El Partido Popular se ha enredado en los últimos días hasta unos límites difícilmente calificables a costa del proyecto de soterramiento del ferrocarril a su paso por la ciudad de Almería y su conexión con el puerto. Nadie entiende a estas alturas ni qué han querido decir los dirigentes populares, puesto que muchos se han expresado de manera contradictoria, o qué planes tienen para esta infraestructura. Todo es a estas alturas, como decía el poeta catalán Pere Quart, “relativo, aproximado y provisional”, cuando en realidad este asunto ha estado perfectamente consensuado, acordado y refrendado por los partidos políticos, administraciones de todos los signos y sociedad civil.
Del lacónico “Dios proveerá” del alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez Comendador, a modo de insulto a la inteligencia de todos los almerienses, al “el soterramiento nunca ha sido una realidad, no ha existido, por lo que no hay paralización” de la delegada del Gobierno de Rajoy en Andalucía, Carmen Crespo, el rosario de declaraciones de los populares no ha tenido desperdicio. Bueno, no todos han hablado. El presidente del partido popular de Almería y presidente de la Diputación, Gabriel Amat, no ha dicho todavía esta boca es mía. En este caso, el manido “ni está ni se le espera” parece que le va como anillo al dedo.
Lo que ha quedado meridianamente claro en este asunto es la división de opiniones y de afecciones personales y políticas que existe en la actualidad en el Partido Popular de Almería. Las pullas entre Luis Rogelio Rodríguez Comendador y Carmen Crespo no sólo se han adivinado sino que se han puesto sobre los papeles. Mientras que el alcalde de Almería lamentaba contradecir a la delegada del Gobierno, Carmen Crespo le recordaba a Luis Rogelio que en Granada se ha avanzado en una solución porque ese Ayuntamiento ha presentado una propuesta al Ministerio de Fomento. ¿Qué ha hecho el alcalde de la capital almeriense durante este tiempo para avanzar en el soterramiento? Va a ser que…nada. Y eso ha sido lo que parece ser que le ha reprochado la representante andaluza del Gobierno.
En medio, hemos tenido también las aportaciones fuera de lugar del diputado Rafael Hernando, soltando a diestro y siniestro panfletadas contra los intereses de esta ciudad y de todos los almerienses. Sus declaraciones solo han generado una profunda repulsa ciudadana y el estupor entre sus compañeros. Que Hernando diga que no hay dinero para infraestructuras, cuando unos instantes más tarde se puede comprobar fácilmente las inversiones y los proyectos que tiene el Gobierno de Rajoy en otros territorios es sencillamente inaceptable.
El Ministerio de Fomento anuncia inversiones millonarias, de hasta 120 millones de euros en Granada, y este pasado martes la ministra de Fomento, Ana Pastor, comunicaba la próxima licitación del acceso ferroviario al puerto de Barcelona y adelantaba que durante este año también saldrán a concurso las obras del acceso viario al puerto desde la ronda litoral. El partido popular en Almería dice que no hay dinero para el soterramiento en la ciudad pero calla que el 22% de las inversiones de 2013, en el sistema portuario de interés general, según ha afirmado la propia ministra de Fomento, se realizarán en Cataluña. Se dedicarán 128 millones de euros al puerto de Barcelona y 32 millones al de Tarragona. En definitiva hay dinero para Granada, para Barcelona, para el corredor mediterráneo hasta Murcia…, pero no para Almería.
Llegados a este punto sólo me queda exigirle al Partido Popular de Almería que ponga orden en todo este asunto, que se pongan a trabajar, que exijan a Rajoy que se cumplan todos los compromisos alcanzados y que no den ni un paso atrás ni para tomar impulso, porque nos estamos jugando mucho. Porque está en juego nuestro futuro.
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