Justamente dentro de un mes, los andaluces acudiremos a las urnas para decidir nuestro futuro. Antes, el martes próximo, festejaremos nuestro Día, el de la aprobación de nuestra Autonomía, que desde 1980 ha permitido situar a Andalucía como un referente de desarrollo económico y social.
Me siento muy orgulloso de Andalucía y de su gente, como la que acaba de recibir el justo reconocimiento a su trabajo y calidad personal. Carmen Dolores Martín Berenguer, María Dolores Requena Romero, Sensi Falán y Patricia Rosales son cuatro almerienses que en su persona y trayectoria representan lo que es nuestra tierra, cuyo escudo recibieron el jueves en el acto conmemorativo de nuestro Estatuto.
Carmen es una joven realidad del deporte del balonmano, María Dolores se ha proclamado dos veces campeona mundial de kickboxing. Patricia se ha convertido en una de las más reconocidas diseñadoras de calzado de alta costura y Sensi, una hija de La Chanca, es reconocida poetisa y artista. Sus méritos son producto de su calidad personal y símbolo de los avances experimentados por la sociedad andaluza en los últimos treinta años.
Lo mismo puedo decir de quienes el jueves recibieron la bandera de Andalucía. Un club deportivo, una comunidad de usuarios de agua de la comarca de Níjar, los servicios sociales comunitarios de la Junta de Andalucía, la asociación de las academias de formación, los voluntarios del Teléfono de la Esperanza, la SAT Biosabor, entidad que agrupa a las empresas licenciatarias de la marca Parque Natural de Andalucía, las innovadoras empresas marmolistas agrupadas en Idispaces, el servicio de Hemodinámica de la Unidad de Gestión Clínica de Cardiología de Torrecárdenas y las amas de casa ejidenses de Virgen del Carmen.
Todos ellos suman ilusión y sacrificio personal en una sociedad almeriense pujante, innovadora y segura de sí misma, a pesar de las dificultades que nos pone en el camino una crisis mundial desatada por los especuladores y que el Gobierno del Partido Popular con sus recortes, subidas de impuestos y reformas está acrecentando en las clases medias trabajadoras.
No es casualidad que hayan sido gobiernos del PSOE, valientes, progresistas y decididos, los que han transformado nuestra sociedad en las últimas tres décadas. Cualquier ciudadano sabe que valora más lo que tiene cuando está en riesgo de perderlo. En Andalucía gozamos de un sistema social en el que priman la igualdad de oportunidades, el desarrollo y amparo de los derechos civiles, la protección de los más necesitados y el empuje a los emprendedores. Todo esto forma parte de nuestra realidad y es necesario tenerlo presente para saber quiénes somos y por dónde queremos seguir caminando.
Los hombres y mujeres socialistas defendemos nuestra tierra, nuestra historia y nuestra identidad. Y lo hacemos especialmente ahora frente a las agresiones del PP y de su gobierno, que ponen en duda nuestra capacidad y la eficaz gestión pública desarrollada en estas décadas. Es una burda estrategia electoralista que los propios ciudadanos andaluces sabrán valorar cuando seamos convocados a las urnas.
Mientras Arenas se dedica a medrar en su partido y a poner los intereses de Andalucía al servicio de su jefe Rajoy, los socialistas seguiremos trabajando para que los andaluces sigan confiando en el PSOE como el único partido que realmente lucha por sus intereses.
Andalucía ha hablado siempre muy claro cuando ha podido expresar libremente su voluntad. La derecha no lo ha entendido nunca y nos lo ha hecho pagar cuando ha tenido oportunidad, como ocurrió en los mandatos de Aznar y como vemos estos días en los que ponen en entredicho o simplemente niegan la gestión realizada.
Me siento muy orgulloso de Andalucía y de su gente, como la que acaba de recibir el justo reconocimiento a su trabajo y calidad personal. Carmen Dolores Martín Berenguer, María Dolores Requena Romero, Sensi Falán y Patricia Rosales son cuatro almerienses que en su persona y trayectoria representan lo que es nuestra tierra, cuyo escudo recibieron el jueves en el acto conmemorativo de nuestro Estatuto.
Carmen es una joven realidad del deporte del balonmano, María Dolores se ha proclamado dos veces campeona mundial de kickboxing. Patricia se ha convertido en una de las más reconocidas diseñadoras de calzado de alta costura y Sensi, una hija de La Chanca, es reconocida poetisa y artista. Sus méritos son producto de su calidad personal y símbolo de los avances experimentados por la sociedad andaluza en los últimos treinta años.
Lo mismo puedo decir de quienes el jueves recibieron la bandera de Andalucía. Un club deportivo, una comunidad de usuarios de agua de la comarca de Níjar, los servicios sociales comunitarios de la Junta de Andalucía, la asociación de las academias de formación, los voluntarios del Teléfono de la Esperanza, la SAT Biosabor, entidad que agrupa a las empresas licenciatarias de la marca Parque Natural de Andalucía, las innovadoras empresas marmolistas agrupadas en Idispaces, el servicio de Hemodinámica de la Unidad de Gestión Clínica de Cardiología de Torrecárdenas y las amas de casa ejidenses de Virgen del Carmen.
Todos ellos suman ilusión y sacrificio personal en una sociedad almeriense pujante, innovadora y segura de sí misma, a pesar de las dificultades que nos pone en el camino una crisis mundial desatada por los especuladores y que el Gobierno del Partido Popular con sus recortes, subidas de impuestos y reformas está acrecentando en las clases medias trabajadoras.
No es casualidad que hayan sido gobiernos del PSOE, valientes, progresistas y decididos, los que han transformado nuestra sociedad en las últimas tres décadas. Cualquier ciudadano sabe que valora más lo que tiene cuando está en riesgo de perderlo. En Andalucía gozamos de un sistema social en el que priman la igualdad de oportunidades, el desarrollo y amparo de los derechos civiles, la protección de los más necesitados y el empuje a los emprendedores. Todo esto forma parte de nuestra realidad y es necesario tenerlo presente para saber quiénes somos y por dónde queremos seguir caminando.
Los hombres y mujeres socialistas defendemos nuestra tierra, nuestra historia y nuestra identidad. Y lo hacemos especialmente ahora frente a las agresiones del PP y de su gobierno, que ponen en duda nuestra capacidad y la eficaz gestión pública desarrollada en estas décadas. Es una burda estrategia electoralista que los propios ciudadanos andaluces sabrán valorar cuando seamos convocados a las urnas.
Mientras Arenas se dedica a medrar en su partido y a poner los intereses de Andalucía al servicio de su jefe Rajoy, los socialistas seguiremos trabajando para que los andaluces sigan confiando en el PSOE como el único partido que realmente lucha por sus intereses.
Andalucía ha hablado siempre muy claro cuando ha podido expresar libremente su voluntad. La derecha no lo ha entendido nunca y nos lo ha hecho pagar cuando ha tenido oportunidad, como ocurrió en los mandatos de Aznar y como vemos estos días en los que ponen en entredicho o simplemente niegan la gestión realizada.
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