó fuera de de la Planificación del Sistema Eléctrico nacional para el periodo 2014-2020, provocando la pérdida de decenas de millones de euros en inversiones y de cuantiosos puestos de trabajo.
Este año que se acaba, los socialistas hemos vuelto a plantear en las Cortes, a través de distintas iniciativas, que el Gobierno ponga en marcha las medidas necesarias para recuperar ambos proyectos en el menor plazo de tiempo posible, porque es imposible que Almería pueda perder más tiempo. Sencillamente, no disponemos de más margen para subirnos al mismo tren de desarrollo y progreso con el que compiten otras provincias.
En lo referente a los servicios públicos, es evidente que no podemos afrontar un año más la infrafinanciación que sufre la dependencia por parte del Estado, una ley que cumple en estos días diez años y que es todo un orgullo para este país. El Gobierno de Rajoy tiene que volver a destinar el 50% de la inversión a este derecho, tal y como se estipuló en su día, para que en el conjunto de Andalucía y de Almería puedan ser atendidas todas las personas que lo necesiten.
2017, por lo tanto, tiene que ser el año en el que se recuperen derechos y todo aquello en lo que no se ha invertido, a pesar de estar comprometido. Con ese ánimo vamos a trabajar los socialistas para que, en febrero, cuando se presenten los Presupuestos Generales del Estado, el Gobierno dé respuestas a una provincia que ha mantenido olvidada, arrinconada y castigada durante demasiado tiempo. Debemos hacerle saber al PP que Almería no va a permitir este nuevo año ni un solo desplante más. Ni uno más.
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