Moreno Bonilla ha consumado esta semana el enésimo desprecio de su gobierno hacia nuestra provincia con el cierre del albergue juvenil. Un maltrato que se está cebando en la capital, que ha ido perdiendo servicios e instalaciones con la complicidad del Partido Popular y de un alcalde que ha callado de manera vergonzosa también ante el cierre del centro de actividades náuticas, del hospital de la Cruz Roja o con el retraso en la puesta en marcha del PET-TAC para enfermos con cáncer.