En el tercer año de la era Rajoy la situación que vive nuestro país es desoladora: tenemos más parados, menos derechos; pagamos más impuestos, se ha incrementado la desigualdad como nunca y hoy hay muchas personas que se encuentran en riesgo de exclusión social. La pobreza, como una estampa en blanco y negro de otros tiempos, se ha convertido en una fotografía a todo color de la realidad en la que viven miles de familias. Hemos ido hacia atrás.
En la apuesta realizada en 2011 por muchos españoles al darle su voto y su confianza a Rajoy, le entregaron una mayoría absoluta con la que solo ha ganado la banca a quien se ha entregado miles de millones de euros que han salido de las arcas públicas, o lo que es lo mismo, del bolsillo de todos nosotros.
Los ciudadanos, por su parte, han perdido en estos tres años muchas cosas pero, de entre los destrozos causados por Rajoy, los mayores daños los encontramos en el mercado de trabajo, las políticas sociales y en la inversión pública. El Ejecutivo de Rajoy ha recortado durante este tiempo miles de millones de euros en sanidad, ha impuesto el repago de los medicamentos al que han tenido que hacer frente los pensionistas; un colectivo que aglutina a casi 100 mil almerienses y que ha visto como su poder adquisitivo ha caído por los suelos, precisamente cuando más necesitan su pensión para vivir ellos y sus familias.
Así mismo, los ‘populares’ han reducido drásticamente los recursos destinados a políticas sociales y han condenado a muerte a la Ley de Dependencia, dejando fuera del sistema a muchas personas que necesitaban acogerse a ese derecho y también a sus cuidadores. A finales de 2011 se contabilizaban en la provincia de Almería 5.500 personas afiliadas a la Seguridad Social que se dedicaban a estas tareas. Sin embargo, la supresión de los convenios, por los que el Estado asumía parte de las cotizaciones de los cuidadores no profesionales, ha provocado que esta cifra se reduzca en más de un 90%.
Entre tanto, el Gobierno andaluz tiene que hacer frente al coste de la Ley prácticamente en solitario ya que el Gobierno central dejó de poner la mitad de lo que le correspondía. Así las cosas, la Junta se ha tenido que hacer cargo del 72 por ciento de las prestaciones, lo que en la práctica ha supuesto que el Ejecutivo de Rajoy haya dejado de ingresar 300 millones de euros al año a las arcas andaluzas.
En la apuesta realizada en 2011 por muchos españoles al darle su voto y su confianza a Rajoy, le entregaron una mayoría absoluta con la que solo ha ganado la banca a quien se ha entregado miles de millones de euros que han salido de las arcas públicas, o lo que es lo mismo, del bolsillo de todos nosotros.
Los ciudadanos, por su parte, han perdido en estos tres años muchas cosas pero, de entre los destrozos causados por Rajoy, los mayores daños los encontramos en el mercado de trabajo, las políticas sociales y en la inversión pública. El Ejecutivo de Rajoy ha recortado durante este tiempo miles de millones de euros en sanidad, ha impuesto el repago de los medicamentos al que han tenido que hacer frente los pensionistas; un colectivo que aglutina a casi 100 mil almerienses y que ha visto como su poder adquisitivo ha caído por los suelos, precisamente cuando más necesitan su pensión para vivir ellos y sus familias.
Así mismo, los ‘populares’ han reducido drásticamente los recursos destinados a políticas sociales y han condenado a muerte a la Ley de Dependencia, dejando fuera del sistema a muchas personas que necesitaban acogerse a ese derecho y también a sus cuidadores. A finales de 2011 se contabilizaban en la provincia de Almería 5.500 personas afiliadas a la Seguridad Social que se dedicaban a estas tareas. Sin embargo, la supresión de los convenios, por los que el Estado asumía parte de las cotizaciones de los cuidadores no profesionales, ha provocado que esta cifra se reduzca en más de un 90%.
Entre tanto, el Gobierno andaluz tiene que hacer frente al coste de la Ley prácticamente en solitario ya que el Gobierno central dejó de poner la mitad de lo que le correspondía. Así las cosas, la Junta se ha tenido que hacer cargo del 72 por ciento de las prestaciones, lo que en la práctica ha supuesto que el Ejecutivo de Rajoy haya dejado de ingresar 300 millones de euros al año a las arcas andaluzas.
Con el desempleo las cosas tampoco han ido bien, más bien al contrario. Las cifras de parados en la provincia de Almería son insostenibles, a pesar de que en los dos últimos meses el número de desempleados se ha reducido como consecuencia del comienzo de la campaña agrícola, de las personas que se incorporan al sector del manipulado y de los planes de empleo puestos en marcha por el Gobierno andaluz, que han permitido la contratación de varios miles de almerienses a través de los ayuntamientos. En cualquier caso, continúa siendo más que preocupante que el Gobierno del Partido Popular haya reducido durante este tiempo en unos 36 millones de euros anuales las prestaciones por desempleo en Almería. Todo un síntoma que viene a refrendar que los parados no son ni de lejos su prioridad.
Por último, con las infraestructuras, el Gobierno del PP ha abandonado a su suerte a nuestra provincia. Lo hemos repetido hasta la saciedad y hoy vuelvo a insistir en ello porque me parece de una gran injusticia. Durante estos tres años, Almería ha sufrido un frenazo irrecuperable con la Alta Velocidad ya que no se ha puesto en marcha ni un solo nuevo kilómetro de vía que nos acerque a Murcia. También se ha paralizado e incluso borrado del mapa la construcción de infraestructuras eléctricas que estaban a punto de ejecutarse en Almería, como es la línea Granada-Baza-Vera.
En definitiva, han sido tres años perdidos para nuestra provincia. Tres años que han causado un enorme sufrimiento a muchas personas, especialmente a las más desfavorecidas. Este es, en todo caso, mi punto de vista. Por eso, les invito a que con sus recuerdos de la era Rajoy, con estos u otros datos en la mano analicen cómo les ha ido a ustedes con el Gobierno del PP. Cómo les ha ido a sus familias y a sus amigos más cercanos, si están mejor o peor que cuando el PP ganó las elecciones. Ustedes tienen la palabra.
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