Ni Almería ni su Universidad llevan 25 años esperando la cesión del edificio de la Tesorería General de la Seguridad Social –un inmueble del Estado, situado en el Paseo de la capital y utilizado por la Junta de Andalucía desde las transferencias autonómicas– para convertirlo en una sede de la Universidad en el centro de la ciudad.
¿Están llenas las hemerotecas de los periódicos de estos 25 años de noticias que se refieran a ese edificio del paseo como sede para la UAL? Pues no. Esa es una de las pruebas de esta mentira.
La Universidad de Almería no lleva 25 años reclamando el edificio de la Tesorería de la Seguridad Social; 25 son los años que la Junta y el Estado llevan luchando por tener esas dependencias en el Paseo de Almería para sus servicios territoriales en Almería. Por lo tanto, mezclarlo con la aspiración de la Universidad de contar con una sede en el centro de la ciudad es no saber muy bien dónde se está, ni para qué. O quizás sí, ¿para mentir?
La Universidad siempre ha tenido la aspiración de contar con una sede en el centro de Almería y algunos rectores pensaron en el Hospital Provincial, en el edificio de Hacienda o en el Cuartel Militar, entre otros lugares. El actual rector pensó primero en la Escuela de Arte y después planteó al subdelegado del Gobierno de España en Almería, Manuel de la Fuente, en su primera reunión tras llegar Pedro Sánchez a la Moncloa, la opción del edificio de la Tesorería de la Seguridad Social en el Paseo, cuya planta superior visitaron una tarde de septiembre, allá por 2018. Manuel de la Fuente informó al rector de que la Junta de Andalucía tenía cedidas por el Estado desde los años 90 la planta baja y la primera y que iba a pedir su devolución al Estado para posteriormente ceder todo el edificio a la Universidad y que, así, esta hiciera realidad su aspiración de tener una sede en el centro de Almería. Ahí empezó toda la historia de la cesión del edificio de la Tesorería General de la Seguridad Social a la Universidad, en el verano de 2018, hace poco más de 2 años: ni 21, ni 24, ni 25 ni 26.
Fue hace poco más de dos años cuando el rector puso sus ojos en este edificio, que le enseñó Manuel de la Fuente, y ese es el tiempo que llevan Almería y su Universidad esperando a que la Junta de Andalucía le entregue al Estado las llaves de la primera planta y que el Consejo de Gobierno acuerde la devolución de la planta baja.
En febrero de este año, el Partido Popular pretendió aparecer como el padre y la madre de la idea, apuntándose algo que no habían hecho y en cuya génesis nada habían tenido que ver. Ahora, ocho meses después, siguen sin hacer lo que a bombo y platillo dijeron que iban a hacer: devolverle unas llaves al Estado y tomar un acuerdo en el Consejo de Gobierno para devolverle una planta del edificio. En su desfachatez, incluso le atribuyen mérito al alcalde de Almería, cuando no ha movido ni un músculo para que la Universidad tenga una sede en el centro de Almería. Peor aún: en los 17 años que lleva gobernando la derecha en la ciudad de Almería, ¿el Ayuntamiento ha movido solo un dedo para ceder un edificio a la UAL? ¿El Estado, en tiempos de Rajoy, actuó para ceder ese u otro edificio a la UAL? ¿Se hizo algo en tiempos de Aznar? Evidentemente, la respuesta a todas estas preguntas es que no.
Tengo una amiga que siempre me dice que al santo que hay que ponerle una vela se le pone y al que hay que quitársela se le quita. Pues eso.
Si mañana la delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía entrega al Estado las llaves y el Consejo de Gobierno de Moreno Bonilla toma el acuerdo de entregarle la planta baja al Estado, nos alegraremos de ello. No nos molesta, al contrario: es lo que estamos deseando.
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