El Gobierno andaluz viene apoyando, desde hace décadas, la integración de los agricultores en Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH) para el acceso a los fondos europeos destinados a financiar la modernización de nuestra agricultura. Con esos fondos europeos los productores de Almería pueden desarrollar proyectos para la mejora de la calidad y la comercialización de sus productos, con el objetivo último de conseguir unos precios justos y un beneficio razonable para aquel que trabaja la tierra. En Almería, solo una parte de ellos, unos 8.000 agricultores, están integrados en estas organizaciones de productores y la superficie de cultivo que trabajan se sitúa en torno a las 18.000 hectáreas.
Es preciso también destacar que, hasta ahora, Almería venía gestionando casi el 60% de los Fondos Operativos que reciben los agricultores de Andalucía, alcanzando esas ayudas una media de unos 45 millones de euros al año.
A pesar del número de productores integrados en OPFH, había un porcentaje muy importante de agricultores (en torno a 10.000) que no podían acceder a los fondos operativos europeos, al comercializar directamente sus productos a través de las alhóndigas o subastas, con lo cual no podían beneficiarse de esas ayudas para afrontar el futuro de nuestro principal pilar económico en unas mejores condiciones, pero sobre todo en condiciones de igualdad.
Precisamente, en esta tarea ha estado trabajando a fondo la Junta de Andalucía hasta que, por fin, gracias a un cambio en la normativa europea, la presidenta del Gobierno andaluz, Susana Díaz, ha podido anunciar, durante un encuentro celebrado con el sector en Almería, la puesta en marcha de un nuevo modelo de gestión de las ayudas a las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas que permitirá que los agricultores puedan seguir comercializando con las alhóndigas o subastas, y al mismo tiempo acceder a esos fondos operativos para modernizarse y ser más competitivos.
En la práctica, esta medida puede traducirse en un incremento de hasta 110 millones de euros adicionales a las cantidades que vienen recibiendo hasta ahora los productores agrarios andaluces, de los que aproximadamente la mitad pueden ser beneficiarios los agricultores de la provincia de Almería.
Con este modelo, los agricultores podrán crear su Organización de Productores y continuar vendiendo en la alhóndiga. Es decir, no se reconocerá a la alhóndiga como OPFH, sino a un grupo de agricultores que voluntariamente e independiente de la alhóndiga, se constituyen como OPFH y, mediante acuerdo en asamblea, expresamente deciden vender la producción a la alhóndiga.
Sin duda, se trata de una excelente noticia para un sector que facturó más de 2.000 millones de euros en Almería la pasada campaña; que genera unos 50.000 empleos directos e indirectos, a los que hay que añadir las personas, la mayoría mujeres, que trabajan en el manipulado de los productos, antes de ser enviados a los consumidores, y en la industria de transformación. Sumen también los miles que lo hacen en la mayor flota española de camiones para el transporte internacional por carretera, así como los empleos que generan las empresas de la industria auxiliar.
No nos cansaremos de repetir la enorme necesidad que tiene nuestra provincia de que las administraciones públicas atiendan como es debido a Almería y, especialmente, a nuestra agricultura, que es el presente y el futuro de nuestra provincia. La Junta, con su presidenta al frente, lo está haciendo, y a los hechos me remito: Almería ha conseguido que se atienda una demanda histórica de miles de agricultores. Una buena noticia, sin duda. Al Gobierno central, a Rajoy y a sus ministros, aún lo seguimos esperando.
Es preciso también destacar que, hasta ahora, Almería venía gestionando casi el 60% de los Fondos Operativos que reciben los agricultores de Andalucía, alcanzando esas ayudas una media de unos 45 millones de euros al año.
A pesar del número de productores integrados en OPFH, había un porcentaje muy importante de agricultores (en torno a 10.000) que no podían acceder a los fondos operativos europeos, al comercializar directamente sus productos a través de las alhóndigas o subastas, con lo cual no podían beneficiarse de esas ayudas para afrontar el futuro de nuestro principal pilar económico en unas mejores condiciones, pero sobre todo en condiciones de igualdad.
Precisamente, en esta tarea ha estado trabajando a fondo la Junta de Andalucía hasta que, por fin, gracias a un cambio en la normativa europea, la presidenta del Gobierno andaluz, Susana Díaz, ha podido anunciar, durante un encuentro celebrado con el sector en Almería, la puesta en marcha de un nuevo modelo de gestión de las ayudas a las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas que permitirá que los agricultores puedan seguir comercializando con las alhóndigas o subastas, y al mismo tiempo acceder a esos fondos operativos para modernizarse y ser más competitivos.
En la práctica, esta medida puede traducirse en un incremento de hasta 110 millones de euros adicionales a las cantidades que vienen recibiendo hasta ahora los productores agrarios andaluces, de los que aproximadamente la mitad pueden ser beneficiarios los agricultores de la provincia de Almería.
Con este modelo, los agricultores podrán crear su Organización de Productores y continuar vendiendo en la alhóndiga. Es decir, no se reconocerá a la alhóndiga como OPFH, sino a un grupo de agricultores que voluntariamente e independiente de la alhóndiga, se constituyen como OPFH y, mediante acuerdo en asamblea, expresamente deciden vender la producción a la alhóndiga.
Sin duda, se trata de una excelente noticia para un sector que facturó más de 2.000 millones de euros en Almería la pasada campaña; que genera unos 50.000 empleos directos e indirectos, a los que hay que añadir las personas, la mayoría mujeres, que trabajan en el manipulado de los productos, antes de ser enviados a los consumidores, y en la industria de transformación. Sumen también los miles que lo hacen en la mayor flota española de camiones para el transporte internacional por carretera, así como los empleos que generan las empresas de la industria auxiliar.
No nos cansaremos de repetir la enorme necesidad que tiene nuestra provincia de que las administraciones públicas atiendan como es debido a Almería y, especialmente, a nuestra agricultura, que es el presente y el futuro de nuestra provincia. La Junta, con su presidenta al frente, lo está haciendo, y a los hechos me remito: Almería ha conseguido que se atienda una demanda histórica de miles de agricultores. Una buena noticia, sin duda. Al Gobierno central, a Rajoy y a sus ministros, aún lo seguimos esperando.
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