lunes, 2 de abril de 2012

Andalucía, por el camino seguro


Me ha sorprendido mucho uno de los análisis que se han hecho estos días a propósito de los resultados electorales del domingo. Venía a decir que las encuestas habían fallado porque ninguna tuvo en cuenta a los votantes socialistas que, al parecer, se avergonzaban de su futuro voto y no lo quisieron decir cuando fueron preguntados por los encuestadores. Lo primero que me hizo pensar esa idea es que no me parece muy respetuosa con la decisión final de cada votante. Además, no conozco a nadie que se avergüence de un partido y luego le vote.

Ningún socialista de las ocho provincias andaluzas ha trabajado pensando en otra cosa que no fuera conseguir un gobierno de progreso en Andalucía. Cada uno de quienes hemos formado parte de las candidaturas del PSOE tenemos una deuda de gratitud con tantos miles de militantes y simpatizantes que nos han llevado en volandas por toda nuestra geografía. Lo que ocurrió el domingo no fue otra cosa que la expresión de los valores de la libertad y la igualdad que anidan en cada uno de nuestros afiliados y votantes. Andalucía sigue siendo la Andalucía viva, reivindicativa y luchadora que la define históricamente.

Cada campaña electoral está marcada por las circunstancias políticas y económicas del momento. Cambian los candidatos y cambian los medios disponibles para llevarla a cabo. Para mí, ésta de las elecciones andaluzas ha sido una experiencia distinta porque era la primera vez que encabezaba una lista para el Parlamento. Eso me ha aportado un plus especial de agradecimiento, un sentimiento añadido a la intensidad con la que he vivido en las últimas semanas.

No tengo espacio aquí para agradecer una mínima parte del apoyo, cariño y respeto que me han expresado tantos ciudadanos, militantes o no, durante las decenas de actos, reuniones, encuentros y visitas en las que he tomado parte. He vivido momentos muy emotivos porque ese calor personal que he sentido iba más allá de compartir valores y objetivos. He notado la ilusión y la confianza de tantos ciudadanos que se sentían amenazados por ese maremoto azul que había llegado ya a Despeñaperros y que veían en el PSOE la única barrera posible. Ellos mismos me lo explicaban, me demostraban que les salía de lo más profundo.

Personas de edad avanzada que llevan décadas viviendo en una Andalucía donde se defiende la libertad, la igualdad y el respaldo de sus gobernantes hacia sus necesidades básicas. Jóvenes preocupados por su futuro, padres y madres que quieren una educación gratuita y de calidad para sus hijos. Y tenían miedo de perder lo que tenemos si el PP alcanzaba el poder también en nuestra tierra.

Quienes han votado al PSOE saben que sus representantes en el Parlamento vamos a seguir siendo su voz y sus manos. Que sepan que Andalucía seguirá teniendo un gobierno de y para ciudadanos como ellos, como todos nosotros. El 25M ha demostrado lo que Andalucía no quiere. Ha rechazado el autoritarismo, los recortes antisociales y la política de salón al servicio de unos pocos.

Lo que hoy quisiera hacer, dicho esto, es dar testimonio de mi agradecimiento personal a quienes han confiado a través de su voto en la candidatura socialista y a quienes han trabajado duramente antes y durante la campaña electoral. Los hombres y mujeres socialistas de Almería que han dedicado su tiempo y su mejor saber para llevar el programa del PSOE a cada rincón de nuestra provincia lo han hecho sin esperar a ser llamados, unidos por el objetivo de evitar que Andalucía fuera anegada por la oleada azul del PP.

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