domingo, 27 de octubre de 2013

La diada almeriense


Casi sin darse cuenta, o sí, empresarios y dirigentes provinciales del Partido Popular vienen manteniendo una sorprendente posición de desafío al Gobierno andaluz que se asemeja, en algunas de sus declaraciones, a lo expresado por los independistas catalanes para construir su discurso. Esta “diada” almeriense, carente de cualquier fundamento, apela, trampeando la realidad, a una supuesta falta de reconocimiento de nuestra realidad.


La retórica del discurso pretende situar a la sociedad almeriense en el absurdo del agravio. Entre el puñetazo en la mesa al que apelan altos cargos del PP y su apoyo a la decisión de los empresarios de no acudir a los actos de la Junta, o en la proclamación de Almería como la olvidada, o la que se calla con obras como solución a todos nuestros problemas. El PP, sin embargo, en lugar de rechazar con rotundidad este disparatado hilo argumental, lo amplifica desde el punto de vista exclusivo del rédito electoral, aunque, eso sí, con la garantía de que nunca se atreverán a decir a un gobierno del PP en Madrid lo que se le dice a un gobierno de izquierdas en Andalucía.

La insistencia en este mensaje nace de una derecha acomplejada que ni cree ni nunca ha creído realmente en esta tierra, salvo para sellar negocios que han reportado pingües beneficios a un reducido grupo de elegidos. De ahí que, reiteradamente, sitúen a la Junta como el enemigo a batir, como la mala de la película, la que niega y para,… aunque, frente a ese engaño, en realidad, se esté poniendo freno a la especulación, al desarrollo desaforado y a esa connivencia de políticos y poderes económicos que nos ha llevado a esta situación de crisis económica, generada por la propia derecha, a través de su nefasta Ley del Suelo y que finalmente hizo estallar la burbuja inmobiliaria. ¿O de eso ya no se acuerda nadie?

Al hilo de esto, el PP también está haciendo su particular camino hacia ninguna parte con relación a las viviendas que se han derribado en Cantoria por orden judicial. El secretario general de los populares, Javier Aureliano, está falseando la realidad al decir que lo que se hace en Almería no ocurre en otras provincias. Debería en este punto preguntarle a sus compañeros de Cádiz - una provincia en la que por circunstancias similares se ha actuado en 18 viviendas - que mantienen, por el contrario, prudencia para evitar perjuicios a su tierra.

El problema que tiene, el también vicepresidente de la Diputación, es que con sus declaraciones piensa que le hace daño al PSOE, cuando la realidad es que a quien le hace daño es a la imagen de Almería, al situar esta cuestión en el plano mediático un día tras otro. ¿Es esa la mejor manera de defender los intereses de los almerienses fuera de nuestras fronteras? ¿Dar semejante publicidad a una actuación que tiene su inicio y su final en el ámbito judicial? En cualquier caso, y para que le quede claro, le diré que los socialistas no han tirado ninguna vivienda, no han dictado ninguna sentencia y no construyeron esas viviendas sobre las que ha actuado la justicia.

Javier Aureliano, que ha hecho todo lo posible por tapar una vergonzosa fotografía en la que aparece junto a otros compañeros que levantan el brazo en alto – en la que se ríe ante un acto propio de la España del blanco y negro y de la que todavía no ha dado ninguna explicación- debería pensar si lo que está haciendo en este asunto de las viviendas es lo mejor para Almería. Otros compañeros suyos, sin embargo, piensan de otro modo y buscan – así me lo han trasladado- que nos sentemos en una mesa para ver cómo podemos solucionar todo este problema de las viviendas desde la legalidad y sin dar semejantes espectáculos. Un espectáculo que comienza, no lo olvidemos, por la actuación de un alcalde del PP que ahora se encuentra condenado e inhabilitado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario