Todo lo que el Gobierno del Partido Popular podía hacer mal con el ferrocarril en Almería, lo ha hecho. Sin importarle, por lo visto, lo que pudiéramos pensar, las penalidades que pudieran sufrir los almerienses que viajan en tren o el tiempo o los transbordos que tuvieran que emplear para llegar a su destino. Parece mentira que esto haya pasado y, sin embargo, ha ocurrido justo delante de nuestros ojos, a plena luz del día, con descaro y sin miramientos, que es como debe pensar el PP que se hacen estas cosas.
Debimos imaginarlo y perder cualquier esperanza cuando vimos como incumplían sistemáticamente los Presupuestos y perdimos por el camino centenares de millones de euros. Ahí es nada. Resulta difícil de encajar que Rajoy nos haya tratado como lo ha hecho – sin un “sé fuerte” de por medio- y que cuatro años y pico después se plante en Almería la ministra de Fomento para reunirse con la Mesa en Defensa del Ferrocarril y nos despache con una promesa de un Talgo para viajar a Madrid más cómodo a partir de septiembre. Que sí, vino a decir, que vamos a tardar igual – unas siete horas- pero en mejores asientos. Sinceramente, no creo que sea necesario reírse así de toda una provincia.
Porque, en definitiva, en las declaraciones de la ministra no observamos ningún compromiso más allá que ese. El resto de lo anunciado son vagas promesas, estudios, proyectos…La ministra ha debido de pensar, igual mal aconsejada, que venía a un ‘pueblecico’ que se conformaría con cualquier chuche. Efectivamente, eso es lo que nos ha traído la señora Pastor, unas chuches para conformarnos. Entre tanto, seguiremos, como si de un castigo divino se tratara, con unos infames trenes a Madrid o a Sevilla.
Este país, y muy especialmente Almería, ha padecido unos malos ministros, incompetentes hasta decir basta, y unos dirigentes provinciales del PP que han estado haciéndoles la ‘ola’ durante estos cuatro años y pico de gobierno. Mientras que los socialistas hemos estado advirtiendo, preguntando, exigiendo, registrando iniciativas…los diputados y senadores del PP de Almería han estado mirando para otro lado, y así nos vemos ahora.
Con la legislatura vencida, la ministra de Fomento vino a reunirse con la Mesa del Ferrocarril para demostrar, en resumidas cuentas, que le sigue importando muy poco la provincia. Por eso, no tuvo ningún empacho en marcharse sin concretar cuándo van a empezar las obras del tramo de AVE entre Pulpí y Cuevas, qué pasa con los otros tramos, en qué ha quedado el estudio de conexión del Puerto con el ferrocarril, cuándo se va a hacer el paso soterrado de El Puche… y tantas y tantas otras preguntas que se han quedado sin respuesta.
Tiene también ‘tela’ que esta reunión se haya tenido que llevar a cabo en Almería a pesar de que la Mesa se desplazó a Madrid dos días antes. También tiene ‘tela’ que la ministra diga ahora que los técnicos de Adif y Renfe van a ver con la Mesa qué medidas se pueden poner en marcha para reducir los tiempos de viaje en tren, cuando estas y otras reivindicaciones son públicas, y así se plasmaron en un documento, desde hace meses. ¿En qué ha estado Rafael Hernando – diputado del PP por Almería – al igual que Matarí, o el senador Rodríguez Comendador? ¿En qué han empleado su tiempo? ¿Por qué no le hicieron llegar estos documentos al Ministerio? Y si lo hicieron ¿Por qué se hace de nuevas la ministra? ¿Nos toman por tontos?
Debimos imaginarlo y perder cualquier esperanza cuando vimos como incumplían sistemáticamente los Presupuestos y perdimos por el camino centenares de millones de euros. Ahí es nada. Resulta difícil de encajar que Rajoy nos haya tratado como lo ha hecho – sin un “sé fuerte” de por medio- y que cuatro años y pico después se plante en Almería la ministra de Fomento para reunirse con la Mesa en Defensa del Ferrocarril y nos despache con una promesa de un Talgo para viajar a Madrid más cómodo a partir de septiembre. Que sí, vino a decir, que vamos a tardar igual – unas siete horas- pero en mejores asientos. Sinceramente, no creo que sea necesario reírse así de toda una provincia.
Porque, en definitiva, en las declaraciones de la ministra no observamos ningún compromiso más allá que ese. El resto de lo anunciado son vagas promesas, estudios, proyectos…La ministra ha debido de pensar, igual mal aconsejada, que venía a un ‘pueblecico’ que se conformaría con cualquier chuche. Efectivamente, eso es lo que nos ha traído la señora Pastor, unas chuches para conformarnos. Entre tanto, seguiremos, como si de un castigo divino se tratara, con unos infames trenes a Madrid o a Sevilla.
Este país, y muy especialmente Almería, ha padecido unos malos ministros, incompetentes hasta decir basta, y unos dirigentes provinciales del PP que han estado haciéndoles la ‘ola’ durante estos cuatro años y pico de gobierno. Mientras que los socialistas hemos estado advirtiendo, preguntando, exigiendo, registrando iniciativas…los diputados y senadores del PP de Almería han estado mirando para otro lado, y así nos vemos ahora.
Con la legislatura vencida, la ministra de Fomento vino a reunirse con la Mesa del Ferrocarril para demostrar, en resumidas cuentas, que le sigue importando muy poco la provincia. Por eso, no tuvo ningún empacho en marcharse sin concretar cuándo van a empezar las obras del tramo de AVE entre Pulpí y Cuevas, qué pasa con los otros tramos, en qué ha quedado el estudio de conexión del Puerto con el ferrocarril, cuándo se va a hacer el paso soterrado de El Puche… y tantas y tantas otras preguntas que se han quedado sin respuesta.
Tiene también ‘tela’ que esta reunión se haya tenido que llevar a cabo en Almería a pesar de que la Mesa se desplazó a Madrid dos días antes. También tiene ‘tela’ que la ministra diga ahora que los técnicos de Adif y Renfe van a ver con la Mesa qué medidas se pueden poner en marcha para reducir los tiempos de viaje en tren, cuando estas y otras reivindicaciones son públicas, y así se plasmaron en un documento, desde hace meses. ¿En qué ha estado Rafael Hernando – diputado del PP por Almería – al igual que Matarí, o el senador Rodríguez Comendador? ¿En qué han empleado su tiempo? ¿Por qué no le hicieron llegar estos documentos al Ministerio? Y si lo hicieron ¿Por qué se hace de nuevas la ministra? ¿Nos toman por tontos?
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