domingo, 7 de agosto de 2011

El verano de la E. coli


El verano de 2011 pasará a la historia de la provincia como aquél en el que se resolvió una de las peores crisis que ha sufrido nuestra agricultura: la de la bacteria E.coli. A finales de mayo, la senadora alemana Cornelia Prüfer-Storcks desató un huracán al señalar que el origen del brote mortal de Escherichia coli registrado en su país se encontraba en varias partidas de pepino de Málaga y Almería. Inmediatamente, la Comisión Europea dio difusión internacional a la falsa alerta. Bélgica y la República Checa bloqueaban la importación de pepinos españoles. El gigante ruso llegaba a prohibir toda importación de verduras procedentes de España. La crisis de imagen de nuestra agricultura llegaba, en definitiva, a las mesas de media Europa.


En sólo dos meses, los Gobiernos de España y Andalucía han reconducido la situación, primero pidiendo que se eliminara la alerta europea, después exigiendo compensaciones por el daño sufrido y más tarde peleando por que la cuantía fuera la máxima posible.

El campo almeriense recibirá finalmente casi 50 millones de euros en compensación por las pérdidas de la que se ha conocido como la ‘crisis del pepino’, aunque sus daños hayan terminado afectando a otros cultivos, como el tomate, el pimiento o el calabacín. Los productores recibirán el dinero comprometido desde este mes de agosto hasta el 15 de octubre, e incluso los agentes financieros se han sumado al esfuerzo colectivo, anunciando que anticiparán las compensaciones mediante créditos blandos. Todo ello permitirá que los productores se recuperen del daño para el comienzo de la próxima campaña.

La acción de los Gobiernos socialistas para solventar esta crisis se ha dirigido, no sólo a compensar a los agricultores por el producto arrancado o perdido, sino también a contrarrestar el daño en términos de imagen que ha sufrido la agricultura almeriense. Para ello, se han previsto varias campañas de promoción, como la que este verano está llevando las bondades de nuestras frutas y hortalizas a los aeropuertos españoles que más turistas reciben.

La implicación de los gobiernos socialistas de España y Andalucía ha sido absoluta desde que se intuyó la magnitud de la crisis. Tanto el presidente andaluz, Pepe Griñán, como el hoy candidato socialista al Gobierno de España, Alfredo Pérez Rubalcaba, acudieron a Almería durante los primeros días de la crisis, como muestra de su compromiso con esta tierra. La consejera de Agricultura, Clara Aguilera, y la ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, también estuvieron en nuestra provincia, trabajando codo con codo con los afectados.

El PSOE ha peleado por lo que era nuestro en Almería y en Bruselas. Los gobiernos socialistas han dado un ejemplo de eficacia y compromiso, buscando soluciones a la injusticia que Alemania cometió con la agricultura almeriense. Mientras tanto, el Partido Popular se ha dedicado a observar la escena con los brazos cruzados. Y no es la primera vez.

Una vez más, cuando teníamos que estar todos a una en defensa de Almería, el PP se ha descolgado. Las administraciones públicas, las organizaciones agrarias, los agentes financieros y los medios de comunicación, cuya labor ha sido destacable, han dado un ejemplo de coordinación para la salvaguarda del buen nombre de nuestra agricultura, convencidos de que el desafortunado episodio vivido en Alemania no puede llevarse por delante uno de los principales motores económicos de la provincia. A otros les ha faltado sentido común y les ha sobrado orgullo, aunque seguiremos esperando que se sumen al esfuerzo común, por el bien de Almería.

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