Los socialistas hemos constituido esta semana el Consejo Provincial de Mayores, un órgano de análisis y reflexión que recogerá los problemas y las inquietudes de un colectivo que, como consecuencia de las políticas sociales y económicas que está imponiendo el Gobierno de Rajoy, atraviesa por una difícil situación. Nuestros mayores, que cobran en Almería una pensión que en la mayoría de los casos no supera los 700 euros al mes, están sufriendo en primera persona la crisis, debido a que han perdido poder adquisitivo de manera notable en estos dos años de gobierno del PP al no crecer sus pensiones como correspondía.
Y esto, con ser malo, no ha sido lo peor. Con su débil nómina tienen que apañarse en muchos hogares familias enteras, hijos y nietos, haciendo durísimo el día a día. Además, la subida de impuestos y servicios esenciales como la luz o el gas, y los repagos que han de hacer frente para sufragar las medicinas que necesitan, llevan a nuestros pensionistas a pasar auténticas necesidades.
Pese a las cifras de la macroeconomía que el PP nos pretende vender, la realidad es que los pensionistas almerienses han visto como sus pensiones solo han subido apenas un 0,25%, lo que en la práctica se traduce en poco más de un euro al mes. Esta ridiculez que debería de avergonzar a Rajoy, ha sido amplificada desde el propio Gobierno a través de la carta que se les ha enviado a los pensionistas y con cuya lectura no terminan de salir de su asombro. La desvergüenza del Partido Popular no parece tener límites.
Resulta especialmente bochornoso que el Gobierno de Rajoy haya actualizado el copago de los medicamentos en la misma medida que el IPC, un 1,47%, un porcentaje mucho mayor que el 0,25% de subida de las pensiones que comentaba. Es decir, sí ha decido actualizar con el incremento del índice de precios las medicinas pero no las pensiones. Además, los 415 medicamentos que han salido del sistema público, muchos de los cuales son de uso frecuente y que ahora hay que pagar, han incrementado su precio en un 65%, lo que los hace inalcanzables para muchas personas.
De hecho, la implantación del copago de las recetas, ha provocado que hasta el 17% de los pensionistas no estén retirando la medicación completa que necesitan porque no pueden pagarla, lo que convierte una situación económica, ya de por sí difícil, en un drama en el que se pone en riesgo la propia vida o se compromete seriamente la salud de quien no toma las medicinas que necesita. El Gobierno de Rajoy, entre tanto, mira hacia otro lado para no ver cómo la pobreza entra por las puertas de nuestros mayores con un devastador efecto para sus vidas y las de sus familias.
Y esto, con ser malo, no ha sido lo peor. Con su débil nómina tienen que apañarse en muchos hogares familias enteras, hijos y nietos, haciendo durísimo el día a día. Además, la subida de impuestos y servicios esenciales como la luz o el gas, y los repagos que han de hacer frente para sufragar las medicinas que necesitan, llevan a nuestros pensionistas a pasar auténticas necesidades.
Pese a las cifras de la macroeconomía que el PP nos pretende vender, la realidad es que los pensionistas almerienses han visto como sus pensiones solo han subido apenas un 0,25%, lo que en la práctica se traduce en poco más de un euro al mes. Esta ridiculez que debería de avergonzar a Rajoy, ha sido amplificada desde el propio Gobierno a través de la carta que se les ha enviado a los pensionistas y con cuya lectura no terminan de salir de su asombro. La desvergüenza del Partido Popular no parece tener límites.
Resulta especialmente bochornoso que el Gobierno de Rajoy haya actualizado el copago de los medicamentos en la misma medida que el IPC, un 1,47%, un porcentaje mucho mayor que el 0,25% de subida de las pensiones que comentaba. Es decir, sí ha decido actualizar con el incremento del índice de precios las medicinas pero no las pensiones. Además, los 415 medicamentos que han salido del sistema público, muchos de los cuales son de uso frecuente y que ahora hay que pagar, han incrementado su precio en un 65%, lo que los hace inalcanzables para muchas personas.
De hecho, la implantación del copago de las recetas, ha provocado que hasta el 17% de los pensionistas no estén retirando la medicación completa que necesitan porque no pueden pagarla, lo que convierte una situación económica, ya de por sí difícil, en un drama en el que se pone en riesgo la propia vida o se compromete seriamente la salud de quien no toma las medicinas que necesita. El Gobierno de Rajoy, entre tanto, mira hacia otro lado para no ver cómo la pobreza entra por las puertas de nuestros mayores con un devastador efecto para sus vidas y las de sus familias.
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