La imagen de la felicidad que irradiaba una estudiante de segundo curso de carrera al mostrar el resguardo de haber abonado su tasa de matriculación cuyo precio rondaba los siete euros es alumbradora de lo que están viviendo miles de alumnos y alumnas andaluces en estos días. La fotografía, publicada en este diario, es la misma estampa que se puede encontrar en cada hogar que cuente con algún estudiante universitario. Unos siete euros por continuar los estudios superiores. Siete en lugar de setecientos euros. El único requisito que ha puesto la Junta de Andalucía a nuestros alumnos y alumnas es estudiar.
Estudiar y esforzarse es, por tanto, lo único que deben hacer para que la matrícula universitaria sea prácticamente gratuita. A la indiscutible felicidad económica se suma, entonces, la satisfacción de haber cumplido los objetivos marcados. Con esta medida el Gobierno andaluz ha diseñado un modelo de educación universitaria que blinda al alumnado capaz y evita el abandono de estudios por razones económicas, por los posibles problemas que puedan encontrar el alumnado y sus familias para afrontar el pago de estos estudios. Se trata de un paso más hacia la igualdad que emprende la Junta de Andalucía.
Es una medida estructural e irreversible que permitirá que aquellos estudiantes que cumplan con su trabajo puedan realizar el grado tan sólo pagando el primer curso y los estudios de master prácticamente gratis. Además, la Junta mantiene abierto el diálogo con la comunidad universitaria para continuar mejorando la medida.
La bonificación universitaria da estabilidad y certidumbre a los estudiantes y se calcula que la cifra de beneficiarios puede llegar a las 200.000 personas. El Gobierno de España, si quisiera, podría hacer lo propio con las matrículas del resto de universidades del país y las de la UNED, como están reclamando los estudiantes andaluces que cursan estudios superiores a distancia.
En Andalucía ya es un hecho, pero se ha recorrido un camino para llegar hasta el destino. La Junta ha trabajado mucho con la comunidad universitaria para lograr este fin. Las universidades tienen solvencia económica y cuentan con el compromiso de la Junta de Andalucía de compensar a las instituciones docentes por la pérdida de ingresos que emana de las tasas universitarias. Para ello la Junta ha destinado inicialmente 30 millones de euros, con el compromiso de que si esta cantidad se sobrepasa, se harán las pertinentes modificaciones presupuestarias para cubrir la diferencia.
Además, a esta medida se unen otras decisiones económicas que ha ido tomando el Gobierno andaluz en los últimos años, en los cuales el coste de las matrículas se mantiene en los niveles más bajos de España, con pago fraccionado en hasta 8 plazos, además de habilitar planes de apoyo con ayudas a la acreditación en idiomas (B1), complementos a las becas Erasmus o para alumnos en situación de especial dificultad.
La bonificación de matrícula implantada este año es una medida pionera en España adoptada porque el Ejecutivo andaluz cree en el talento de nuestra juventud y se ha decidido garantizar el derecho al estudio, para lograr la igualdad de oportunidades y un modelo de universidad excelente e incluyente. Queremos que los andaluces puedan aspirar a sus metas sólo dependiendo de sus méritos y su esfuerzo.
Estas medidas y su repercusión en la sociedad son las que me vuelven a recordar lo positivo de hacer política y hacerla desde el Partido Socialista, un partido que puede presumir de situar en la actualidad a Andalucía en la vanguardia de las políticas sociales.
Estudiar y esforzarse es, por tanto, lo único que deben hacer para que la matrícula universitaria sea prácticamente gratuita. A la indiscutible felicidad económica se suma, entonces, la satisfacción de haber cumplido los objetivos marcados. Con esta medida el Gobierno andaluz ha diseñado un modelo de educación universitaria que blinda al alumnado capaz y evita el abandono de estudios por razones económicas, por los posibles problemas que puedan encontrar el alumnado y sus familias para afrontar el pago de estos estudios. Se trata de un paso más hacia la igualdad que emprende la Junta de Andalucía.
Es una medida estructural e irreversible que permitirá que aquellos estudiantes que cumplan con su trabajo puedan realizar el grado tan sólo pagando el primer curso y los estudios de master prácticamente gratis. Además, la Junta mantiene abierto el diálogo con la comunidad universitaria para continuar mejorando la medida.
La bonificación universitaria da estabilidad y certidumbre a los estudiantes y se calcula que la cifra de beneficiarios puede llegar a las 200.000 personas. El Gobierno de España, si quisiera, podría hacer lo propio con las matrículas del resto de universidades del país y las de la UNED, como están reclamando los estudiantes andaluces que cursan estudios superiores a distancia.
En Andalucía ya es un hecho, pero se ha recorrido un camino para llegar hasta el destino. La Junta ha trabajado mucho con la comunidad universitaria para lograr este fin. Las universidades tienen solvencia económica y cuentan con el compromiso de la Junta de Andalucía de compensar a las instituciones docentes por la pérdida de ingresos que emana de las tasas universitarias. Para ello la Junta ha destinado inicialmente 30 millones de euros, con el compromiso de que si esta cantidad se sobrepasa, se harán las pertinentes modificaciones presupuestarias para cubrir la diferencia.
Además, a esta medida se unen otras decisiones económicas que ha ido tomando el Gobierno andaluz en los últimos años, en los cuales el coste de las matrículas se mantiene en los niveles más bajos de España, con pago fraccionado en hasta 8 plazos, además de habilitar planes de apoyo con ayudas a la acreditación en idiomas (B1), complementos a las becas Erasmus o para alumnos en situación de especial dificultad.
La bonificación de matrícula implantada este año es una medida pionera en España adoptada porque el Ejecutivo andaluz cree en el talento de nuestra juventud y se ha decidido garantizar el derecho al estudio, para lograr la igualdad de oportunidades y un modelo de universidad excelente e incluyente. Queremos que los andaluces puedan aspirar a sus metas sólo dependiendo de sus méritos y su esfuerzo.
Estas medidas y su repercusión en la sociedad son las que me vuelven a recordar lo positivo de hacer política y hacerla desde el Partido Socialista, un partido que puede presumir de situar en la actualidad a Andalucía en la vanguardia de las políticas sociales.
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