sábado, 10 de febrero de 2018

2.000 días de engaños, promesas y propaganda

Esta semana hemos superado los 2.000 días sin obras del AVE en nuestra provincia. Dos mil días con todas sus noches, que se dice pronto. Llevamos, por lo tanto, algo más de cinco años esperando, como la Penélope de Serrat, a que llegue un tren que nunca llega. A Castellón ha llegado recientemente y a Murcia y a Granada lo hará en breve. ¿Por qué a Almería no? Porque el Gobierno del PP no ha querido. Parece una respuesta de manual, pero por más que busquen no hallarán ninguna otra explicación. Es así de sencillo: el Partido Popular no ha querido.

En el verano de 2012, Rajoy decidía paralizar las obras que hasta ese momento había estado ejecutando el anterior gobierno socialista entre Almería y Murcia. En ese tiempo, el PP comenzó a elaborar un relato salpicado de mentiras. La primera excusa fue la de la crisis, pero la mentira se descubrió rápidamente cuando el propio Gobierno se encargó de publicitar las inversiones para la alta velocidad que estaba realizando en Galicia. Más recientemente, el PP se encargaba de llenar páginas y páginas de los periódicos locales con la excusa de la tortuga mora – a pesar de que la pobre nunca tuvo culpa de nada- o de promesas como la del presidente del PP, Gabriel Amat, que llegó a decir hace justo un año que en 2020 llegaría el AVE a Vera. Sin embargo, ya ven, la verdad es tozuda y siempre termina venciendo a cualquier mentira.

En ese barrizal lleno de falsedades en el que se empeñó el PP en convertir las conversaciones sobre el AVE, los almerienses hemos vivido más de cinco años. De marrullería en marrullería hemos consumido un lustro de engaños, promesas y propaganda con la que el PP ha intentado ocultar la realidad: que Almería tendrá – el día que llegue- un AVE peor que el proyectado por el último Gobierno socialista y que lo tendrá, al menos, una década más tarde de lo que se había previsto inicialmente.

Este parón en las obras, además, ha supuesto un freno para la competitividad de la economía almeriense y para la creación de empleo que tanto necesita la provincia. En términos económicos y sociales, el daño ocasionado a Almería por las arbitrarias e injustas decisiones del PP se puede calificar de brutal, y hasta posiblemente nos quedaríamos cortos.

Para la provincia de Almería existe un antes y un después de la llegada de Rajoy a La Moncloa. Antes, Almería tenía en la actual década la fecha para llegada del AVE, se hablaba de 2017 o 2018, unas fechas similares a las que se contemplaban para Granada y Murcia. Teníamos una hoja de ruta para la llegada del AVE, obras en ejecución y presupuestos. Almería iba a tener una alta velocidad igual a la que se estaba construyendo en el resto de España y teníamos contemplada una conexión con Granada. Eso era una realidad.

En cambio, tras la llegada del PP al Gobierno de España todo cambió y a peor. Nos han cambiado la hoja de ruta, el AVE que tendrá Almería será de una sola vía y ya no estaremos conectados con Andalucía a través de Granada por alta velocidad. Rajoy, sin pestañear, ha decidido castigar a Almería y nos condena a ser una provincia de segunda categoría.

Entre tanto, tenemos el entretenimiento asegurado en Almería siguiendo de cerca la agenda del actual ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, un ministro tan “prometedor” que pronto se conocerá como el Rey de las Promesas. Así es, se comenta del ministro que si alguien se dedicase a sumar las promesas que va haciendo por todo el país, esas obras superarían los 20.000 millones de euros… y eso que no tiene presupuestos.


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