lunes, 4 de junio de 2012

Tres avisos al PP


Ha comenzado el mes de junio con altas temperaturas no solamente en el aspecto climatológico sino también en el político. Todos los indicadores, todas las señales que nos llegan desde el Gobierno y desde los organismos internacionales ponen en cuestión que las cosas se estén haciendo bien o simplemente con algo de sentido común. Con la prima de riesgo disparada y “los avisos”, los toques de atención de la Comisión Europea al Gobierno de Rajoy, el termómetro ha cruzado la línea de la moderación para instalarse en la de la gravedad.

En su documento de recomendaciones a España, la Comisión ha advertido esta semana de los aspectos negativos que presenta la reforma laboral aprobada por el Ejecutivo De Rajoy, señalando que puede conducir, a corto plazo, a un aumento del desempleo. Tras destacar que el período de prueba de un año introducido en la Reforma está muy por encima de los límites fijados por el Estatuto de los Trabajadores, la Comisión afirma que podría ser utilizado por las empresas como contrato de facto temporal, de baja calidad y con cero costes de despido. ¿Les suena todo esto? Así es, se lo han dicho a Rajoy desde la calle, por carta y en manifestación, ciudadanos y sindicatos, sin éxito alguno.

Sobre la subida del IRPF, la Comisión Europea señala en su documento que los incrementos temporales de los impuestos directos van en la dirección contraria a la recomendación del Consejo, ya que aumentan más la carga fiscal directa e impiden que el sistema tributario español pueda favorecer el crecimiento. Lógico, si el bolsillo tiene menos dinero, las familias consumen menos y sin consumo hay despidos. Pues no lo entienden.

El tercer aviso lo ha dado el Banco Central Europeo que ha rechazado el plan del Gobierno para el rescate de Bankia. El PSOE, ante la gravedad de la situación, ha decidido solicitar en el Congreso una Comisión de Investigación tras exigir, desde que estalló el escándalo, que el Gobierno diera explicaciones y que se depuraran responsabilidades. La catastrófica gestión de este proceso por parte del Gobierno ha generado una profunda desconfianza entre accionistas, ahorradores, inversores y sociedad en general, agravada por la reciente comparecencia del presidente Rajoy en la sede de su partido, en la que se demostró que carece de un plan para afrontar los problemas de esta entidad.

El PP, de manera absolutamente irresponsable, ha obstaculizado y obstruido las comparecencias que el Grupo Socialista había solicitado en el Parlamento para esclarecer el caso, con luz y taquígrafos. ¿Qué tiene que ocultar Rajoy o qué quiere que no sepamos todos los ciudadanos que somos, al fin y al cabo, los que terminamos pagando todos estos desmanes? No es admisible que los populares impidan que se den explicaciones con todo lujo de detalles a la opinión pública, al Parlamento y a la ciudadanía sobre qué ha pasado en Bankia; por qué necesita 23.000 millones; cómo se va a gestionar la entidad a partir de ahora y cómo se va a garantizar que el dinero público que se aporte no se pierda y sea usado de forma eficiente.

El PSOE es consciente de que el PP, con su voto mayoritario, posiblemente impedirá la constitución de esta Comisión. Sea como sea, el PSOE seguirá poniendo todo su empeño en que se produzcan las comparecencias que se solicitaron (Rato, Blesa, Olivas, Fernández Ordóñez,…) porque no es de recibo, ni democráticamente aceptable, que se pretenda hurtar al Parlamento el debate sobre un asunto tan alarmante. Impedir esta investigación o estas comparecencias solo generará más desconfianza y más “avisos”. De momento, me he detenido en estos tres aunque son bastantes más, que por razón de espacio se quedan en el tintero, y que abundan en la sensación de que cada día son más los ciudadanos que piensan que este Gobierno no sólo es un desastre sino también un auténtico fraude.

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