domingo, 2 de junio de 2013

Emplearse a fondo


Después de que Rajoy haya convertido el viernes en el día más terrorífico de la semana como consecuencia de sus decisiones en Consejo de Ministros, los socialistas de este país hemos fijado la mirada en los martes para tratar de equilibrar tanta desazón y angustia. Y es que es precisamente ese día cuando se reúne otro Consejo, el de Gobierno de la Junta de Andalucía, para adoptar medidas con las que paliar los efectos de política de tierra quemada que aplica el PP allá donde puede.


La última gran cuestión aprobada en Andalucía es de importancia especial ya que se trata de medidas concretas para estimular la creación de empleo y viene a sumarse a otras acciones, tales como el Plan de Choque para el Empleo o el Decreto de lucha contra la Exclusión Social ya puestas en marcha por el Gobierno de Pepe Griñán, ante la constatación de que el PP ni está ni se le espera en este fundamental asunto salvo si se trata de proponer la exportación de jóvenes (como si fueran mercancías, sí, la elección de la palabra exportación es tan intencionada como la de movilidad exterior por parte de Báñez) o de reiterar que Andalucía no tendrá el plan específico de empleo que sí ha destinado a Canarias o a Extremadura.

El Decreto Ley de Medidas para la Creación de Empleo y el Emprendimiento de la Junta de Andalucía contempla tres ejes fundamentales de actuación que pasan por los jóvenes, grandes beneficiarios de las medidas, el fomento del trabajo autónomo y el emprendimiento y el apoyo a la economía social.

La apuesta por la generación mejor preparada de Andalucía y de Almería no puede quedarse en palabras bonitas en boca de algún joven –o no tan joven- bien vestido del PP que siempre que pueda acudirá al sistema educativo privado, sino que tiene que concretarse en hechos para evitar perderla como nos está ocurriendo. Por ello, los jóvenes tienen un papel destacado en la política socialista, que ha diseñado entre sus últimas actuaciones un bono de empleo joven –del que podrán beneficiarse los menores de 35 años- que incentiva su incorporación al mercado laboral con una cantidad mensual de 400 euros durante un año. El requisito será tener un título universitario, de FP de grado medio o superior o de la ESO procedente de la Beca de Segunda Oportunidad y la Junta de Andalucía como siempre, a pulmón e incomprendida por el PP, destina 15 millones de euros a la iniciativa.

Otra de las oportunidades brindadas a los jóvenes pasa por la formación en comercio exterior, uno de los nichos laborales en los que aquellos cualificados pueden encontrar trabajo en un momento en el que exportar nuestros productos y servicios es clave, para lo que se financian 100 becas a técnicos superiores de Formación Profesional en diferentes áreas para atender la demanda de estos perfiles ya detectada en empresas andaluzas.

Aunque estas acciones, por novedosas, son las que más han llamado la atención de medios y ciudadanos en general, no son menos reseñables el resto de las implementadas, que suponen invertir unos 60 millones de euros en el apoyo y fomento del trabajo autónomo y de la economía social.

En el primer caso, se incentiva la contratación y la transformación de empleo temporal en estable en empresas ya creadas, además de respaldar la puesta en marcha de nuevos proyectos con pagos cubiertos para jóvenes de hasta 50 euros mensuales a la Seguridad Social por un periodo de dos años.

En lo referente a economía social, un auténtico referente de modelo de producción no especulativa en nuestra tierra, la prueba de que resiste más y mejor a la crisis nos lleva con más énfasis que nunca a tratar de reforzarla con importantes incentivos a la incorporación de socios trabajadores a cooperativas y sociedades laborales, a fomentar la cooperación entre sus empresas y a subvencionar en parte su constitución.

Espero que con estos apuntes todo lector interesado que no haya tenido oportunidad de adentrarse aún en la información publicada sobre esta acción de Gobierno de la Junta lo haga. Ese es el objetivo, contar con todos, ayudarnos para salir fortalecidos de la tremenda crisis que estamos viviendo. Y con esa idea, los socialistas hemos consensuado punto por punto cada propuesta con entidades de representación empresarial, de economía social, de autónomos y con sindicatos que, le guste o no al PP, siguen representando a los trabajadores en este país.

Así que no es concebible ni decente políticamente que los populares, en el caso almeriense a través de un parlamentario andaluz y un diputado a los que, por cierto, no se le conocen acciones propias para fomentar el empleo, esperaran los pormenores de este nuevo Decreto para salir a criticarlo ante la prensa sin más argumentos que los de la rabieta de un adolescente que se ve incapaz de hacer lo que otro compañero sí hace. La Junta de Andalucía, y ellos lo saben bien aunque su soberbia les impida reconocerlo, está realizando un esfuerzo titánico por crear empleo frente a la destrucción constante promovida por el Gobierno de la Nación con normas como la reforma laboral. Y cuando lo acepte públicamente será bienvenido al tiempo de propuestas y de planteamientos y no al de debates estériles, a un tiempo en el que el PP –como hacemos los socialistas- se quiera, de una vez por todas, emplearse a fondo para ser parte de la solución del problema y no el problema.

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