Los 18 millones de euros entregados esta semana a 373 agricultores de nuestra provincia por la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y el consejero de Agricultura, Rodrigo Sánchez, son sólo una muestra del importantísimo apoyo que el Gobierno andaluz está prestando a la agricultura de Almería; un apoyo incondicional, que se traduce, no sólo en dinero, sino también en la defensa a hierro de los intereses de los agricultores almerienses, que siguen tirando de la economía de nuestra provincia pese al complejo escenario en el que se están viendo obligados a desenvolverse.
La presidenta de la Junta lo puso negro sobre blanco en su visita del miércoles pasado a Almería, cuando defendió que hay que promover salarios dignos y precios justos si queremos facilitar la incorporación de jóvenes a la agricultura. Además, también advirtió de que hay que blindar la PAC, porque Andalucía se juega que 240.000 familias reciban o no 1.700 millones de euros.
Susana Díaz recordó que, si los objetivos de Europa para los próximos años son luchar contra la despoblación y proteger el planeta del cambio climático, quien mejor ha trabajado por esos objetivos ha sido el sector agroalimentario andaluz. Por estas razones, y porque supone el sustento de miles de familias, el campo almeriense merece el compromiso y el trabajo de todas las administraciones públicas.
La Junta de Andalucía está dando el mejor ejemplo de ese compromiso. Estas ayudas para la modernización de explotaciones suponen, como digo, la llegada a las fincas de Almería de 18 millones de euros. Hay que destacar que el presupuesto inicial de esta línea de ayudas era de 30 millones de euros para el conjunto de la comunidad autónoma, aunque finalmente esta cifra se ha aumentado hasta los 90 millones, el triple de lo previsto. Esta circunstancia ha supuesto una mayor complejidad en el proceso, pero también ha permitido que se incremente de manera significativa el número de personas beneficiarias, de manera que serán finalmente 2.372 los solicitantes que contarán con estos incentivos.
A esta línea de ayudas para la modernización de explotaciones hay que sumar otros 30 millones de euros que repartirá la Consejería de Agricultura dentro del Plan Renove de Invernaderos, un plan de gran importancia para la provincia de Almería, que se convocará este mes de septiembre y que va a permitir que, hasta el año 2022, se inviertan 100 millones de euros en la puesta al día de las explotaciones bajo plástico más antiguas, lo que permitirá aumentar notablemente su productividad.
Junto a estos dos planes, también hay que destacar los incentivos para la incorporación de jóvenes a la agricultura, que van a tener una convocatoria extraordinaria este mes de septiembre, por valor de 30 millones de euros adicionales. Esta cantidad se suma a los 168 millones que ya se han destinado a estas ayudas hasta la fecha y que han permitido que 2.700 jóvenes andaluces reciban un importe medio de 50.000 euros para ayudarles a arrancar en la actividad agraria.
Este apoyo del PSOE y de la Junta de Andalucía al campo almeriense contrasta con la desidia que ha demostrado el PP hacia las necesidades de nuestra agricultura durante los 7 años de gobierno de Mariano Rajoy, en los que ni siquiera se tomaron medidas para solucionar el déficit de agua que padecemos.
Pese a esta y otras dificultades, nuestro campo sigue siendo ejemplo en toda España. El sector agroalimentario almeriense sigue siendo el más dinámico de todo el país y, en justo reconocimiento, siempre va a encontrar en el Gobierno andaluz de Susana Díaz un cómplice y un aliado.
La presidenta de la Junta lo puso negro sobre blanco en su visita del miércoles pasado a Almería, cuando defendió que hay que promover salarios dignos y precios justos si queremos facilitar la incorporación de jóvenes a la agricultura. Además, también advirtió de que hay que blindar la PAC, porque Andalucía se juega que 240.000 familias reciban o no 1.700 millones de euros.
Susana Díaz recordó que, si los objetivos de Europa para los próximos años son luchar contra la despoblación y proteger el planeta del cambio climático, quien mejor ha trabajado por esos objetivos ha sido el sector agroalimentario andaluz. Por estas razones, y porque supone el sustento de miles de familias, el campo almeriense merece el compromiso y el trabajo de todas las administraciones públicas.
La Junta de Andalucía está dando el mejor ejemplo de ese compromiso. Estas ayudas para la modernización de explotaciones suponen, como digo, la llegada a las fincas de Almería de 18 millones de euros. Hay que destacar que el presupuesto inicial de esta línea de ayudas era de 30 millones de euros para el conjunto de la comunidad autónoma, aunque finalmente esta cifra se ha aumentado hasta los 90 millones, el triple de lo previsto. Esta circunstancia ha supuesto una mayor complejidad en el proceso, pero también ha permitido que se incremente de manera significativa el número de personas beneficiarias, de manera que serán finalmente 2.372 los solicitantes que contarán con estos incentivos.
A esta línea de ayudas para la modernización de explotaciones hay que sumar otros 30 millones de euros que repartirá la Consejería de Agricultura dentro del Plan Renove de Invernaderos, un plan de gran importancia para la provincia de Almería, que se convocará este mes de septiembre y que va a permitir que, hasta el año 2022, se inviertan 100 millones de euros en la puesta al día de las explotaciones bajo plástico más antiguas, lo que permitirá aumentar notablemente su productividad.
Junto a estos dos planes, también hay que destacar los incentivos para la incorporación de jóvenes a la agricultura, que van a tener una convocatoria extraordinaria este mes de septiembre, por valor de 30 millones de euros adicionales. Esta cantidad se suma a los 168 millones que ya se han destinado a estas ayudas hasta la fecha y que han permitido que 2.700 jóvenes andaluces reciban un importe medio de 50.000 euros para ayudarles a arrancar en la actividad agraria.
Este apoyo del PSOE y de la Junta de Andalucía al campo almeriense contrasta con la desidia que ha demostrado el PP hacia las necesidades de nuestra agricultura durante los 7 años de gobierno de Mariano Rajoy, en los que ni siquiera se tomaron medidas para solucionar el déficit de agua que padecemos.
Pese a esta y otras dificultades, nuestro campo sigue siendo ejemplo en toda España. El sector agroalimentario almeriense sigue siendo el más dinámico de todo el país y, en justo reconocimiento, siempre va a encontrar en el Gobierno andaluz de Susana Díaz un cómplice y un aliado.
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