La misma música

El Partido Popular de Almería está utilizando la misma estrategia que tan malos resultados le ha dado a su partido a nivel nacional, en la gestión del caso Bárcenas, a raíz de las informaciones que se han publicado sobre su presunta financiación ilegal en la provincia durante más de diez años.

El PP ha negado rotundamente cualquier tipo de financiación ilegal la vez que anunciaba que pedirá responsabilidades por difamación. ¿Les suena esto de algo? Posiblemente recuerden que María Dolores de Cospedal interpuso una demanda en defensa de su honor contra Luis Bárcenas y otra - que finalmente ha retirado- contra la sociedad editora de El País por la publicación de la contabilidad manuscrita del extesorero.

Unos días antes, en una delirante intervención, el máximo dirigente del PP y presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, decía textualmente que todo lo publicado era falso, salvo alguna cosa. Ese reconocimiento explícito de que, efectivamente, se estaban contando algunas cosas que eran ciertas es lo que tiene desde entonces maniatado a Rajoy y a toda la cúpula del PP frente a Bárcenas.

Ese mismo hilo argumental también lo hemos encontrado en las declaraciones del alcalde-senador de Almería, Luis Rogelio Rodríguez Comendador, acerca de unas obras que la empresa que se encuentra en el ojo del huracán de todo esto, Hispano Almería, le habría hecho en su vivienda sin pasarle la factura. El alcalde capitalino reconoce que esta empresa le hizo una reforma pero que pagó de su bolsillo las obras. Es decir, reconoce parte de la información, como Rajoy: “Todo es falso, salvo alguna cosa”.

Las similitudes de este caso con Gürtel y el caso Bárcenas son extraordinarias. Se vuelve a hablar de una contabilidad B, de empresas que se benefician de adjudicaciones y que luego destinan un dinero al partido para que lo utilice en campañas electorales, y sobre todo de un presunto entramado que habría estado funcionando durante muchos años a través del presidente del PP almeriense, Gabriel Amat.

Más coincidencias. El PP de Almería no ha ofrecido ni una sola explicación sobre este asunto. Tampoco su partido a nivel nacional sobre Gürtel o Bárcenas dice nada, salvo disparatadas versiones de finiquitos diferidos, que todas sus cuentas están auditadas o que sus declaraciones de bienes son públicas, cuando la realidad es que no se puede auditar una caja B ni aparecen en las cuentas que fiscaliza Hacienda el dinero en negro que se recibe en sobres. Toda la música, como se ve, es la misma. La misma canción, la misma melodía y la misma letra.