Quien tiene la desgracia de encontrarse en paro pero la “fortuna” de estar cobrando alguna prestación estará conmigo en que es muy difícil sacar adelante una familia con los 754,4 euros de media que reciben los almerienses en esa situación. Esto es así en el mejor de los casos, puesto que más de un tercio de los parados en Almería no tiene ingresos y se ven abocados a vivir de sus parientes o a buscarse la vida en la economía sumergida.
Frente a ese drama, los socialistas hemos reclamado al Gobierno de Rajoy que apruebe, tal y como ha avanzado nuestro secretario general, Pedro Sánchez, un ingreso de 426 euros para los parados con cargas familiares que no perciban prestaciones. Dinero hay, puesto que en enero de 2012 el Gobierno se gastaba al mes 2.700 millones de euros en pagar prestaciones por desempleo y actualmente se gasta menos de 2.000 millones. Esos 700 millones que se está ahorrando cada mes, el Gobierno del PP debería invertirlos en generar puestos de trabajo y proteger a quienes no tienen prestaciones.
La lucha contra el desempleo es un objetivo prioritario para los socialistas pero da la sensación de que no lo es para el PP, que parece más preocupado en cómo atender las necesidades de negocio de sus amigos o en tergiversar la realidad. Digo esto porque resulta sumamente llamativo que 48 horas después de que Rajoy hablara en Galicia de que no solo son brotes verdes lo que se ve en nuestra economía sino ‘raíces vigorosas’, la realidad sea que el paro ha aumentado durante el mes de agosto en más de 8.000 personas en el conjunto del país, de las que 426 corresponden a Almería.
Este nuevo aumento del desempleo coloca a nuestra provincia ante su récord histórico en número de parados, con 82.691 almerienses sin trabajo, lo que supone 10.448 más que cuando el PP llegó a La Moncloa. Los alarmantes datos, que ponen sobre la mesa la auténtica tragedia a la que se enfrentan miles de familias almerienses, no han merecido ni una sola reflexión por parte de los dirigentes locales del PP, a pesar de las altas cifras de parados y paradas registrados en los municipios donde gobierna la derecha: 25.769 en la capital, 10.879 en Roquetas de Mar y 10.524 en El Ejido.
El silencio cómplice de los alcaldes de estas localidades, que suman más de la mitad de todos los desempleados de la provincia, resulta vergonzoso y su negativa a ir de la mano del PSOE para exigir a Rajoy un plan especial de empleo para Andalucía, del que se beneficie Almería, terminará por pasarles factura. Esa es la realidad a la que se enfrenta el PP y de la que están tomando buena nota todos los ciudadanos.
Mientras que la Junta de Andalucía no ha parado de poner en marcha medidas, el Gobierno central se ha quedado de brazos cruzados y se sigue negando a aprobar ese plan en zonas gravemente castigadas por el paro, como es el caso de Almería; una provincia que, teniendo en el turismo uno de sus pilares económicos, se ha visto incapaz de crear empleo durante la temporada veraniega.
De hecho, durante el pasado mes de agosto se han formalizado 5754 contratos temporales y 252 indefinidos menos que en julio. Todo esto sugiere que a pesar de las cifras que se han aportado desde el punto de vista turístico, la realidad es que no se ha creado empleo o, lo que es más grave, se ha seguido destruyendo.
Este síntoma es la manifestación de la complicadísima situación económica en la que se encuentra la provincia y a la que es necesario insuflarle estímulos para que la iniciativa privada despegue y genere empleo. En esa dinámica, como decía, está el Gobierno andaluz que preside Susana Díaz. Al Gobierno de Rajoy y al líder del PP en Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, aún les seguimos esperando.
Frente a ese drama, los socialistas hemos reclamado al Gobierno de Rajoy que apruebe, tal y como ha avanzado nuestro secretario general, Pedro Sánchez, un ingreso de 426 euros para los parados con cargas familiares que no perciban prestaciones. Dinero hay, puesto que en enero de 2012 el Gobierno se gastaba al mes 2.700 millones de euros en pagar prestaciones por desempleo y actualmente se gasta menos de 2.000 millones. Esos 700 millones que se está ahorrando cada mes, el Gobierno del PP debería invertirlos en generar puestos de trabajo y proteger a quienes no tienen prestaciones.
La lucha contra el desempleo es un objetivo prioritario para los socialistas pero da la sensación de que no lo es para el PP, que parece más preocupado en cómo atender las necesidades de negocio de sus amigos o en tergiversar la realidad. Digo esto porque resulta sumamente llamativo que 48 horas después de que Rajoy hablara en Galicia de que no solo son brotes verdes lo que se ve en nuestra economía sino ‘raíces vigorosas’, la realidad sea que el paro ha aumentado durante el mes de agosto en más de 8.000 personas en el conjunto del país, de las que 426 corresponden a Almería.
Este nuevo aumento del desempleo coloca a nuestra provincia ante su récord histórico en número de parados, con 82.691 almerienses sin trabajo, lo que supone 10.448 más que cuando el PP llegó a La Moncloa. Los alarmantes datos, que ponen sobre la mesa la auténtica tragedia a la que se enfrentan miles de familias almerienses, no han merecido ni una sola reflexión por parte de los dirigentes locales del PP, a pesar de las altas cifras de parados y paradas registrados en los municipios donde gobierna la derecha: 25.769 en la capital, 10.879 en Roquetas de Mar y 10.524 en El Ejido.
El silencio cómplice de los alcaldes de estas localidades, que suman más de la mitad de todos los desempleados de la provincia, resulta vergonzoso y su negativa a ir de la mano del PSOE para exigir a Rajoy un plan especial de empleo para Andalucía, del que se beneficie Almería, terminará por pasarles factura. Esa es la realidad a la que se enfrenta el PP y de la que están tomando buena nota todos los ciudadanos.
Mientras que la Junta de Andalucía no ha parado de poner en marcha medidas, el Gobierno central se ha quedado de brazos cruzados y se sigue negando a aprobar ese plan en zonas gravemente castigadas por el paro, como es el caso de Almería; una provincia que, teniendo en el turismo uno de sus pilares económicos, se ha visto incapaz de crear empleo durante la temporada veraniega.
De hecho, durante el pasado mes de agosto se han formalizado 5754 contratos temporales y 252 indefinidos menos que en julio. Todo esto sugiere que a pesar de las cifras que se han aportado desde el punto de vista turístico, la realidad es que no se ha creado empleo o, lo que es más grave, se ha seguido destruyendo.
Este síntoma es la manifestación de la complicadísima situación económica en la que se encuentra la provincia y a la que es necesario insuflarle estímulos para que la iniciativa privada despegue y genere empleo. En esa dinámica, como decía, está el Gobierno andaluz que preside Susana Díaz. Al Gobierno de Rajoy y al líder del PP en Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, aún les seguimos esperando.
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