¿Dónde ha estado escondido hasta ahora el parlamentario andaluz del Partido Popular Javier Arenas? No lo sabemos. La única certeza es que se presentó a las pasadas elecciones autonómicas como cabeza de cartel de la derecha de Almería, con la aspiración de ser presidente de la Junta de Andalucía, y que desde entonces no hemos vuelto a saber nada más de él, hasta hace unos días.
La elección del candidato a sustituir a Zoido al frente del PP andaluz ha devuelto a las fotografías a Arenas, al artesano de la operación por la que se ha colocado a Moreno Bonilla como líder espiritual de una derecha andaluza descolocada por el dedazo de Rajoy. El que fuera presidente del PP en Andalucía se vuelve a pasear por Andalucía, aunque ahora lo hace de la mano del todavía secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, para que no quede ninguna duda de quién es el que manda en el PP andaluz y, por tanto, quien ha sido el artista en la elección de Moreno.
La tarjeta de presentación de Juan Manuel Moreno es implacable, y no me refiero a su currículo. En la derogación de la Ley de Dependencia ha tenido un papel estelar, ya que con los cambios normativos que ha introducido su departamento Andalucía ha dejado de recibir 314 millones de euros para estos servicios. Las personas con discapacidad tampoco han escapado a sus recortes, a través de la reforma laboral y por la reducción de las ayudas para la integración o para la rehabilitación, además de los repagos a los que el Gobierno de Rajoy les ha obligado a hacer frente.
Mientras todas las alarmas se encienden y las mujeres siguen siendo asesinadas, el que ahora será máximo responsable del PP en Andalucía ha recortado el presupuesto destinado a combatir la violencia de género en más del 28% para que todo el mundo tenga claro cuál es su prioridad.
Como decía, el bagaje del nuevo líder de la derecha es demoledor, por mucho que se haga acompañar por el hermano menor de Amat- con ese cariño se tratan el presidente del PP de Almería y Javier Arenas- y termine haciéndose un “book” de fotos tan grande como el que engordó el político mejor pagado de Andalucía. Moreno lleva a sus espaldas tanto sufrimiento infligido a los más vulnerables que difícilmente va a poder defender nada de lo que ha hecho o ha dejado de hacer.
Tampoco parece que pasearse con Arenas sea una decisión acertada. La cercanía del “campeón” andaluz a los tejemanejes de Bárcenas junto a su inseparable Juan José Matarí, otro ilustre diputado del PP almeriense, puede terminar convirtiéndose en una compañía peligrosa, de alto voltaje y “sobre-saltos”. Lo único cierto es que con Moreno Bonilla ha vuelto el que ya no estaba.
La elección del candidato a sustituir a Zoido al frente del PP andaluz ha devuelto a las fotografías a Arenas, al artesano de la operación por la que se ha colocado a Moreno Bonilla como líder espiritual de una derecha andaluza descolocada por el dedazo de Rajoy. El que fuera presidente del PP en Andalucía se vuelve a pasear por Andalucía, aunque ahora lo hace de la mano del todavía secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, para que no quede ninguna duda de quién es el que manda en el PP andaluz y, por tanto, quien ha sido el artista en la elección de Moreno.
La tarjeta de presentación de Juan Manuel Moreno es implacable, y no me refiero a su currículo. En la derogación de la Ley de Dependencia ha tenido un papel estelar, ya que con los cambios normativos que ha introducido su departamento Andalucía ha dejado de recibir 314 millones de euros para estos servicios. Las personas con discapacidad tampoco han escapado a sus recortes, a través de la reforma laboral y por la reducción de las ayudas para la integración o para la rehabilitación, además de los repagos a los que el Gobierno de Rajoy les ha obligado a hacer frente.
Mientras todas las alarmas se encienden y las mujeres siguen siendo asesinadas, el que ahora será máximo responsable del PP en Andalucía ha recortado el presupuesto destinado a combatir la violencia de género en más del 28% para que todo el mundo tenga claro cuál es su prioridad.
Como decía, el bagaje del nuevo líder de la derecha es demoledor, por mucho que se haga acompañar por el hermano menor de Amat- con ese cariño se tratan el presidente del PP de Almería y Javier Arenas- y termine haciéndose un “book” de fotos tan grande como el que engordó el político mejor pagado de Andalucía. Moreno lleva a sus espaldas tanto sufrimiento infligido a los más vulnerables que difícilmente va a poder defender nada de lo que ha hecho o ha dejado de hacer.
Tampoco parece que pasearse con Arenas sea una decisión acertada. La cercanía del “campeón” andaluz a los tejemanejes de Bárcenas junto a su inseparable Juan José Matarí, otro ilustre diputado del PP almeriense, puede terminar convirtiéndose en una compañía peligrosa, de alto voltaje y “sobre-saltos”. Lo único cierto es que con Moreno Bonilla ha vuelto el que ya no estaba.
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