Que Almería está siendo discriminada por el Gobierno de la Nación en materia de comunicaciones está fuera de toda duda. La batalla de obstáculos que tenemos que sortear los almerienses que queremos salir de la provincia utilizando el transporte público o la odisea que viven los que intentan hacer el camino a la inversa son innegables. Ante esta falta de comunicaciones dignas y asequibles por tren y por avión, que, visto lo visto, va a tardar en solucionarse al menos tanto tiempo como el PP siga en La Moncloa, los almerienses nos merecemos una compensación.
El panorama que tenemos es el siguiente. Por tren, Almería cuenta con una conexión con Madrid propia del siglo XIX, lo que hace que se tarde más de seis horas y media en realizar el camino hasta la capital de España. Por lo que respecta a la conexión con Sevilla, la perdimos allá por el año 2015. Desde entonces, los valientes que deciden viajar de Almería a Sevilla, deben bajarse del tren en Granada y coger un autobús y bajarse del autobús en Antequera para volver a coger otro tren. Y lo mismo a la vuelta. Un disparate.
Por si el abandono del tren convencional fuera poco, las obras de la línea de Alta Velocidad que nos unirá con Murcia y, de ahí, con el resto de España están paralizadas desde 2012. En este punto, cabe recordar que los Presupuestos Generales del Estado de los años 2013, 2014, 2015, 2016 y 2017, en los que se consignaron partidas económicas para avanzar en el AVE por un importe total de 420 millones de euros, se han incumplido sistemáticamente. Llevamos ya más de 2.070 días sin obras de alta velocidad en la provincia y 2018 va por el mismo camino, a la vista de la cifra irrisoria que el PP ha previsto para esta infraestructura.
Mientras que en Almería no se ha invertido ni un solo euro de los presupuestados, los almerienses han comprobado cómo en otras provincias españolas sí se han ejecutado grandes cantidades de dinero para obras de este tipo, de tal forma que muchas localidades ya cuentan con líneas de trenes AVE o están a punto de tenerlas.
En cuanto a las comunicaciones aéreas, no representan una verdadera alternativa a las comunicaciones por tren, dado que las conexiones regulares con Madrid y Barcelona tienen unos precios muy elevados, lo que, por un lado, dificulta la llegada de turistas a nuestra provincia y, por otro, impide su utilización por la mayoría de la sociedad almeriense.
Ante tanto abandono y castigo por parte del Gobierno de Rajoy, ante tanto dinero que se ha dejado de invertir y, sobre todo, ante el incierto futuro que tenemos por delante, es de justicia que Almería reciba una compensación. Por eso, los socialistas vamos a promover en el Congreso, en el Senado, en el Parlamento, en la Diputación y en todos los ayuntamientos de la provincia, iniciativas para pedir al Gobierno que apruebe lo que hemos llamado el Billete Alcazaba, una tarifa reducida para las comunicaciones ferroviarias con Almería. También le pedimos tarifas especiales para las comunicaciones aéreas y un plan de promoción turística de Almería, con una partida anual en los Presupuestos, que resalte nuestra cultura, nuestro rico patrimonio y nuestra gastronomía.
No nos estamos inventando nada nuevo. Esto es algo que ya se ha aplicado en otras ciudades del país y creemos que Almería también tiene derecho a que se le compense toda la riqueza y el empleo que está perdiendo por el maltrato del Ejecutivo de Rajoy. Han de pasar, al menos, cinco años hasta la llegada de la alta velocidad y, al menos, durante estos cinco años, Almería merece un trato especial.
El panorama que tenemos es el siguiente. Por tren, Almería cuenta con una conexión con Madrid propia del siglo XIX, lo que hace que se tarde más de seis horas y media en realizar el camino hasta la capital de España. Por lo que respecta a la conexión con Sevilla, la perdimos allá por el año 2015. Desde entonces, los valientes que deciden viajar de Almería a Sevilla, deben bajarse del tren en Granada y coger un autobús y bajarse del autobús en Antequera para volver a coger otro tren. Y lo mismo a la vuelta. Un disparate.
Por si el abandono del tren convencional fuera poco, las obras de la línea de Alta Velocidad que nos unirá con Murcia y, de ahí, con el resto de España están paralizadas desde 2012. En este punto, cabe recordar que los Presupuestos Generales del Estado de los años 2013, 2014, 2015, 2016 y 2017, en los que se consignaron partidas económicas para avanzar en el AVE por un importe total de 420 millones de euros, se han incumplido sistemáticamente. Llevamos ya más de 2.070 días sin obras de alta velocidad en la provincia y 2018 va por el mismo camino, a la vista de la cifra irrisoria que el PP ha previsto para esta infraestructura.
Mientras que en Almería no se ha invertido ni un solo euro de los presupuestados, los almerienses han comprobado cómo en otras provincias españolas sí se han ejecutado grandes cantidades de dinero para obras de este tipo, de tal forma que muchas localidades ya cuentan con líneas de trenes AVE o están a punto de tenerlas.
En cuanto a las comunicaciones aéreas, no representan una verdadera alternativa a las comunicaciones por tren, dado que las conexiones regulares con Madrid y Barcelona tienen unos precios muy elevados, lo que, por un lado, dificulta la llegada de turistas a nuestra provincia y, por otro, impide su utilización por la mayoría de la sociedad almeriense.
Ante tanto abandono y castigo por parte del Gobierno de Rajoy, ante tanto dinero que se ha dejado de invertir y, sobre todo, ante el incierto futuro que tenemos por delante, es de justicia que Almería reciba una compensación. Por eso, los socialistas vamos a promover en el Congreso, en el Senado, en el Parlamento, en la Diputación y en todos los ayuntamientos de la provincia, iniciativas para pedir al Gobierno que apruebe lo que hemos llamado el Billete Alcazaba, una tarifa reducida para las comunicaciones ferroviarias con Almería. También le pedimos tarifas especiales para las comunicaciones aéreas y un plan de promoción turística de Almería, con una partida anual en los Presupuestos, que resalte nuestra cultura, nuestro rico patrimonio y nuestra gastronomía.
No nos estamos inventando nada nuevo. Esto es algo que ya se ha aplicado en otras ciudades del país y creemos que Almería también tiene derecho a que se le compense toda la riqueza y el empleo que está perdiendo por el maltrato del Ejecutivo de Rajoy. Han de pasar, al menos, cinco años hasta la llegada de la alta velocidad y, al menos, durante estos cinco años, Almería merece un trato especial.
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