Este pasado jueves, el presidente andaluz anunciaba que, antes de que finalice el año, les pagará a los sanitarios andaluces los 52 millones de euros que la Junta les debe por los complementos de los años 2019 y 2020 que, a finales de 2021, todavía siguen sin cobrar. Esperemos que cumpla su palabra y no ocurra como ha ocurrido con otras tantas promesas.
En todo caso, con este anuncio, Moreno Bonilla trata de aplacar el malestar que reina entre los profesionales sanitarios, no sólo por el dinero que llevan dos años esperando, sino fundamentalmente por el pésimo estado en el que se encuentra la sanidad pública andaluza.
Este pasado martes, sin ir más lejos, se produjeron concentraciones en toda Andalucía, convocadas por los sindicatos, en protesta por los recortes continuos en el Servicio Andaluz de Salud que está acometiendo el Gobierno andaluz.
La sanidad andaluza no está para recortes. Lo sabe todo el mundo menos, al parecer, el Gobierno de Moreno Bonilla, que se permitió despedir a principios de noviembre a 8.000 sanitarios con la excusa de que ya no hacían falta… como si la pandemia hubiera terminado.
Hoy, apenas seis semanas después, los contagios de coronavirus están otra vez en ascenso, con la consiguiente amenaza sobre la presión hospitalaria. La vacunación infantil ya está aquí, también las terceras dosis. ¿Quién nos vacunará? ¿Quién atenderá a los enfermos de covid? ¿Y quién atenderá a los demás enfermos?
Hacen falta profesionales sanitarios y no porque lo digan el PSOE ni los sindicatos: lo sabe hasta el propio Gobierno andaluz, que se ha puesto a buscar a 100 enfermeros para Torrecárdenas y ahora resulta que no los encuentra porque ya han sido contratados en otras comunidades o en la sanidad privada.
Las listas de espera sanitarias no han dejado de crecer desde que Moreno Bonilla llegó a San Telmo. Y el problema no ha sido solo la pandemia, sino fundamentalmente las luces cortas con las que este Gobierno alumbra su camino.
PP y Ciudadanos han despreciado una y otra vez los ofrecimientos que les hemos hecho desde el PSOE para llegar a un gran acuerdo sobre la salud que permita apoyar la carrera profesional del personal sanitario y la homologación salarial con otras comunidades para evitar que acaben emigrando allí donde les pagan mejor.
La sanidad es un bien fundamental para los andaluces. Moreno Bonilla tiene que reaccionar y tiene que hacerlo urgentemente. Por eso tendemos nuestra mano una vez más y le pedimos que escuche. La estrategia del avestruz nunca dio buen resultado.
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