domingo, 19 de mayo de 2013

Las cosas como son


La defensa de los servicios públicos a los que tienen derecho los almerienses, al igual que el resto de andaluces y españoles, va vinculada inevitablemente al dinero. A diferencia del PP, al que le encanta recibirlo en forma de sobre o a modo de dividendos dentro del negocio bancario, los socialistas consideramos necesario que se aborde el debate del dinero desde la perspectiva de la financiación de escuelas, hospitales y ayudas para el empleo, que es lo que realmente preocupa a una sociedad cada vez más empobrecida por el mal reparto popular de la cuenta corriente del Estado.


Las cosas hay que contarlas como son para poder evidenciar la estrategia del PP de echar la culpa a otros, fundamentalmente a la Junta de Andalucía, de los recortes que únicamente y exclusivamente está acometiendo su Gobierno en Madrid y que están machacando sistemáticamente a los ciudadanos.

Los populares han hecho de la mentira la vía de perpetuarse en el poder en las instituciones que gobiernan y día a día podemos ver cómo, por citar un ejemplo, acusan a la Junta de no cumplir con sus compromisos en materia de Dependencia, Empleo o Educación. Pues la verdad, en el primero de los casos, es que el Gobierno andaluz está teniendo que asumir en estos momentos el 70% de la financiación total de una norma, la Dependencia, que es estatal para no dejar caer los derechos adquiridos durante un Gobierno socialista. Para colmo, en los nuevos planes económicos enviados por el PP a Europa se señala una nueva reducción drástica de la financiación a la Dependencia lo que, unido al endurecimiento en las condiciones de acceso a la misma, hace prácticamente inviable que en el futuro se puedan ofrecer estas ayudas. Si el Gobierno se retira de la Ley de Dependencia, la Ley desaparece. Así de claro y así de duro. Las comunidades se tendrán que replantear el mantenimiento de unos servicios que no tienen capacidad de sostener con el actual modelo de recaudación en el que el Estado se queda con la mayoría de los ingresos recibidos vía impuestos –que es como se financian al fin y al cabo todos los servicios-.

El mismo planteamiento nos lleva hasta otra cruda cuestión. La imposibilidad de mantener determinados programas de empleo cuyos fondos provenían de Madrid –fuertemente respaldados por Europa en muchos casos-. Ni Zoido, ni Arenas, ni Amat ni ninguno de los alcaldes del PP son capaces de defender que Andalucía siga recibiendo lo que es de justicia o, lo que es lo mismo, que reciba lo que sí se destina a otras comunidades gobernadas por el Partido Popular.

Si en dos años, Rajoy y el PP han decidido unilateralmente que Andalucía reciba 390 millones menos para políticas activas de empleo, fomento del mismo y formación, ya pueden rezar todo lo que quieran a la Virgen del Rocío –que aproveche la ministra Báñez ahora que ha llegado la Romería- pero se hace más difícil que nunca dar solución al drama que viven los desempleados. Y, pese a ello y pese a ellos, los socialistas estamos realizando ímprobos esfuerzos para darle la vuelta a la situación, reforzando la eficiencia en la gestión propia para poner 370 millones sobre la mesa con los que hemos activado planes de choque por el empleo que crearán miles de puestos de trabajo temporales en la provincia con los que, además, los beneficiarios podrán volver a acceder cuando finalicen sus contratos a prestaciones por desempleo que ahora mismo les niega el presidente.

Y en este suma y sigue, el colmo de la hipocresía del PP se manifiesta en su discurso sobre la educación. Mientras que nos imponen su modelo ideológico con una Ley retrógrada en la que sólo ganan las escuelas privadas, han ido avanzando sobre el modelo que quieren con los recortes que han llevado a no contar con el apoyo económico del Estado –ese que conformamos todos aunque no les hayamos votado, les recuerdo- para mantener las ayudas económicas a las familias en el servicio de comedor escolar, en la gratuidad de libros de texto, para la atención en centros a menores de entre 0 y 3 años o para el mantenimiento de profesores.

Las consecuencias de esta acción, medidas no les quepa ninguna duda, por parte del PP es una asfixia económica al Gobierno de la Junta frente a la que, a pesar de todo, estamos resistiendo y demostrando que otra forma de gobernar sí es posible. Y así seguiremos, repitiendo una y otra vez que dejen de ensañarse con Andalucía, a la que castigan frente las regiones gobernadas por sus compañeros de partido, por el simple hecho de ser el testigo incómodo de sus malas políticas y respondiendo con actuaciones, dentro de nuestras posibilidades, como las que evitan los desahucios en nuestra comunidad, las que respaldan a los colectivos en riesgo de exclusión social –la mayoría, gracias a ellos, personas de clase medida hundidas y sin esperanzas- y las que garantizan que todos podamos ir a un hospital público en el que enseñar el dinero, otra vez la palabra clave, no sea necesario para que te abran la puerta.

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