A la vuelta de unos días conoceremos en profundidad los Presupuestos Generales del Estado que el Gobierno de Rajoy ha elaborado para 2018. Mientras llega el momento de entrar en los detalles, lo que está claro de momento es que las cuentas que el Gobierno del PP pretende que le aprueben las Cortes llegan tarde y mal. Tarde, porque entre dimes y diretes nos hemos plantado en el mes de abril y mal porque está todavía por ver que el PP logre de verdad los apoyos suficientes para sacar adelante la Ley de Presupuestos. Con la escasa capacidad de diálogo y negociación que caracteriza a Rajoy, todo es posible.
Dicho esto, y a la espera de poder ver la letra pequeña, no auguramos nada bueno. Nos preocupa que la recuperación económica de la que tanto presumen Rajoy, Montoro y todo el Gobierno se quede en buenas palabras y no se refleje de verdad en unos Presupuestos que impulsen el crecimiento, el empleo digno y el bienestar ciudadano. Queremos que estas cuentas sean una herramienta de recuperación social y no un instrumento electoralista del PP, como todo parece indicar.
En Andalucía, esperamos que estos Presupuestos sean justos y marquen el punto final a la discriminación que venimos padeciendo permanentemente por parte del PP. Sin ir más lejos, el año pasado se recortaron en un 36% las inversiones estatales en Andalucía. Las inversiones por habitante se situaron en 50 euros por debajo de la media española y las tres provincias peor tratadas del país fueron andaluzas: Almería, Málaga y Córdoba.
El castigo a los andaluces y a los almerienses en los Presupuestos Generales del Estado no se puede volver a repetir. En Almería, los socialistas hemos hecho números y nos salen más de mil millones de euros de deuda del Estado con nuestra provincia en sólo seis años, desde que Rajoy empezó a gobernar. Esta cantidad es el resultado de sumar las inversiones presupuestadas que nunca que se han llegado a ejecutar y el dinero que debíamos haber percibido si tuviéramos un sistema de financiación justo.
No queremos que nos tomen más el pelo. Los Presupuestos de 2018 deberían consignar el dinero necesario para acometer las infraestructuras que llevamos años reclamando: las obras hídricas necesarias para garantizar el agua a nuestros regantes, el AVE de doble vía a Murcia y el AVE a Granada, las mejoras en el tren convencional, el tercer carril de la A-7 entre Viator y El Ejido, los nuevos accesos a Vícar y al Puerto de la capital, la línea eléctrica entre Vera y Baza, la comisaría de Roquetas y el nuevo cuartel de la Guardia Civil en Vícar. Todo lo que no pase por ahí, será otra tomadura de pelo.
Dicho esto, y a la espera de poder ver la letra pequeña, no auguramos nada bueno. Nos preocupa que la recuperación económica de la que tanto presumen Rajoy, Montoro y todo el Gobierno se quede en buenas palabras y no se refleje de verdad en unos Presupuestos que impulsen el crecimiento, el empleo digno y el bienestar ciudadano. Queremos que estas cuentas sean una herramienta de recuperación social y no un instrumento electoralista del PP, como todo parece indicar.
En Andalucía, esperamos que estos Presupuestos sean justos y marquen el punto final a la discriminación que venimos padeciendo permanentemente por parte del PP. Sin ir más lejos, el año pasado se recortaron en un 36% las inversiones estatales en Andalucía. Las inversiones por habitante se situaron en 50 euros por debajo de la media española y las tres provincias peor tratadas del país fueron andaluzas: Almería, Málaga y Córdoba.
El castigo a los andaluces y a los almerienses en los Presupuestos Generales del Estado no se puede volver a repetir. En Almería, los socialistas hemos hecho números y nos salen más de mil millones de euros de deuda del Estado con nuestra provincia en sólo seis años, desde que Rajoy empezó a gobernar. Esta cantidad es el resultado de sumar las inversiones presupuestadas que nunca que se han llegado a ejecutar y el dinero que debíamos haber percibido si tuviéramos un sistema de financiación justo.
No queremos que nos tomen más el pelo. Los Presupuestos de 2018 deberían consignar el dinero necesario para acometer las infraestructuras que llevamos años reclamando: las obras hídricas necesarias para garantizar el agua a nuestros regantes, el AVE de doble vía a Murcia y el AVE a Granada, las mejoras en el tren convencional, el tercer carril de la A-7 entre Viator y El Ejido, los nuevos accesos a Vícar y al Puerto de la capital, la línea eléctrica entre Vera y Baza, la comisaría de Roquetas y el nuevo cuartel de la Guardia Civil en Vícar. Todo lo que no pase por ahí, será otra tomadura de pelo.
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