sábado, 10 de septiembre de 2011

El ofertón de González Pons


Habría sido la noticia de lo que va de siglo, de no haber sido mentira. El mundo entero estaría a los pies del Partido de Rajoy, tratando de comprarle la receta, porque éstos no regalan nada. Me refiero a los 3,5 millones de empleos que dijo  el portavoz del PP, Esteban González Pons, que crearían en el caso de que su jefe llegara al Gobierno en noviembre. Para nuestra desgracia, fueron solo fuegos de artificio: brillan mucho, pero enseguida desaparecen.

Esteban González Pons. actualidad.orange.es

González Pons buscaba un titular con gancho y sacó su ofertón: 3,5 millones de nuevos puestos de trabajo en cuatro años. No explicó cómo los pensaba crear, estando, como estamos, inmersos en la crisis más dura que se recuerda en los últimos 70 años y viendo que en todos los países están como nosotros: EEUU, Europa, etcétera.

Cuando vio el escándalo que se había formado, el portavoz del PP tuvo que rectificar y al día siguiente aseguró que los 3,5 millones no eran un compromiso, sino sólo un deseo. Sus compañeros de partido se dieron prisa en aclarar que la cifra no figurará en ningún programa electoral, por motivos obvios. Seamos serios y no juguemos con las expectativas de las personas, ni con su ilusión, que es necesidad, de encontrar un empleo.

El ofertón de González Pons es una enorme falta de respeto hacia los españoles que no encuentran un trabajo. Y, viendo lo que hace para crear empleo el Partido Popular en las comunidades donde gobierna, su pronóstico es casi un insulto. Tampoco a nivel municipal dan ejemplo alguno, ya que los parados se concentran en mayor número en los municipios gobernados por ellos.

Lo que hacen falta son menos promesas, y más explicaciones, decir lo que piensas hacer y cómo lo vas a financiar. Por eso creo que Rubalcaba está acertando de lleno con su campaña, en el fondo y en las formas. Su lema ‘escuchar - hacer - explicar’ es el retrato de un candidato que sí respeta a los ciudadanos, que sí tiene un proyecto serio de gobierno y que sí sabe cómo ponerlo en práctica.

El candidato socialista apuesta por estimular a las empresas para que creen empleo, mediante financiación pública. Estos programas de apoyo a las empresas exigirán que el Estado ponga un dinero que antes hay que recaudar, y para ello explica de donde se obtendrá. Se crearán dos nuevos impuestos: para los grandes patrimonios y para los bancos. Es justo y razonable que quien más tiene también ayude a salir de la crisis. Son tiempos de responsabilidad, no de ofertas que en realidad son engaños, lo que debe alertarnos para que no nos den gato por liebre.  

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