La moción de censura impulsada por el PSOE, que ha permitido desalojar a Mariano Rajoy de La Moncloa, ha abierto un nuevo tiempo en la política española. En este periodo que estrenamos y que recibimos con una enorme satisfacción, los socialistas vamos a trabajar con ilusión y esperanza, como ya hicimos cuando llevamos este país a la modernidad de la mano de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, los dos presidentes que impulsaron las grandes transformaciones y conquistas sociales de las que hoy disfrutamos en nuestro país, como son la sanidad y la educación públicas, la dependencia o la igualdad.
La moción aprobada este viernes es perfectamente legítima, tal y como establece el artículo 113 de nuestra Constitución. Se trata de una herramienta que tienen los grupos políticos cuando se rompe la confianza entre la mayoría de la cámara y el Ejecutivo. Y, efectivamente, esa confianza quedó definitivamente rota el día en que se confirmó que, como mínimo, Rajoy ha convivido en el PP con la corrupción y la ha consentido, lo cual sólo puede aportar inseguridad e inestabilidad al país.
Los jueces han ratificado que el PP es un partido corrupto: es el único partido condenado por corrupción en democracia y este hecho dejaba al Gobierno y al país en una situación insostenible, por la enorme indignación social generada.
En el relato armado durante estos días por el PP, sin embargo, todo ha sido culpa de los demás, las sentencias que hemos conocido están equivocadas y la moción de censura es antidemocrática. En fin, no ha habido ni un atisbo de autocrítica ni una sola reflexión de lo que ha llevado a este abismo al Partido Popular y a su presidente.
Durante la moción de censura, además, Mariano Rajoy confirmó su indignidad, despreciando el trabajo del Congreso al ausentarse. Las ocho horas que pasó en un restaurante mientras que en la Cámara Baja se estaba debatiendo la moción de censura hacia su persona son el mejor símbolo de la arrogancia con la que el expresidente ha vivido sus últimos días al frente de España. Rajoy, enrocado en una realidad paralela, insistía en negarse a asumir las responsabilidades políticas que toda España le exigía tras el conocimiento de la sentencia de la Gürtel.
En esta situación, el PSOE no podía quedarse de brazos cruzados. Por eso, de nuevo en la historia democrática de este país, hemos asumido la responsabilidad de dar un paso adelante para tomar las riendas, desalojar del gobierno a un PP marcado por la corrupción y sacar al país del callejón en el que lo ha metido Rajoy.
Pedro Sánchez, nuestro secretario general y nuevo presidente del Gobierno, ha actuado por responsabilidad, ha conseguido el apoyo mayoritario parlamentario, y por eso va a gobernar en España. Los socialistas estamos orgullosos de haber cumplido nuestro deber, volviendo a anteponer los intereses del país a los de nuestro partido. Siempre lo hemos hecho así, la ciudadanía lo sabe y lo ha podido comprobar una vez más.
En resumen, tras lo sucedido este viernes sentimos una enorme satisfacción: tenemos a un socialista al frente del Gobierno de España, a nuestro secretario general, Pedro Sánchez, y eso es bueno para el país y también es bueno para Andalucía. A nuestra tierra siempre le ha ido mejor con un presidente socialista en La Moncloa.
Desde Andalucía, desde Almería, por tanto, vamos a dar lo mejor de nosotros y nosotras para apoyar al Gobierno socialista de España, sacar adelante al país y que pueda enfrentar los importantes retos que tiene por delante con fortaleza y seguridad.
La moción aprobada este viernes es perfectamente legítima, tal y como establece el artículo 113 de nuestra Constitución. Se trata de una herramienta que tienen los grupos políticos cuando se rompe la confianza entre la mayoría de la cámara y el Ejecutivo. Y, efectivamente, esa confianza quedó definitivamente rota el día en que se confirmó que, como mínimo, Rajoy ha convivido en el PP con la corrupción y la ha consentido, lo cual sólo puede aportar inseguridad e inestabilidad al país.
Los jueces han ratificado que el PP es un partido corrupto: es el único partido condenado por corrupción en democracia y este hecho dejaba al Gobierno y al país en una situación insostenible, por la enorme indignación social generada.
En el relato armado durante estos días por el PP, sin embargo, todo ha sido culpa de los demás, las sentencias que hemos conocido están equivocadas y la moción de censura es antidemocrática. En fin, no ha habido ni un atisbo de autocrítica ni una sola reflexión de lo que ha llevado a este abismo al Partido Popular y a su presidente.
Durante la moción de censura, además, Mariano Rajoy confirmó su indignidad, despreciando el trabajo del Congreso al ausentarse. Las ocho horas que pasó en un restaurante mientras que en la Cámara Baja se estaba debatiendo la moción de censura hacia su persona son el mejor símbolo de la arrogancia con la que el expresidente ha vivido sus últimos días al frente de España. Rajoy, enrocado en una realidad paralela, insistía en negarse a asumir las responsabilidades políticas que toda España le exigía tras el conocimiento de la sentencia de la Gürtel.
En esta situación, el PSOE no podía quedarse de brazos cruzados. Por eso, de nuevo en la historia democrática de este país, hemos asumido la responsabilidad de dar un paso adelante para tomar las riendas, desalojar del gobierno a un PP marcado por la corrupción y sacar al país del callejón en el que lo ha metido Rajoy.
Pedro Sánchez, nuestro secretario general y nuevo presidente del Gobierno, ha actuado por responsabilidad, ha conseguido el apoyo mayoritario parlamentario, y por eso va a gobernar en España. Los socialistas estamos orgullosos de haber cumplido nuestro deber, volviendo a anteponer los intereses del país a los de nuestro partido. Siempre lo hemos hecho así, la ciudadanía lo sabe y lo ha podido comprobar una vez más.
En resumen, tras lo sucedido este viernes sentimos una enorme satisfacción: tenemos a un socialista al frente del Gobierno de España, a nuestro secretario general, Pedro Sánchez, y eso es bueno para el país y también es bueno para Andalucía. A nuestra tierra siempre le ha ido mejor con un presidente socialista en La Moncloa.
Desde Andalucía, desde Almería, por tanto, vamos a dar lo mejor de nosotros y nosotras para apoyar al Gobierno socialista de España, sacar adelante al país y que pueda enfrentar los importantes retos que tiene por delante con fortaleza y seguridad.
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