Mis compañeros del PSOE en la Diputación Provincial y en las alcaldías de muchos municipios llevan un tiempo preocupados por un asunto que es de vital importancia para sus pueblos. La herramienta más importante que tiene la Diputación de Almería para realizar inversiones en los pequeños municipios, el Plan Cuatrienal de Obras y Servicios 2020-2023, acumula un importante retraso en su ejecución.
De las 240 obras previstas por toda la provincia, a estas alturas el equipo de gobierno del PP en la Diputación sólo ha conseguido adjudicar 13, lo que representa apenas el 5%. Muy crédulo habría que ser para confiar en que el 95% restante vaya a poder salir adelante de aquí a mayo de 2023, que es cuando terminará el mandato de los actuales dirigentes de la Diputación.
Este bajo nivel de ejecución de las obras perjudica claramente a los vecinos de la provincia, que se están viendo privados de unas infraestructuras que necesitan para mejorar su calidad de vida.
El origen del atasco no es ningún misterio: el equipo de gobierno del PP en la Diputación decidió sobrecargar al área de Fomento con la gestión de múltiples programas sin reforzar su estructura de forma paralela, por lo que no hay capacidad para gestionar los expedientes con la agilidad que se requiere.
Desde el PSOE hemos advertido al equipo de gobierno del PP de este problema y hemos puesto soluciones encima de la mesa: desde un plan de choque para aumentar el personal de Fomento hasta la posibilidad de que sean los ayuntamientos interesados los que se hagan cargo de tramitar sus propios proyectos, liberando a la Diputación de ese trabajo. Pese a nuestra buena voluntad, de nada han servido nuestras propuestas.
Uno de los principales problemas del Partido Popular es que sus responsables se niegan a escuchar lo que no les gusta. En lugar de admitir que existe un problema con el Plan Cuatrienal y aceptar un trato o acuerdo con la oposición, el PP ha elegido “truco” y nos ha pedido que tengamos fe ciega en que las obras estarán finalizadas para 2023, pese a que sabe que es imposible.
Desmontado el truco –porque no hay capacidad humana de gestionar todos los planes y porque hay unos plazos legales que hay que respetar–, lo único que le queda al PP es la “trola”: aquella que dice que la derecha es la mejor gestionando.
En la Diputación de Almería tenemos un equipo de gobierno del PP que gestiona mal, rematadamente mal. Empeñados en centralizarlo todo y en despreciar la capacidad y la experiencia de los ayuntamientos, lo único que han conseguido ha sido crear un cuello de botella en el edificio de Hermanos Machado que tiene difícil solución si no se toman medidas urgentes.
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