lunes, 24 de septiembre de 2012

Derecha global




Hace una semana, el pasado sábado, 15 de septiembre, las centrales sindicales y centenares de colectivos recorrieron las calles de Madrid, desde Cibeles a Colón, para mostrar su rechazo a los recortes sociales, económicos y de derechos que nos está imponiendo el Gobierno de Rajoy. Decenas de miles de ciudadanos se sumaron a esta protesta que fue todo un clamor del sentir de una sociedad abrumada por el desconcierto que está creando el Ejecutivo del Partido Popular y del cabreo generalizado ante tanta promesa incumplida.


La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se mostraba ese mismo día convencida de que el conjunto de los ciudadanos, aunque algunos ahora estén "enfadados", protestando e incluso pongan "piedras en el camino", al final "van a agradecer" la acción del Gobierno de Mariano Rajoy… Es evidente que la presidenta de Castilla-La Mancha vive en otra realidad, en un mundo paralelo en el que el despedido con la nueva reforma laboral tiene mucho que agradecerle a este Gobierno. También el parado al que le recortan las prestaciones, el pensionista que por primera vez paga las medicinas o la persona dependiente, a la que le niegan la ayuda, y que “agradecerá” que en unos años, a lo mejor, se le atiende como es debido. No cabe mayor cinismo en un momento en el que tanta gente lo está pasando tan mal y ningún ciudadano merece que los líderes o lideresas del PP se rían en su cara de esta manera.

Por eso, entre otras muchas cosas, un numeroso grupo de almerienses, entre los que nos encontrábamos responsables de la Ejecutiva Provincial del PSOE de Almería, decidimos sumarnos a esta manifestación en la que los eslóganes contra la política de Rajoy corrieron más que los propios manifestantes debido a la masiva concentración que se registró. “Vamos! Quieren arruinar el país, ¡hay que impedirlo!”; "No es una crisis, es una estafa"; "No son rescates, son chantajes"; "Violencia es cobrar 600 euros"; “Un día sin sueldo es duro, una vida sin derechos es peor”…fueron algunos de los lemas de los que tomé nota durante la marcha. Al candidato republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney, le hemos escuchado decir estos días en un vídeo muy esclarecedor y que por su rotundidad le puede costar la carrera a la presidencia, que la mitad de los votantes norteamericanos –los votantes atribuidos al presidente Obama- se creen víctimas y creen tener derecho a la atención médica, a la vivienda y a que el Gobierno cuide de ellos. La derecha, ya ven, aquí y al otro lado del Atlántico, tiene una forma de entender el Estado y el compromiso que desde la política se adquiere con todos los ciudadanos de una forma muy particular. Particularmente suya, quiero decir.

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