Almería dejará de recibir este año más de 34,5 millones de euros por la decisión del Gobierno de no actualizar ni revalorizar las pensiones. Los datos, fríos pero sumamente elocuentes, ponen de manifiesto que en la provincia almeriense existen 94.690 pensionistas, que tendrán que afrontar pérdidas que van de los 286 euros para las pensiones más bajas, hasta los 1.140 euros de las más altas.
La decisión del Ejecutivo de Rajoy es propia de un Gobierno embustero y ha sido tomada con premeditación, al haberse retrasado el anuncio, como todos recordarán, hasta que pasaron las elecciones autonómicas de Galicia, el País Vasco y Cataluña. Es decir, ha vuelto a utilizar la misma estrategia que en las elecciones andaluzas, cuando no quiso dar los detalles del Presupuesto de 2012, para intentar arañar así un mayor número de votos.
La repercusión de esta medida va más allá de los pensionistas, puesto que también supone poner menos dinero en circulación, lo que hará que retroceda aún más el consumo. Estamos de nuevo ante una mala decisión, que nos conduce a una recesión aún mayor. Los 34,5 millones de euros que dejarán de percibir los pensionistas almerienses en un momento como el que estamos viviendo, significan mucho dinero para la actividad económica, puesto que el pensionista lo gasta ayudando a la familia, consumiendo en los comercios, en servicios o incluso ahorra una parte, lo que también repercutía, de alguna forma, en el sistema financiero.
Según los datos que ha publicado el INE, la tasa de ahorro de los hogares bajó al cierre de septiembre de 2012 hasta el 8,8%. El origen de los problemas para ahorrar está en la caída de la renta disponible, que bajó un 1,6% en el tercer trimestre. Además, los hogares han reducido el gasto en partidas como la alimentación, algo que hasta ahora se consideraba intocable, según se ha puesto de manifiesto a través de distintos indicadores económicos.
Todo esto ha repercutido de manera notable en los pensionistas, en nuestros mayores, que han visto reducida su capacidad económica, en más de 120 euros al mes, para afrontar los pagos habituales como consecuencia de las subidas de impuestos, de la luz, el repago farmacéutico y, especialmente, porque sus ingresos, tal y como comentaba al comienzo de esta columna, no han aumentado al mismo ritmo que el coste de la vida. El Gobierno de España ha actuado, por lo tanto, con ensañamiento contra los pensionistas y lo más grave es que no es la primera vez que le mete la mano en la cartera con el silencio cómplice del PP.
Este “regalo” del Partido Popular a los pensionistas para 2013 es solo una de las muchas medidas que tiene en la cabeza este Gobierno, de una derecha absolutamente desquiciada y radical que no para de “inventar” en contra de las personas, en contra de las familias humildes, en contra de enfermos, pensionistas y parados. Se ha llevado todo por delante en un ajusticiamiento social sin precedentes en la reciente historia de nuestra joven democracia. De manera perversa sitúa como culpables de la crisis a las víctimas de ella, sumando al castigo social y económico de los más desfavorecidos un sufrimiento moral que atenaza las perspectivas de futuro de centenares de miles de ciudadanos de este país.
La única buena noticia que tendrán los pensionistas de la provincia este año es que la Junta de Andalucía mantendrá en 2013 el complemento que les ingresa a quienes perciben pensiones no contributivas, lo que supone, para la mayoría de ellos, un pago extraordinario en enero de 113 euros. En la provincia de Almería existen 6.673 personas que cobran pensiones no contributivas, lo que arroja una cifra de inversión en la provincia de más 758.000 euros.
Frente a lo que está haciendo el Gobierno de la derecha en España, la Junta de Andalucía está demostrando que hay otra forma de gobernar. La manera de actuar del Gobierno andaluz es la evidencia de que existen alternativas al método de Rajoy, que consiste en hacer que siempre paguen los mismos.
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