domingo, 19 de abril de 2020

Vayamos ganando tiempo



Tras más de una treintena de días en los que un importante número de compatriotas vivimos encerrados en casa, con una parte muy relevante de nuestras vidas paralizada o condicionada por las limitaciones del estado de alarma, con la actividad económica suspendida para muchas personas, o trabajando en medio de una crisis sanitaria que tiene a los centros educativos y la universidad cerrados, ya toca pensar en lo que tendremos que hacer cuando se pueda salir de las casas y todas las actividades sean esenciales para reconstruir lo que la pandemia se ha llevado por delante, algo que cada vez está más cerca.

Desde ya tenemos que ir preparándonos para ese momento. Todos debemos asumir una tarea, una responsabilidad, para seguir sumando hasta la victoria contra el covid-19. La vuelta a las calles, a los trabajos, a los centros educativos, a la vida, sin las limitaciones para la libertad de movimientos que ahora tenemos, no será igual: todos somos conscientes de ello. Nos queda una larga temporada por delante de máxima exigencia social, personal y colectiva para no dar pasos atrás en la lucha frente al virus, un tiempo de bastantes meses, en el que será importante esforzarnos en mantener la disciplina social que se requiera por parte de las autoridades sanitarias hasta que se consiga el tratamiento y la vacuna eficaz contra el covid-19 y esté disponible para todos.

Como sociedad, una crisis como esta obliga a ponernos en los zapatos de los demás, en todas las situaciones que ha generado el estado de alarma, para desde ahí sumar todos los esfuerzos para reconstruir la vida social y la economía de nuestro país, renunciando a las posiciones construidas sobre cimientos de odio, rencor y ruptura, a la pelea permanente por todo y en todo, que termina enfrentando a unos contra otros. Toca ser capaces de inaugurar en este siglo la cultura del acuerdo social en España, un hito imprescindible si queremos vivir una travesía hasta la victoria final contra el virus con las menores turbulencias posibles.

Todos tenemos la responsabilidad social de aportar nuestro grano de arena. El papel de los representantes políticos y sociales es crucial, con voluntad de ser parte activa de un gran acuerdo social, como la mejor estrategia para superar cuanto antes una dificultad como la que se nos ha presentado, tan grande como inesperada. Es una gran oportunidad que todos debemos acoger para alcanzar una salida a esta encrucijada que sea compartida y socialmente justa, impulsando una nueva economía que incorpore, a los retos que ya tenía marcados antes del covid-19, las nuevas exigencias, los retos que nos imponen las enseñanzas de esta crisis global.

La cultura del acuerdo entre compatriotas que necesita nuestra sociedad pone a prueba los liderazgos, nos compromete a abandonar posiciones, a cambiar comportamientos sociales, requiere de un compromiso decidido y firme para erradicar muchas cosas que dañan la vida social, como por ejemplo los bulos y la desinformación, que tanta confusión y daño generan, enfrentando a una parte de la sociedad con otra y faltando a la verdad, con la rapidez que la tecnología hoy hace posible. Nos jugamos mucho en los próximos meses, nadie debería ni negarse a participar en un gran acuerdo por España, ni retrasar encuentros que anticipen el acuerdo, ni ser reticente a aportar todo lo que esté en su mano para vencer al virus, a la que vez que se reconstruye social y económicamente la vida que hasta ahora teníamos con lo aprendido de la pandemia. Vayamos ganando tiempo para anticipar la victoria social frente a la pandemia. Sigamos.

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