Junt@s somos más fuertes

Que juntos, que juntas, somos más fuertes es una evidencia. El individuo, por sí mismo, tiene la capacidad de negarse a aceptar determinadas imposiciones y la obligación de mejorar, dentro de sus posibilidades, el entorno en el que vive. No se puede negar la oportunidad de transformación de la sociedad desde lo individual pero, sin duda alguna, cuando esa buena voluntad y acción se suma a la de miles de personas que comparten los mismos principios su fuerza y poder se amplifican.

Convencidos de que junt@s somos más fuertes, los socialistas andaluces hemos participado activamente en la conmemoración del Día de Andalucía con actos reivindicativos en los que lejos de enfrentarnos a nadie -como pretende hacer creer el sector más intolerante del PP-, pretendíamos recuperar el espíritu de lucha del propio 28F para garantizar nuestro autogobierno y dejar claro que los que vivimos en el sur de España no nos arrodillamos frente a las decisiones injustas dictadas desde Madrid.

Sobraban los motivos para salir a la calle, para demostrar simbólicamente que nos defendemos de las agresiones externas que los andaluces estamos sufriendo. Y es que la historia se repite treinta años después y un gobierno de derechas pone en grave riesgo nuestra autonomía, justificando en un entorno de crisis la toma de decisiones que nos impiden hacer nuestro propio camino para mirar el futuro con optimismo y nuevas oportunidades.

Pero no tengan la menor duda, y así lo está demostrando el PSOE andaluz cada día, de que la salida de la crisis pasa por ver la bandera de Andalucía, nuestro Estatuto y nuestras instituciones como la mejor garantía para ese objetivo. Con razones de peso sobre la mesa, el Gobierno de Rajoy no puede esperar de los andaluces que permanezcamos impasibles mientras que él conmemora el 28F con dos nuevas agresiones, que pasan por la negativa de la mitad del dinero que solicitamos al Fondo de Liquidez Autonómico y por recurrir por tercera vez la subasta de medicamentos planteada por el Gobierno andaluz.

El Gobierno del PP, y así lo seguiremos diciendo alto y claro, se está ensañando con Andalucía por el simple hecho de no compartir sus políticas de austeridad que nos llevan a la ruina económica y social, con miles de personas sufriendo al ver cómo tratan de cargarse la sanidad y la educación públicas, como ya han hecho con muchos otros derechos conseguidos durante décadas de esfuerzo.

El mejor modo de acabar con Andalucía, con el espíritu rebelde que plantea otros modos para salir de la crisis junto a los que más lo necesitan, es limitarnos nuestra autonomía financiera y política ya que si lo consiguen, piensan los populares, inevitablemente nos impedirán tomar nuestras propias elecciones. Ante eso, no queda más remedio que salir a la calle para decir basta ya de este trato al PP y para mostrarnos orgullosos de la senda que hemos recorrido hasta ahora, que se traduce en mejores servicios públicos priorizando la educación y la sanidad, en mejores infraestructuras y en un nuevo modelo económico sostenible puesto en marcha en el que la potenciación de sectores de vanguardia, como el de las renovables en Almería, junto con la modernización de los tradicionales permitan facilitar la creación de puestos de trabajo.

No se trata de ir contra el PP, que parece padecer de manía persecutoria, sino de mostrarle que su unilateralidad para determinar que es mejor de cara al futuro no es la mejor compañera. En lugar de ponerse a la defensiva y de sobrevalorarse a costa de despreciar a la ciudadanía, bien podrían ser algo constructivos y valorar este último 28F como el punto de partida para un gran Pacto por Andalucía, tal como ha propuesto el presidente de la Junta, José Antonio Griñán.

Aquí creemos en la capacidad de nuestra sociedad, que está llamada al diálogo con el objetivo de sumar voluntades para el avance de Andalucía y para salir de esta crisis siempre preservando nuestro modelo social y de convivencia. En esa sociedad, aunque a veces no lo parezca, también están los representantes y votantes del PP, a los que hay que pedir que se unan al llamamiento para poner toda nuestra energía en lo que realmente importa –el empleo, la sanidad, la educación, la cultura, la juventud, el mundo rural, la inclusión social, la igualdad de género, la transparencia y el modelo territorial-. Están aún está a tiempo de abrir los ojos para ver que eso, y no más dolor y menos autonomía, es lo que todos los demás queremos.