El próximo 28 de abril, con nuestro voto, podremos decidir si nuestro país continúa avanzando, ganando en derechos y en justicia social o si, por el contrario, queremos retroceder 40 años.
Decir que, en unas elecciones, es mucho lo que nos jugamos resulta ya un clásico, pero en esta ocasión en más cierto que nunca. La irrupción de la extrema derecha en el Parlamento de Andalucía y la posibilidad real de un efecto contagio en las Cortes Generales ha provocado el nerviosismo de la derecha clásica (PP) y la ‘nueva vieja’ derecha (Cs), cuyos discursos se han radicalizado hasta el punto de resultar ya, en muchos aspectos, indistinguibles del que mantiene Vox.
Nunca ha sido tan importante que los ciudadanos que queremos una España libre y de futuro vayamos a votar, porque todo se va a decidir el 28 de abril. La mañana siguiente ya estará todo dicho, puesto que si las tres derechas suman, no tardarán en ponerse de acuerdo para formar un gobierno ultraconservador, como han hecho en Andalucía.
Aquí, la derecha radical impuso sus condiciones a PP y Cs para que pudieran formar gobierno y lo volverá a hacer cada vez que haya que aprobar en el Parlamento un presupuesto o alguna medida relevante. El que maneja los hilos es Vox, un partido en blanco y negro, que representa todo aquello que creíamos enterrado.
PP, Cs y Vox aspiran a repetir en el resto de España el acuerdo al que han llegado en Andalucía. Por eso es tan necesario que la izquierda actúe en bloque para frenar esta amenaza. El PSOE es la única fuerza capaz de hacer de dique de contención de las derechas. Cada voto que reciba el PSOE será un voto útil para frenar a la derecha.
Por lo demás, nuestros 140 años de historia como partido y nuestra hoja de servicios con España nos avalan. El PSOE ha sido el partido que ha hecho posibles los grandes avances sociales de este país: la educación pública, la sanidad pública, la dependencia, el matrimonio homosexual, la ley de igualdad… En estos últimos nueve meses de gobierno de Pedro Sánchez, no sólo hemos realizado una gestión económica ejemplar –creciendo por encima de las principales potencias europeas y alcanzando niveles de creación de empleo similares a los de antes de la crisis–, sino que además hemos aprobado una subida histórica del Salario Mínimo Interprofesional, hemos subido las pensiones y hemos revertido algunos de los recortes más graves que hizo el PP en materia de educación, salud y dependencia.
Pese a lo conseguido, seguimos teniendo mucho por hacer. Podemos conseguir la España que queremos y por eso pido a los almerienses que voten futuro y voten al PSOE el próximo domingo.
Decir que, en unas elecciones, es mucho lo que nos jugamos resulta ya un clásico, pero en esta ocasión en más cierto que nunca. La irrupción de la extrema derecha en el Parlamento de Andalucía y la posibilidad real de un efecto contagio en las Cortes Generales ha provocado el nerviosismo de la derecha clásica (PP) y la ‘nueva vieja’ derecha (Cs), cuyos discursos se han radicalizado hasta el punto de resultar ya, en muchos aspectos, indistinguibles del que mantiene Vox.
Nunca ha sido tan importante que los ciudadanos que queremos una España libre y de futuro vayamos a votar, porque todo se va a decidir el 28 de abril. La mañana siguiente ya estará todo dicho, puesto que si las tres derechas suman, no tardarán en ponerse de acuerdo para formar un gobierno ultraconservador, como han hecho en Andalucía.
Aquí, la derecha radical impuso sus condiciones a PP y Cs para que pudieran formar gobierno y lo volverá a hacer cada vez que haya que aprobar en el Parlamento un presupuesto o alguna medida relevante. El que maneja los hilos es Vox, un partido en blanco y negro, que representa todo aquello que creíamos enterrado.
PP, Cs y Vox aspiran a repetir en el resto de España el acuerdo al que han llegado en Andalucía. Por eso es tan necesario que la izquierda actúe en bloque para frenar esta amenaza. El PSOE es la única fuerza capaz de hacer de dique de contención de las derechas. Cada voto que reciba el PSOE será un voto útil para frenar a la derecha.
Por lo demás, nuestros 140 años de historia como partido y nuestra hoja de servicios con España nos avalan. El PSOE ha sido el partido que ha hecho posibles los grandes avances sociales de este país: la educación pública, la sanidad pública, la dependencia, el matrimonio homosexual, la ley de igualdad… En estos últimos nueve meses de gobierno de Pedro Sánchez, no sólo hemos realizado una gestión económica ejemplar –creciendo por encima de las principales potencias europeas y alcanzando niveles de creación de empleo similares a los de antes de la crisis–, sino que además hemos aprobado una subida histórica del Salario Mínimo Interprofesional, hemos subido las pensiones y hemos revertido algunos de los recortes más graves que hizo el PP en materia de educación, salud y dependencia.
Pese a lo conseguido, seguimos teniendo mucho por hacer. Podemos conseguir la España que queremos y por eso pido a los almerienses que voten futuro y voten al PSOE el próximo domingo.
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