sábado, 21 de diciembre de 2019

Hipocresía en Nochebuena


Si algo está caracterizando al gobierno de las tres derechas en Andalucía, en este primer año de mandato, es su pasión por la sobreactuación, siendo la tragicomedia el género teatral preferido en sus representaciones por los protagonistas –desde el presidente Moreno Bonilla hasta el último de sus consejeros o consejeras– que, con sus teatrillos, no están a la altura de la representación institucional que tienen.


El teatro comienza casi siempre tras cada Consejo de Gobierno para ocultar la falta de gestión o de iniciativa por parte del Ejecutivo, que lleva todo el año instándose a sí mismo, en blanco y sin gestión propia, lo que ha ocasionado que todo vaya a peor.

Se mire adonde se mire, su gestión está siendo absolutamente caótica. Lo vemos en la sanidad, donde solo en Torrecárdenas ha aumentado la lista de espera para operarse en más de 1.600 personas, o en la dependencia, con 1.500 expedientes pendientes de resolución. Lo mismo ocurre en otros departamentos, como en el de Agricultura, donde llevamos todo 2019 esperando que se liciten las obras hidráulicas que Carmen Crespo prometió a nuestra provincia por un importe de 55 millones de euros.

Esa caótica gestión tiene también un ejemplo lamentable en los pozos que pretendieron abrir hace unas semanas en Alcóntar, por valor de 3 millones de euros, sobre la base de una “supuesta emergencia” para abastecer a dos pueblos. Digo “supuesta” porque era una emergencia tan chapucera que en su justificación se omitían y ocultaban todas las alternativas que garantizaban el abastecimiento para esas poblaciones sin necesidad de hacer unos pozos que, en realidad, estaban destinados, como todo el mundo en la zona piensa y dice, no a darles agua a los pueblos, sino a que los regantes tuviesen más agua.

Esos pozos pretendían –insisto, supuestamente– garantizar un hectómetro cúbico de agua cuando, sin hacer los pozos, hay y había muchos hectómetros de agua desalada para abastecimiento a disposición de los municipios, muchos más en el embalse de Cuevas –a día de hoy, 28– y además agua suficiente en los recursos e infraestructuras de riego existentes en la zona para, llegado el caso, atender esa necesidad.

Entre tanto, el pasado martes se tomó la decisión de no destinar, por ahora, medio hectómetro de agua para riego a Almería a través del trasvase Tajo-Segura e inmediatamente el gobierno de la Junta de Andalucía acudió a la tragicomedia: “un nuevo golpe para Andalucía”, dijo.

A la vista de todo esto, especialmente en materia de aguas, que tanto necesitamos en Almería, me pregunto si en esa tragicomedia no debería poner también el grito en el cielo la consejera por otras cosas también.

¿No tendría que poner el grito en el cielo por la pérdida, en averías, de 8 hectómetros cada año por la empresa pública Galasa, que intercambia, compra y vende agua año tras año con los regantes? ¿No tendría que haber puesto el grito en el cielo la consejera cuando alguien plantea hacer los pozos de Alcóntar teniendo agua desalada o embalsada en el pantano de Cuevas o disponible en la zona sin necesidad de hacer los pozos?

Si por medio hectómetro que por ahora no se trasvasa, pero que puede llegar de aquí a septiembre de 2020, dice la Junta de Andalucía lo que dice, por los 10 hectómetros que entraron por las lluvias de septiembre en el pantano de Cuevas deberían hasta de haber bailado. En cambio, se calló la consejera para seguir adelante con “su emergencia”, inventada para justificar unos pozos injustificables.

La consejera también debería haber recurrido a la tragicomedia para poner el grito en el cielo por la ausencia de partidas en los presupuestos de la Junta de Andalucía de 2019 para una nueva desaladora en el Levante que aportaría hasta 30 hectómetros adicionales. ¿La han escuchado en todo un año decir algo sobre esto o por la ausencia de partidas en los presupuestos de 2020 para esa misma finalidad?

La hipocresía política se ha convertido en el hilo conductor, en el recurso constante al que recurrir en todas las declaraciones públicas del gobierno de las tres derechas de Andalucía, que llega a la Nochebuena cargado de hipocresía y sin gestión alguna que contar. Dicho todo esto, quiero aprovechar la ocasión para desearles felices fiestas, con el deseo de que, después de estos días, el Gobierno de Andalucía deje atrás definitivamente la hipocresía que le ha acompañado este año.

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