Hace ya mucho tiempo que el gobierno de Moreno Bonilla agotó todo su crédito por la gestión al frente de la pandemia. En este año y pico que llevamos luchando contra el coronavirus, los responsables de PP y Ciudadanos han ido dejando al descubierto toda su incapacidad. A estas alturas, creo que queda poco margen ya para la duda.
Al tiempo que Moreno Bonilla ha ido demorando decisiones e incumpliendo con lo que se había comprometido, ha ido también provocando la decepción y el malestar de muchos sectores de la sociedad. El descontento de un colectivo tras otro ha ido en aumento y de las quejas se ha pasado a las pancartas.
Sin ir más lejos, esta misma semana hemos tenido varios ejemplos. El martes los sanitarios se concentraban en Torrecárdenas para exigirle a Moreno Bonilla que les abone, de una vez por todas, la paga de productividad de 2019. Estamos hablando de un dinero que debían haber recibido hace ya dos años, el mismo tiempo que lleva Moreno Bonilla pisando la moqueta de la sede del Gobierno andaluz. En sus discursos públicos, el presidente andaluz se deshace en elogios hacia el personal del SAS, pero a la hora de la verdad les niega lo que les corresponde.
Otro colectivo que se ha visto obligado a echarse a la calle esta semana ha sido el de los feriantes, que no sólo han tenido que hacer frente a una pandemia y las correspondientes restricciones, sino principalmente al desprecio con el que los ha tratado el PP en este tiempo.
En los primeros momentos del estado de alarma, el Gobierno andaluz recomendó que no se realizaran fiestas populares, pero no prohibió formalmente esta actividad, lo que impidió a los feriantes acceder a la protección que tuvieron los trabajadores que se vieron sin poder ejercer su actividad por las restricciones. Por más quejas que recibieron, los dirigentes del PP no dieron su brazo a torcer.
De la misma manera, esta semana PP y Ciudadanos se han negado en el Parlamento andaluz a ayudar a los trabajadores de las orquestas y demás personal relacionado con el mundo del espectáculo, tal y como habíamos solicitado los socialistas.
En este año, en la ciudad de Almería, el equipo de Gobierno del PP también se ha negado a habilitar espacios para que los feriantes puedan montar sus atracciones y tener unos ingresos, aunque sean mínimos.
El tiempo de echarle las culpas al Gobierno central ya se terminó. La ineficacia y la falta de voluntad son las señas de identidad de Moreno Bonilla y sus compañeros de viaje, y ahora están a la vista de todos.
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