Las últimas cifras del paro han debido caer como un jarro de agua fría sobre aquellos que andan pregonando que la recuperación económica ya está aquí. El mes de febrero se ha cerrado con 76.744 parados en la provincia de Almería, 4.501 más desde que gobierna Rajoy. El dato más duro es que ya son uno de cada dos los desempleados almerienses que no reciben ningún tipo de prestación. Ante estas cifras, cabe preguntarse dónde está el supuesto crecimiento de la economía española. De hecho, según el último barómetro del CIS, el 80% de los españoles no cree que la economía esté mejorando.
Lo verdaderamente grave del asunto es cómo está respondiendo el Gobierno de Rajoy ante esta realidad. Cuando un país se encuentra inmerso en una crisis económica, cualquier gobierno razonable toma medidas para proteger a los ciudadanos, pero el Gobierno del PP ha hecho todo lo contrario: aprobar una reforma laboral que facilita el despido y rebajar las prestaciones por desempleo.
De este modo, la cuantía media de las prestaciones contributivas que cobran los parados almerienses ha caído en picado en los últimos años y ya va por 747 euros al mes. Pero, además, cada vez se deja a más parados sin prestación. El resultado ha sido un gran ahorro para las arcas públicas a costa de los parados. Sin ir más lejos, este mes de febrero, el Estado se ha gastado en prestaciones para los parados almerienses 4,7 millones menos de euros que en febrero del año pasado. Un gran negocio a costa del sufrimiento de las familias.
Para luchar contra el desempleo hacía falta voluntad, pero el PP ha preferido salvar a la banca. En Andalucía, por ejemplo, los socialistas hemos reclamado una y otra vez al Gobierno central que nos concediera un plan de empleo similar al que han tenido Extremadura y Canarias. Lo hemos pedido por activa y por pasiva, pero una y otra vez nos lo han denegado por los votos en contra del PP, incluidos los de los cargos del PP de Almería. Como cantaba El último de la fila, ‘¿dónde estabas entonces, cuando tanto te necesité?’ ¿Dónde estaban Javier Arenas, el alcalde de Almería, el alcalde de Gádor o el de Cuevas? Cuando los hemos necesitado, los cargos del PP de Almería estaban defendiendo los intereses de su partido y votando en contra de esta tierra.
Desde el año 2012, el Gobierno del PP ha recortado en un 61% las transferencias a Andalucía para políticas activas de empleo: ha transferido 430 millones menos. Sin embargo, a pesar del brutal recorte, Susana Díaz ha logrado poner en marcha hasta cinco planes especiales de empleo desde que es presidenta. Sólo en la provincia de Almería, estos planes han permitido firmar más de 8.000 contratos. El pasado martes, además, el Consejo de Gobierno de la Junta renovaba estos planes y aprobaba un plan para mayores de 45 años, otro para autónomos y otro para el retorno del talento a Andalucía. Gracias a estos planes, la Junta destinará a los ayuntamientos almerienses 19,8 millones de euros para contratar a personas desempleadas. En toda Andalucía, la inversión será de 422 millones de euros entre 2015 y 2016 para favorecer la creación, según las previsiones, de más de 60.600 empleos.
Para después de las elecciones, la presidenta ha prometido, además, que seguirá trabajando con la creación de empleo como prioridad. Así, se pondrá en marcha un ente público para facilitar crédito a pymes, autónomos, cooperativas y entidades de economía social. Además, para que las familias puedan ampliar su capacidad económica, habrá una política fiscal muy justa, con reducciones en el tramo autonómico del IRPF para las personas que quieran emprender, crecer e innovar. También se inyectará oxígeno financiero a las clases medias, con nuevas reducciones en el impuesto de sucesiones y donaciones, así como deducciones en el impuesto de patrimonio para quienes ayuden al tejido productivo andaluz. Son medidas concretas que tendrán resultados. Aquí no nos sentamos a esperar a que escampe.
Lo verdaderamente grave del asunto es cómo está respondiendo el Gobierno de Rajoy ante esta realidad. Cuando un país se encuentra inmerso en una crisis económica, cualquier gobierno razonable toma medidas para proteger a los ciudadanos, pero el Gobierno del PP ha hecho todo lo contrario: aprobar una reforma laboral que facilita el despido y rebajar las prestaciones por desempleo.
De este modo, la cuantía media de las prestaciones contributivas que cobran los parados almerienses ha caído en picado en los últimos años y ya va por 747 euros al mes. Pero, además, cada vez se deja a más parados sin prestación. El resultado ha sido un gran ahorro para las arcas públicas a costa de los parados. Sin ir más lejos, este mes de febrero, el Estado se ha gastado en prestaciones para los parados almerienses 4,7 millones menos de euros que en febrero del año pasado. Un gran negocio a costa del sufrimiento de las familias.
Para luchar contra el desempleo hacía falta voluntad, pero el PP ha preferido salvar a la banca. En Andalucía, por ejemplo, los socialistas hemos reclamado una y otra vez al Gobierno central que nos concediera un plan de empleo similar al que han tenido Extremadura y Canarias. Lo hemos pedido por activa y por pasiva, pero una y otra vez nos lo han denegado por los votos en contra del PP, incluidos los de los cargos del PP de Almería. Como cantaba El último de la fila, ‘¿dónde estabas entonces, cuando tanto te necesité?’ ¿Dónde estaban Javier Arenas, el alcalde de Almería, el alcalde de Gádor o el de Cuevas? Cuando los hemos necesitado, los cargos del PP de Almería estaban defendiendo los intereses de su partido y votando en contra de esta tierra.
Desde el año 2012, el Gobierno del PP ha recortado en un 61% las transferencias a Andalucía para políticas activas de empleo: ha transferido 430 millones menos. Sin embargo, a pesar del brutal recorte, Susana Díaz ha logrado poner en marcha hasta cinco planes especiales de empleo desde que es presidenta. Sólo en la provincia de Almería, estos planes han permitido firmar más de 8.000 contratos. El pasado martes, además, el Consejo de Gobierno de la Junta renovaba estos planes y aprobaba un plan para mayores de 45 años, otro para autónomos y otro para el retorno del talento a Andalucía. Gracias a estos planes, la Junta destinará a los ayuntamientos almerienses 19,8 millones de euros para contratar a personas desempleadas. En toda Andalucía, la inversión será de 422 millones de euros entre 2015 y 2016 para favorecer la creación, según las previsiones, de más de 60.600 empleos.
Para después de las elecciones, la presidenta ha prometido, además, que seguirá trabajando con la creación de empleo como prioridad. Así, se pondrá en marcha un ente público para facilitar crédito a pymes, autónomos, cooperativas y entidades de economía social. Además, para que las familias puedan ampliar su capacidad económica, habrá una política fiscal muy justa, con reducciones en el tramo autonómico del IRPF para las personas que quieran emprender, crecer e innovar. También se inyectará oxígeno financiero a las clases medias, con nuevas reducciones en el impuesto de sucesiones y donaciones, así como deducciones en el impuesto de patrimonio para quienes ayuden al tejido productivo andaluz. Son medidas concretas que tendrán resultados. Aquí no nos sentamos a esperar a que escampe.
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