Los jóvenes, las clases medias trabajadoras, los pensionistas y los dependientes van a ser quienes carguen con el peso de los ajustes acordados por el nuevo Gobierno. Por mucho que Rajoy y los suyos se empeñen en repetir lo contrario, las medidas que nos han regalado esta Navidad no dejan lugar a dudas.
Aunque en la campaña electoral hicieron pocas promesas, los ‘populares’ no han tenido reparos en empezar a incumplirlas desde el mismo momento en que han hecho justo lo que decían que no harían si llegaban al Gobierno. A los pensionistas, Rajoy les aseguró que subiría las pensiones… y ahora intenta engañarlos. Sí, las pensiones subirán un 1%, pero en el último año el coste de la vida ha subido mucho más. Por no hablar de que, vía subida de impuestos, a muchos de ellos el Gobierno les recaudará tanto como les ha subido o más.
Con los dependientes, la actuación del nuevo Gobierno no tiene calificativos. La decisión de paralizar la aplicación de la Ley de Dependencia, para que no puedan incorporarse nuevos beneficiarios al sistema supone, en la práctica, que personas que necesitan cuidados no van a poder recibirlos. Sólo en Almería, más de 3.700 personas que ya habían sido reconocidas como dependientes y estaban a la espera de empezar a recibir la ayuda se van a quedar sin cobrarla.
A los jóvenes, el Gobierno de Rajoy ha empezado a cerrarles puertas, en lugar de abrírselas. Los jóvenes españoles hoy tienen menos razones que nunca para confiar en su futuro. El Gobierno ha suprimido las ayudas para la emancipación, dificultándoles que puedan salir de casa de sus padres; ha reducido las inversiones en I+D+i, oscureciendo el futuro de muchos estudiantes; y ha decidido reducir de forma drástica las oposiciones para la función pública, frustrando la expectativas de muchos jóvenes que llevaban años estudiando.
Por lo demás, esa derecha que dijo llamarse centro, pero que nunca ha estado del lado de los trabajadores, ha vuelto a hacer lo que lleva en su ADN: privilegiar a las clases pudientes y hacer que el peso lo carguen las clases medias trabajadoras. De hecho, dos terceras partes de lo que el Gobierno espera recaudar con la subida de impuestos aprobada saldrán del IRPF, es decir, de las rentas del trabajo de las clases medias. Por no hablar de los funcionarios, que pagarán más impuestos y trabajarán más cobrando lo mismo, lo que en la práctica es igual que bajarles el sueldo… algo que Rajoy siempre criticó, hasta que se ha visto gobernando.
Pero lo peor de todo es que todos estos ajustes no servirán para nada. Las medidas que ha aprobado el Gobierno no sólo no estimulan el consumo ni el crecimiento, sino que lo paralizan, al mermar la capacidad de consumo del grueso de la población: las clases medias trabajadoras. Y sin consumo, no habrá ni crecimiento económico ni creación de empleo, que es lo que hace falta.
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