sábado, 23 de noviembre de 2019

Para que Almería avance


La estrategia del avestruz nunca ha dado buen resultado. Cuando arrecian los problemas, el primer paso para solucionarlos es salir a dar la cara y precisamente a eso es a lo que se está negando el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, al negarse a comparecer en el Parlamento, en un debate sobre el estado de la comunidad que ya toca celebrar. Con esta actitud, Moreno Bonilla se niega a ponerle cara a lo que estamos viviendo. Y lo que estamos viviendo es que Andalucía está hoy peor que hace un año.


En apenas once meses, la sanidad pública se ha deteriorado a pasos de gigante: pese a los planes de choque, las listas de espera han aumentado y ha crecido el descontento entre los profesionales sanitarios, que empiezan a descubrir que las promesas que les hicieron PP y Cs eran todas falsas.

En materia educativa, los recortes también son evidentes. El primer curso de PP y Cs ha traído consigo la supresión de unidades educativas por toda Andalucía, 11 en la provincia de Almería. A ello hay que sumar el atasco en la gestión de las ayudas a la dependencia, el abandono del tejido productivo y el caos generalizado que reina en cualquier ámbito en el que la Junta de Andalucía tenga competencias.

Todo esto no es casualidad, sino la consecuencia directa de aplicar unos presupuestos, los de 2019, que ya dijimos que no iban a servir para solucionar las necesidades que tenía Andalucía.

De aquellos polvos, estos lodos, pero lo peor es que el Gobierno andaluz persevera. Las cuentas que han presentado para 2020 adolecen de los mismos problemas que tenían los de 2019: sube la presión fiscal a las clases medias y trabajadoras, bajan los impuestos a los muy ricos, se frena la creación de empleo y se castiga a la sanidad y la educación públicas. En Almería, a estas cuestiones hay que sumarle un abandono del tejido productivo clamoroso, así como el olvido de proyectos clave para el desarrollo de nuestra provincia.

Por estos motivos, el PSOE andaluz ha presentado una enmienda a la totalidad de estos presupuestos. Además, también hemos presentado enmiendas parciales, que, en el caso de las que atañen a la provincia de Almería, suman 150 millones de euros.

Entre otras cuestiones, los socialistas hemos reclamado un plan de empleo para nuestra provincia, el impulso de una iniciativa territorial integrada en torno al agua y la energía, la reproducción del Patio del Castillo de Vélez Blanco, la mejora del suministro energético en el Andarax y Nacimiento, el nuevo acceso a la ciudad de Almería desde Viator, el vial intermedio del Poniente, la conexión de la A7 con el Puerto de Garrucha y los proyectos de la variante de Benahadux y de una nueva carretera entre Alhama a Alhabia.

Asimismo, pedimos 55 millones para agricultura y medio ambiente, incluyendo un plan ‘renove’ de invernaderos, el apoyo a la incorporación de jóvenes a la actividad agraria, la gestión de restos vegetales, la construcción de 10 nuevas depuradoras o agrupaciones de vertidos y una nueva desaladora para el Bajo Almanzora.

En materia sanitaria, creemos que es urgente levantar un nuevo centro de atención primaria en Huércal-Overa, el incremento de personal en los hospitales, culminar la inversión programada en Torrecárdenas, ampliar el Hospital de Poniente e incluir el dinero necesario para el futuro hospital de Roquetas, además de mejorar las urgencias de este municipio.

Asimismo, hemos presentado enmiendas por valor de 19,3 millones de euros para la mejora, ampliación y construcción de centros educativos en nuestra provincia y otro paquete por importe de 10,7 millones para incrementar el número de plazas de residencias de mayores concertadas, construir una nueva sede judicial en Roquetas de Mar o la puesta en valor de nuestro patrimonio cultural.

Esperamos que salgan adelante. El PP y Cs tienen en su mano rectificar su caótica gestión y aprobar unas cuentas justas, que de verdad beneficien a Andalucía y a los andaluces.


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