lunes, 23 de abril de 2012

¿Lo han oído?: no tocaré la educación



La tijera de Rajoy ha asestado un profundo recorte en las inversiones en la enseñanza pública con la clara intención de dar cobertura a muchos de los planteamientos de las comunidades autónomas donde gobierna la derecha, que ven en la educación una oportunidad para que los empresarios afines al partido popular, ahora que no hay negocio con los ladrillos, lo hagan con la educación, entre otras materias.

Si la mayor parte de las reducciones presupuestarias impuestas por el PP son inaceptables e injustificables, la que afecta a la formación y educación de nuestros estudiantes alcanza tal nivel de desfachatez y de injusticia que resulta difícil ponerle un calificativo adecuado. El PSOE sí cree en la educación pública universal y gratuita, con nuestros errores y aciertos, lo hemos demostrado en los buenos tiempos y en los tiempos de crisis. Por eso en Andalucía vamos a pelear para que siga siendo así, a pesar de tener al Gobierno de España apretándonos a los andaluces todo lo que puede y más, una vez que pasaron las elecciones autonómicas y los ciudadanos votaron lo que votaron.

No quiero insistir más en las mentiras a los ciudadanos del PP y del propio Rajoy sobre sus verdaderos propósitos porque los ciudadanos ya lo han comprobado en sus propias carnes o bolsillos y lo cierto es que cada día tienen menos dudas de que han sido engañados como niños. Las hemerotecas se han convertido en tan solo cuatro meses en grandes losas que le van cayendo al Gobierno sin solución de continuidad. Primero Rajoy y después Arenas han mentido sistemáticamente, prometiendo una y otra vez que no recortarían la Educación, y poco les ha importado decir una cosa y hacer la contraria. Así ha sido, todos los españoles lo escucharon una y otra vez, con la subida de impuestos o las pensiones – las que ahora bajan de nuevo con el “recetazo”-.

En cualquier caso, en materia de educación el asunto tiene la suficiente trascendencia como para analizarlo detenidamente. El planteamiento de la derecha en educación es simple y demoledor: más gente al paro, con la reducción de plantillas, al aumentar las horas de clase para los profesores, el número de alumnos por aula, con la reducción de la oferta formativa, la limitaciones para sustituir al profesorado de baja y el aplazamiento de la entrada en vigor de determinados ciclos formativos. A ello habrá que sumarle una reducción salarial de los docentes y una subida de las tasas universitarias, otro golpe para el bolsillo de las familias.

Sumando el efecto acumulado de estos cambios, tendremos menos estudiantes en las universidades por la subida de las tasas, menos becas, menos alumnos españoles en universidades europeas, desaparición de los préstamos para cursar estudios. En definitiva, empobrecimiento de la calidad educativa en nuestro país, algo en lo que están de acuerdo muchos especialistas y profesionales, que algo, digo yo, sabrán de esto.

Frente a este panorama desolador, profundamente injusto e insolidario, el Gobierno andaluz seguirá aplicando políticas educativas de progreso para no dar ni un paso atrás. En educación gastar menos no es igual a gastar mejor. La educación es la mejor política económica y la única forma de garantizar la igualdad de oportunidades. Es algo que hemos experimentado en nuestras propias vidas y que queremos que disfruten sin recortes también nuestros hijos, los más vulnerables en esta delirante huida hacia delante de un Gobierno inmerso en una carrera de despropósitos; de un gobernante, Mariano Rajoy, que ha equivocado el camino de la salida de la crisis y nos ha embarcado en un viaje a ninguna parte.

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