El verano, con su final del curso político y sus atascos playeros, es el mejor momento del año para que proliferen polémicas estériles. La de este año está teniendo como protagonista al Corredor Mediterráneo, esa línea de tren para mercancías que unirá Algeciras con Francia, bordeando -como su propio nombre indica- la costa mediterránea. El pasado mes de marzo, el Ministerio de Fomento presentó el Estudio Técnico de este proyecto y todo parecía estar bien claro hasta que alguien –no ha quedado muy claro ni quién ni cómo- empezó a extender el rumor de que el Corredor Mediterráneo no pasaría por Almería… ¡sino por Madrid!
Desde ese momento, el Gobierno de España ha tenido que emplearse en desmentir un rumor que, se mire por donde se mire, no tiene sentido. Resulta absurdo pensar que el Corredor Mediterráneo no vaya a pasar por el Mediterráneo o decir que su construcción está en juego, cuando hace sólo cuatro meses el Ministerio de Fomento estaba explicando los detalles del proyecto.
En marzo se aseguró que el Corredor iría de Cataluña a Algeciras, pasando por la Comunidad Valenciana y la costa andaluza, y el Ministerio puso en valor este recorrido, explicando, incluso, que estos territorios concentran más del 40% de la población española y del PIB nacional.
La simple publicación del Estudio Técnico debería ser suficiente para desmontar la idea de que el Corredor pueda pasar por otro sitio distinto al anunciado, pero podemos ir más allá. ¿Cómo no va a pasar el Corredor Mediterráneo por Almería, si ya se está construyendo? Cuando cojan la A7 en dirección a Murcia, miren a la derecha a la altura de Sorbas: lo que conocemos como “las obras del AVE” son las obras del Corredor Mediterráneo. ¿Puede haber otra prueba mejor?
El Corredor Mediterráneo es una obra de vital importancia para la economía andaluza. Potenciará nuestra industria, nuestra agricultura y la actividad portuaria. Lo sabe el Gobierno andaluz, lo sabe el Gobierno de España y lo sabemos todos los socialistas almerienses.
Por eso hemos decidido presentar una moción en la Diputación Provincial y en todos los ayuntamientos de Almería, solicitando el apoyo expreso al trabajo que está haciendo el Gobierno de España en lo que se refiere al Corredor Mediterráneo. Porque eso, y no otra cosa, es lo que necesita el Gobierno de Zapatero: sentir el aliento de los ciudadanos y el apoyo de todas las administraciones justo ahora, cuando está luchando para que la UE incluya este proyecto como una prioridad en la política de transporte europea.
De aprobarse esa inclusión entre las prioridades europeas en materia de transporte ferroviario, la UE aportaría más dinero para la construcción del Corredor Mediterráneo. Dicho de otra manera: lo que ahora está en juego no es la construcción o no de esta línea de ferrocarril, sino qué cantidad va a aportar Europa para que terminemos la obra.
El compromiso del PSOE con esta infraestructura no admite duda. Ésta es la primera vez que el Gobierno de España prioriza el Corredor Mediterráneo en sus peticiones ante Europa. El PP pudo hacerlo en 2003, pero Aznar y Arenas pensaron que ese no era un tema importante, a pesar de que Loyola de Palacio era por entonces la comisaria europea de Transportes.
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